Por: Mayra León y Daniel Camilo Camargo
Dirección de comunicaciones y Reputación Institucional
Esta jornada tiene como fin promover una movilidad segura y sostenible, reduciendo el uso de vehículos particulares, mientras se fomenta el transporte público y el uso de medios de transporte alternativos como la bicicleta. En días como este, cuando la ciudad disminuye significativamente el uso de automotores, se hace evidente el impacto positivo de la movilidad sostenible en la calidad del aire.
Sin embargo, los ciclistas, a pesar de contribuir a reducir la contaminación, son quienes más están expuestos a sus efectos. Según el profesor Stijn Erik R. Hantson de nuestra Facultad de Ciencias Naturales, “al estar en movimiento e inhalar un mayor volumen de aire, absorben más partículas contaminantes. Es una situación contradictoria, pues quienes ayudan a mejorar el aire son los que más sufren sus consecuencias”.
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En Bogotá, la calidad del aire ha mostrado una leve mejoría con el paso del tiempo, aunque aún existen retos importantes. Para el profesor Hantson: “Actualmente, se han registrado niveles de contaminación, lo que sigue siendo una preocupación para la salud pública. Sin embargo, iniciativas como el Día sin Carro permiten reflexionar sobre la importancia de un transporte más limpio y eficiente”.
Laura Rivera, profesora de la Maestría en Actividad Física y Salud de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, destaca que: "fomentar el transporte activo, como caminar y usar la bicicleta, no solo es clave para reducir la congestión y mejorar la calidad del aire en ciudades como Bogotá, sino que también juega un papel fundamental en la promoción de la salud y el bienestar de la población."
La actividad física es muy importante en estas jornadas ya que ayuda reducir la carga de enfermedades relacionadas al sedentarismo y fomenta estilos de vida más activos y sostenibles, “el ejercicio regular asociado con el transporte activo ayuda a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumenta la sensación de bienestar. Además, al usar medios de transporte alternativos las personas también pueden experimentar una mayor conexión con su entorno, con la comunidad, con el medio ambiente, lo que promueve un sentido de pertenencia y cohesión social” argumenta Laura Rivera.
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La implementación de normativas ambientales, la modernización del parque automotor y el impulso de alternativas como la bicicleta son pasos clave para avanzar hacia una ciudad con aire más puro. Bogotá ha trabajado en la renovación de su flota de transporte público, con la incorporación de buses eléctricos y la mejora de las normativas sobre emisiones de vehículos, buscando reducir la contaminación del aire.
Aunque estas medidas han contribuido a la mejora de la calidad del aire, su impacto es limitado si no se acompañan de cambios estructurales a largo plazo. Los días sin carro, como el 6 de febrero, son un paso positivo, pero la ciudad requiere seguir promoviendo políticas públicas más integrales que sigan impulsando alternativas de transporte y continúen con la modernización del parque automotor. Solo así se podrá lograr una mejora sostenida en la calidad del aire y en la salud de los bogotanos.
Anímate a usar medios de transporte alternativos en este día sin carro en Bogotá.
