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Incendios y calidad del aire: el desafío climático que enfrenta Bogotá

Incendios y calidad del aire: el desafío climático que enfrenta Bogotá
La temporada de incendios forestales en Colombia no solo afecta los ecosistemas, sino que también impacta de manera directa en la calidad del aire de las grandes ciudades, especialmente Bogotá. Durante esta época, los vientos dominantes pueden transportar partículas y contaminantes desde regiones como los Llanos Orientales, áreas de gran actividad de quema, hacia la capital. Sin embargo, la magnitud del impacto depende de factores como la meteorología local y las fuentes de contaminación propias de la ciudad, lo que hace que los efectos puedan variar cada año.

Por: Mayra León
Gestora de Comunicaciones. Dirección de Comunicaciones y Reputación Institucional

Para comprender mejor esta problemática, el profesor Stijn Erik R Hantson, de la Facultad de Ciencias Naturales, analiza el papel del cambio climático y las fuentes de contaminación en la ciudad. Por su parte, el doctor Juan Ricardo Lutz, especialista en neumología e instructor de práctica de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, explica los efectos que tiene la mala calidad del aire en la salud respiratoria. Ambos expertos nos ayudan a entender los riesgos y las posibles soluciones para mitigar los impactos de esta crisis ambiental.

El profesor Stijn Erik R Hantson de nuestra Facultad de Ciencias Naturales, señala que "aunque los incendios en zonas alejadas pueden contribuir a la contaminación en Bogotá, la producción local, como las emisiones de transporte y actividades industriales, juega un papel importante. Cuando estos factores se combinan, especialmente durante eventos de cielos despejados y sin viento, la calidad del aire puede deteriorarse considerablemente".

El cambio climático y los incendios forestales

El cambio climático es otro factor que aumenta la problemática de los incendios. Según nuestro profesor Hantson, "los extremos climáticos son cada vez más intensos: periodos húmedos generan mayor biomasa, mientras que las épocas secas son más prolongadas y severas, lo que incrementa las posibilidades de incendios más difíciles de controlar". Estos eventos, más frecuentes debido al cambio climático, no solo afectan la seguridad de los ecosistemas naturales, sino también la salud de las personas.

Aunque en Colombia no se ha realizado un estudio exhaustivo sobre este fenómeno, estimaciones globales sugieren que el cambio climático ya ha incrementado la actividad de incendios alrededor de 16%. Esto, combinado con la deforestación y las prácticas de quema, aumenta el riesgo de incendios que, de no ser controlados, podrían tener consecuencias devastadoras para las comunidades cercanas y para la calidad del aire en las ciudades.

Medidas para mitigar los incendios y mejorar la calidad del aire

El profesor Hantson también enfatizó la importancia de la educación ciudadana para reducir el riesgo de incendios en zonas cercanas a Bogotá. "Es importante evitar actividades como las fogatas, asados o descuidos con colillas de cigarrillos en épocas de alto riesgo. Un pequeño descuido puede desencadenar incendios de gran magnitud durante periodos calurosos y secos, como ocurrió la semana pasada, cuando las condiciones aumentaron significativamente el riesgo de incendios", señaló.

En este sentido, la prevención se convierte en un componente clave para evitar que los incendios escalen, ya que, como explica, "un solo incendio puede tener efectos devastadores tanto en el ambiente como en la salud de los habitantes de la ciudad".

A nivel nacional, el profesor Stijn sugiere seguir mejorando los sistemas de monitoreo y alertas tempranas, además de regular prácticas como las quemas prescritas, que tradicionalmente han sido útiles para la gestión de bosques, pero que bajo condiciones climáticas extremas pueden salirse de control. "También es importante que las políticas de manejo de incendios se actualicen constantemente para adaptarse a los nuevos retos que impone el cambio climático", añadió.

En cuanto a la calidad del aire, las medidas deben enfocarse en el transporte, una de las principales fuentes de contaminación en Bogotá. "Muchas ciudades del mundo han restringido el ingreso de vehículos altamente contaminantes a los centros urbanos durante los días críticos. Esto, combinado con el impulso hacia la movilidad eléctrica, puede tener un impacto significativo en la mejora del aire que respiramos", señaló.

Afectaciones respiratorias por la mala calidad del aire

El doctor Juan Ricardo Lutz, especialista en neumología e instructor de práctica de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, nos cuenta los riesgos que los incendios y la mala calidad del aire traen consigo a la salud respiratoria de los ciudadanos: “Los incendios forestales afectan gravemente la salud respiratoria tanto a corto como a largo plazo. En el momento, el humo, que contiene partículas muy pequeñas y sustancias tóxicas como monóxido de carbono y compuestos químicos, puede irritar las vías respiratorias, causando tos, dificultad para respirar y empeorando condiciones como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)”.

Adicionalmente, el doctor comenta cómo este tipo de afectaciones incrementan las consultas por problemas respiratorios “esto provoca un aumento en las visitas a emergencias, especialmente entre niños, adultos mayores y personas con problemas de salud previos. A largo plazo, la exposición repetida al humo puede causar daños permanentes en los pulmones, aumentando el riesgo de enfermedades crónicas como la EPOC o incluso cáncer, ya que el humo contiene sustancias químicas peligrosas”.

En este sentido, hay que tener en cuenta que sí se está expuesto a este tipo de riesgos es importante evitar la exposición y proteger su salud, como lo explica Lutz, “evita actividades al aire libre en días contaminados: Revisa los índices de calidad del aire en tu área (por ejemplo, a través de aplicaciones o informes locales). Si están en niveles dañinos, procura no hacer ejercicio ni realizar actividades al aire libre, especialmente en las horas de mayor contaminación”.

Es esencial que tanto los ciudadanos como las autoridades locales y nacionales trabajen en conjunto para mitigar los efectos de los incendios en la calidad del aire y la salud pública. La sensibilización, la implementación de políticas de control ambiental y la adopción de tecnologías sostenibles son pasos fundamentales para enfrentar los desafíos que los incendios y el cambio climático representan para la ciudad. Solo con un esfuerzo colectivo será posible reducir los riesgos asociados a la temporada de incendios y proteger el bienestar de la población.