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¿Por qué parece inactivo el Ejército colombiano en el Catatumbo?

¿Por qué parece inactivo el Ejército colombiano en el Catatumbo?
La región del Catatumbo, ubicada en el noreste de Colombia, atraviesa una de sus crisis más complejas en las últimas décadas, marcada por la creciente violencia, el debilitamiento de las instituciones del Estado y el resurgimiento de grupos armados ilegales.

Juan Carlos Ruiz-Vásquez – Profesor de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos

En este escenario, el papel de las Fuerzas Militares ha sido objeto de controversia y preocupación. La aparente inacción del Ejército en la zona, que históricamente ha sido un territorio estratégico para actores armados ilegales como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), refleja un conjunto de factores políticos, sociales y operativos que requieren un análisis profundo.

"La aparente inacción del Ejército en el Catatumbo responde a múltiples factores" señala Juan Carlos Ruiz, profesor del programa de Ciencia Política y Gobierno de la Universidad del Rosario, “En primer lugar, la estrategia de negociación de "Paz Total" del gobierno Petro ha generado mensajes ambiguos que han paralizado a las Fuerzas Militares. Estas incertidumbres han llevado a un inmovilismo operativo, pues no tienen claridad sobre cómo y cuándo actuar.”

El debilitamiento interno de las Fuerzas Militares también ha influido significativamente en su capacidad de intervención en la región. Como lo destaca Ruiz, “Factores como la reducción del presupuesto, la disminución del pie de fuerza y la pérdida de experiencia debido a la salida de altos mandos han mermado su capacidad operativa. Esto se suma a la pérdida de su ventaja aérea, otrora esencial en el combate contra la guerrilla, ahora restringida por acusaciones de violaciones a los derechos humanos y limitaciones operativas.

La desconfianza hacia el gobierno de Petro también ha tenido un impacto negativo en las fuerzas militares." …ha generado desmotivación y una tropa desmoralizada, que no comparte la visión actual de la política de defensa. La falta de una estrategia militar clara en el Catatumbo, una región históricamente dominada por el ELN, ha permitido el crecimiento de grupos armados ilegales sostenidos por rentas ilícitas. A esto se suma el desinterés de algunos miembros del Ejército por actuar en zonas de alto riesgo donde carecen del respaldo comunitario y enfrentan el constante peligro de ataques terroristas.”

Además, uno de los aspectos más preocupantes es la infiltración de grupos criminales dentro de las propias Fuerzas Militares. Según el profesor Ruiz, "preocupa la infiltración de bandas criminales en las Fuerzas Militares, cooptando a algunos miembros para ignorar las actividades ilegales en la región". Este fenómeno de corrupción interna ha generado desconfianza tanto en la población civil como en los propios efectivos militares, ya que compromete la eficacia de las operaciones y contribuye al deterioro de la seguridad en la región.

El reto en el Catatumbo es, por lo tanto, doble: por un lado, el fortalecimiento de las Fuerzas Militares, que atraviesan una crisis de recursos, liderazgo y moral; y por otro, la necesidad de establecer una estrategia de seguridad clara y coherente, que permita a las autoridades recuperar el control en una región donde la violencia ha desbordado los límites de lo tolerable. Sin un enfoque integral que considere las dinámicas locales, la situación podría seguir deteriorándose, con consecuencias irreparables tanto para las instituciones del Estado como para la población civil atrapada en medio del conflicto.