Redactado por: Mayra León
Dirección de Comunicaciones y Reputación Institucional
A pesar de la confirmación de La Niña, su evolución no sigue los patrones tradicionales, lo que podría estar relacionado con el calentamiento global. De acuerdo con los datos más recientes, el índice oceánico El Niño (ONI) ha registrado valores de -0,5°C para el trimestre noviembre 2024 - enero 2025 (Figura 1), confirmando la presencia de La Niña. Sin embargo, en la cuenca del Pacífico colombiano, las temperaturas superficiales del mar han estado hasta 1°C por encima de los promedios históricos en enero y febrero, reflejando la tendencia de calentamiento anómalo observada en los últimos años (Figura 2).
Figura 1. Comparación de La Niña actual con respecto a eventos previos.
Figura 2. Anomalías globales de temperatura del océano. Datos de NOAAGlobalTemp (www.ncei.noaa.gov).
Estos cambios podrían influir en el impacto del fenómeno de La Niña en el país, que podría ser menor en comparación con episodios anteriores debido a su baja intensidad y la influencia del calentamiento oceánico. Históricamente, estos eventos han estado asociados con un aumento de precipitaciones en las regiones Pacífica, Andina y Caribe. Sin embargo, en casos previos de La Niña débil (2005-06, 2016, 2017-18), los incrementos de lluvia en febrero y marzo oscilaron entre el 10% y el 30%.
Para este año, los modelos climáticos indican que los efectos de La Niña serán irregulares en el territorio nacional. Se espera un ligero aumento de lluvias en la región Pacífica, mientras que en la región Andina y Caribe las precipitaciones podrían mantenerse dentro de los promedios históricos. En contraste, algunas zonas podrían experimentar condiciones más secas de lo habitual debido a la persistencia de anomalías térmicas en el océano.
Figura 3. Total de lluvia caída en la región (mm) en febrero 2025. Fuente: www.cpc.ncep.noaa.gov.
“La Niña de este año es una señal de cómo el cambio climático está modificando la dinámica de los eventos oceánicos y atmosféricos. Las temperaturas inusualmente altas en el océano pueden estar afectando su intensidad y duración, lo que implica la necesidad de ajustar los modelos de predicción climática”, explicó Andrea Devis Morales, PhD en Oceanografía y profesora del Programa de Ciencias del Sistema Tierra nuestra Universidad.
Si bien los efectos de La Niña podrían ser atenuados, no significa que Colombia estará libre de lluvias. “La migración de la Zona de Convergencia Intertropical en esta época del año sigue favoreciendo precipitaciones en la región occidental y sur del país”, añadió Devis-Morales.
Este comportamiento atípico de La Niña resalta la importancia de seguir investigando la interacción entre el cambio climático y los patrones climáticos tradicionales, con el fin de mejorar las estrategias de predicción y adaptación ante futuros eventos extremos.
