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¿Niños, niñas y adolescentes sin ánimo de estudiar?: Hábitos y rutinas para el regreso a clases

¿Niños, niñas y adolescentes sin ánimo de estudiar?: Hábitos y rutinas para el regreso a clases
Los colegios y universidades públicos y privados se encuentran retornando progresivamente a la jornada académica, ¿qué deben tener en cuenta las familias y los educadores para el retorno a clases?

Redacción por: Paula Escallón

Con el periodo de vacaciones, los hábitos y las rutinas cambian, por esta razón, el regreso a los ambientes educativos se convierte en todo un desafío. Las actividades de las vacaciones son placenteras por lo que asumir nuevamente las actividades académicas puede ser difícil para los niños, niñas, adolescentes y sus familias.

Ángela María Peñaranda Saavedra, experta en desarrollo infantil, procesos de aprendizaje y pedagogía, y profesora de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, comparte algunas recomendaciones para las familias y los educadores con el fin de lograr un exitoso regreso a las clases.

 

¿Cuál es la diferencia entre hábitos y rutinas?

Los hábitos son aquellas acciones que se realizan de manera automática, que pueden generar experiencias positivas o negativas en la vida de las personas, por ejemplo, hacer ejercicio, establecer un horario para las tareas o hacerla unos minutos antes de entregarla, son actividades que generan un impacto en el desempeño diario.

Las rutinas son ocupaciones o actividades que proporcionan una estructura de estilo de vida -vida diaria-, y que, de acuerdo con la Asociación Americana de Terapia Ocupacional (2022), también pueden promover o perjudicar la salud de las personas. Las rutinas se pueden compartir con otras personas, por ejemplo, los adultos, que en su mayoría son los padres de familia y los maestros, son quienes estructuran las rutinas de los niños, niñas y adolescentes.

“Cuando se termina el calendario escolar cambian nuestros hábitos y rutinas realizando acciones como levantarse más tarde, comer en otros horarios y dedicar más tiempo a actividades de juego y ocio, las cuales generan tranquilidad, placer y satisfacción. El volver a las actividades escolares implica que estas se disminuyan o en algunos casos desaparezcan, lo que lleva a que las rutinas para volver al colegio no sean las más adecuadas y fomenten los desacuerdos, discusiones y falta de motivación, indica la profesora Ángela.

Lo anterior, conlleva a una deserción escolar, que para Colombia es del 5.4% en zonas rurales y del 3.6% en las ciudades, según cifras del Senado de la República.

 

Recomendaciones para un inicio de clases con éxito

La profesora Ángela destaca la importancia de dar atención a cómo se establecen los hábitos y rutinas para el inicio de clases, entre ellos:

 

Para los Estudiantes

1. Organización: Ubicar los materiales necesarios como cuadernos lápices, libros, entre otros, en un mismo lugar y al momento de realizar las actividades, permitirá al estudiante tener un mayor foco de atención en la tarea y a estar motivado para realizarla de buena calidad. Crear una agenda o un horario con las actividades a desarrollar. No es necesario terminar una tarea en un mismo día si esta tiene una entrega en una fecha lejana, que le permita establecer diferentes espacios a través de la semana para desarrollarla.

2. Rutinas: Establecer una rutina diaria con un horario establecido para las tareas, priorizar lo más importante y con periodos de descanso entre cada actividad. Actividades como el sueño, la alimentación, el ocio y el tiempo libre le permite al cerebro descansar y procesar de una mejor manera lo aprendido.

3. Salud: La salud física y mental permite tener un mejor rendimiento en las actividades escolares. Alimentarse de manera adecuada con el consumo de frutas, verduras y proteínas, y disminuir el consumo de alimentos ultra procesados, azúcares y bebidas energizantes. Dormir como mínimo 7 horas diarias y hasta 10 en niños pequeños, favorece el desarrollo cerebral. Buscar ayuda profesional cuando se requiera.

4. Motivación: Buscar aquellas actividades que fomenten ir al colegio o universidad, como el reencuentro con los amigos, las actividades extracurriculares que llamen la atención del niño, niña o adolescente, como pertenecer a un grupo o equipo escolar. Realizar las tareas para que puedan participar activamente en clases, favorece el aprendizaje y hace que el día a día escolar sea más agradable.

 

Para los Padres

1. Comunicación:  Establecer momentos de diálogo con los hijos para mantener una comunicación abierta sobre cómo se sienten respecto al regreso al colegio y aconsejarles para darles tranquilidad y apoyo frente al proceso de adaptación. Mantener una comunicación activa con los profesores permite tener claros los acuerdos establecidos en la institución y así apoyar a los niños, niñas y jóvenes con alternativas y estrategias escolares.

2. Apoyo: El respaldo por parte de los padres es crucial para el buen desempeño escolar. Ayudar a los niños, niñas y jóvenes a comprender los acuerdos institucionales y con los maestros, de ser necesario, aclarar los procesos que favorezcan las actividades establecidas. Respetar los horarios de estudio, sueño, ocio y tiempo libre, con acuerdos mutuos con los hijos, estableciendo rutinas diarias.

3. Seguridad: Promover y acompañar a los hijos en sus estados de salud, buscando el apoyo necesario para dar solución a situaciones problemáticas, asegurando que estos comprendan y reconozcan que en sus padres encontrarán la solución a sus dificultades. Garantizar acuerdos en familia que conlleven al bienestar de todos.

4. Participación: Participar en las actividades planteadas por la comunidad escolar, como reuniones, eventos y jornadas, para mantenerse informados, esto genera vínculos importantes con la comunidad académica y brinda a los hijos motivación y sensaciones de respaldo.

 

Para los Profesores

1. Preparación: Reconocer previamente las características de los estudiantes permitirá a los profesores revisar y organizar el material didáctico que impacte de manera positiva al grupo, mejorando sus niveles de motivación e interés para ir al colegio o universidad y a participar en las diferentes actividades.

2. Flexibilidad: Ser flexible y comprensivo con las actividades que se puedan mediar, como el manejo del tiempo en la entrega de tareas o en la participación de otros espacios diferentes a la jornada escolar. Esto motiva a los estudiantes a seguir participando, sin interferir en otras actividades que sean de su interés.

3. Ambiente positivo: Las instituciones educativas deben ser ambientes seguros donde se fomenten acciones positivas para el desarrollo. Crear un ambiente acogedor, utilizar otros espacios diferentes al aula e incluir actividades propuestas por los estudiantes dentro de las clases, favorece la participación, la motivación y el aprendizaje activo.

4. Comunicación: El diálogo y la escucha permanentes fomentan la participación. Generar acuerdos previos que sean claros, les permitirá a los estudiantes entender el porqué y el para qué de lo que se aprende. Mantener una comunicación clara y constante con los estudiantes y sus familias genera vínculos que pueden aumentar la participación y la tranquilidad.

¡Listos para un nuevo periodo académico!

 

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