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Contra los amigos de los libros: protección divina de los libros

Entre las curiosidades del Archivo Histórico, una poco visible es la reproducción de una cédula de excomunión, cuyo original reposa en la biblioteca de la Universidad de Salamanca. Documento que se explica por un problema inherente al funcionamiento de las bibliotecas: la plaga de ladrones de libros. Para conjurarlo, los religiosos echaron mano de remedios materiales y espirituales: encadenar los libros (libri catenati) y pedirle al papa que actuara moralmente contra los perpetradores. Así lo hicieron varios, como Pío V, allá por 1568.

Por medio de la cual se conmemora el Bicentenario de algunos de los próceres de la independencia fallecidos desde 1816 hasta 1819 y se dictan varias disposiciones para celebrar sus aportes a la república.

Soneto al Código Civil

Con todo y nuevas tecnologías de la información, y no obstante el necesario cambio de los tiempos, hay hábitos, costumbres, leyendas, etc., que dan un hilo de continuidad a toda actividad humana. A propósito del inicio del semestre (siempre nuevo, siempre el mismo: nova et vetera),  compartimos una curiosidad de los estudiantes de Jurisprudencia, hace un par de generaciones.
Como toda tradición, es rigurosamente anónima, transmitida oralmente e, incluso, incorporada en alguna página blanca del Código.

Luis Eduardo Lucero en positivo

En la memoria de quienes conocieron a Luis Eduardo Lucero (1957-88), se fijó una imagen positiva. Nariñense de origen, ipialeño para más señas, acudió a este Claustro (1983) a formarse en Jurisprudencia. Aquí dio, sin embargo, rienda a otra serie de aficiones culturales, en consonancia con su notoria afición por los libros. Para costear sus estudios se valió de las fotos que tomaba en La Bordadita y de un empleo de oficial que mereció en el Departamento de Publicaciones.

Placas rosaristas: José Gregorio Gutiérrez Moreno

De las placas del Rosario, apenas unas llaman la atención del caminante. A propósito del pasado bicentenario, nos encargaron averiguar más sobre José Gregorio Gutiérrez Moreno (Bogotá, 10-11-1781), a quien está dedicada una de las placas del Claustro. Bartolino de formación, fue abogado de la Real Audiencia desde 1804. Fue juzgado en la Reconquista por ser funcionario durante el gobierno revolucionario y ejecutado el 6 de julio de 1816.

La placa.

José Francisco Socarrás recuerda a Bogotá y al Rosario

Un valduparense en la Bogotá de 1922, donde se podía tomar leche al pie de la vaca, sin dejar de escandalizarse por la desnudez de La Rebeca. Silva aún estaba proscrito en el Cementerio de los Suicidas y los jesuitas tenían equipo de fútbol en La Merced. La salud estaba en Marly, Los Alisos y La Misericordia, pues el San Juan de Dios y el San José estaban para inaugurarse. Cuatro cinematógrafos, un par de bailaderos y dos cervecerías constituían todo el entretenimiento de lo que era todavía un pueblo grande.

Hospital-clínica-consultorio: apuntes sobre tres palabras corrientes

No hace mucho venimos oyendo la expresión “clínica jurídica” con algo de extrañeza; luego, extendida a otros campos intelectuales. Al fin vamos a ver de dónde viene todo esto.

En principio, fue la medicina.
La averiguación principia, por supuesto, en el campo de la salud. Llamamos hospital o clínica el sitio donde se atiende los enfermos, con palabras aparentemente sinónimas. Examinando su origen, veremos que no siempre ha sido así.

La etimología.

Por medio de la cual se adopta la estrategia salas amigas de la familia lactante del entorno laboral en entidades públicas territoriales y empresas privadas y se dictan otras disposiciones.

Se adoptan las Salas Amigas de la Familia Lactante del Entorno Laboral en entidades públicas y privadas, sin que ello exima al empleador de reconocer y garantizar la hora de lactancia, conforme a lo establecido en la legislación laboral.

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