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Aunque no en todos los casos ocurre, para algunos reclutadores es importante que los candidatos manejen responsablemente sus redes sociales, con un perfil profesional.
Una foto inadecuada, una opinión polémica o un comentario fuera de lugar en redes sociales puede acarrearte problemas personales y quizá hasta profesionales, pues durante un proceso de selección o en el desarrollo de tu trabajo su nombre y el de las empresas quedan expuestos.
“Nosotros recomendamos utilizar únicamente redes sociales profesionales como Linkedin para un proceso de selección, porque esta es una red social de trabajo, allí sí se puede encontrar información laboral, la experiencia, habilidades y las referencias”, aseguró Carolina Forero, gerente de Mercadeo y Comunicaciones en Hays Colombia.
Aun así, Forero apuntó: ‘No recomendamos la verificación de las redes sociales personales, porque lo que se pueda encontrar en ellas no es igual en lo profesional’.
Lo cierto es que las redes sociales pueden dar una primera impresión de los candidatos y por eso el aspirante a un empleo o el trabajador debe ser cuidadoso con lo que publica y también con lo que los demás publican de él. En ojos de algunos reclutadores su presencia en redes sociales no es ajena a lo personal y profesional.
“Si está en la búsqueda de empleo, lo importante es mostrar su mejor imagen en todos lados, incluyendo las redes, porque, por ejemplo, por las fotos se da la primera impresión a las empresas y ahí se conocen a los candidatos, aunque no muchas empresas se dan a la tarea de mirar a fondo las redes sociales en los proceso de selección, pues no se tiene el tiempo necesario”, indicó Juan David Tous, gerente de Comunicaciones de Manpower Group Colombia.
Si bien no es del todo recomendable que se miren las redes sociales personales, pues puede ser invasivo, los reclutadores optan por redes profesionales para hacer verificaciones.
“Este filtro de las redes sociales personales no es un parámetro de evaluación confiable, pues allí no se pueden verificar o validar los desempeños laborales o las competencias de los candidatos, sino que por ellas se brinda una información de los gustos y pasatiempos de las personas, pero esta no es una práctica común”, agregó Nora Martínez, jefe de selección de cuentas estratégicas de Adecco.
Las redes sociales aún no se configuran como un medio 100 por ciento confiable para decidir si un candidato cumple con los requerimientos profesionales de una organización para cumplir satisfactoriamente un cargo.
Los procesos de selección están basados en entrevistas por competencias, analizando experiencia laboral, estudios y certificaciones, habilidades blandas y técnicas, entre otras pruebas. Los aspectos de personalidad, dicen los expertos, se deben medir a través de otros medios que excluyan las redes sociales, por ejemplo, pruebas psicotécnicas.
“En el reclutamiento pesa más la experiencia y las competencias para ser más transparentes, las entrevistas deben tener en cuenta los estudios y las habilidades, no lo que haga el candidato en su tiempo libre; antes en Colombia la personalidad sí tenía peso en los proceso de selección y eso lo hacía inmaduro, pues no era objetivo ni justo para todos los participantes”, puntualizó Forero.
Cortesía
El Empleo.com
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Andrés Franco Pinzón
Redacción Nova et Vetera
Uno de los principales factores del notable descenso de los precios internacionales del petróleo en el 2014 se debió al súbito incremento de la producción estadounidense. Luego de varias décadas limitando la explotación de sus reservas, este país empezó a recurrir al método de fracturación hidráulica mejor conocido como fracking, catapultándose un año después como el primer productor de petróleo del mundo por primera vez desde 1975.
El uso del fracking ha sido objeto de amplias críticas por los posibles riesgos ecológicos que acarrea al medio ambiente. Es una técnica que consiste en liberar hidrocarburos inyectando agua y químicos a alta presión para fracturar las rocas impenetrables de los yacimientos de petróleo no convencionales (YNC) y economizar la extracción de los convencionales. En Colombia ya se han venido explorando proyectos a su favor y tan solo en la cuenca del Valle Medio del Magdalena se ha calculado un depósito de al menos 5.000 millones de barriles de petróleo en (YNC), que para los analistas significaría el triple de las reservas actuales del país.
Andrés Gómez-Rey, docente de la Universidad en derecho ambiental, explica que el decreto 1076 del 26 de mayo de 2015 contempló la licencia ambiental para yacimientos no convencionales, dando así vía libre para la actividad. También aclara que el uso del fracking ya era común al interior de la explotación de yacimientos convencionales desde antes de que surgiera este renovado interés.
Nova et Vetera consultó a Gloria Amparo Rodríguez, directora de la Especialización y de la Línea de Investigación en Derecho Ambiental de la Facultad de Jurisprudencia, sobre el panorama nacional de este apremiante asunto:
¿Cuáles son las principales controversias en Colombia y el mundo sobre el uso del fracking?
Hay mucha incertidumbre sobre si es cierto que pueden generarse temblores o terremotos como consecuencia del fracking y sobre los impactos ambientales de la actividad. A manera de ejemplo se desconoce qué es lo que pasa en la tierra o el agua con el gas que saldrá de ahí, cómo va a ser el manejo que se le va a dar, cuáles son las implicaciones que va a tener en la fauna y en la flora asociados a los territorios donde existen, y también sobre el tema de contaminación las posibles afectaciones en la salud que puedan tener este tipo de actividades.
Por eso las comunidades han pedido: primero, una moratoria de esas actividades hasta que no haya certeza científica, es decir que se aplique utilizando el principio de precaución en esa materia, y que Colombia repiense el modelo de desarrollo basado en actividades extractivistas que generan tanto impacto en lo social, ambiental e inclusive en lo económico y que se tengan en cuenta otras alternativas para el desarrollo del país.
¿Cuál es el panorama legal del fracking en Colombia?
Tenemos en este momento una normatividad que establece que cuando se vaya a generar cualquier tipo de proyecto o actividades que generen impactos ambientales o afectaciones graves al ambiente debe expedirse una licencia ambiental por parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).
Según el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, todavía no estamos preparados para ese tipo de actividades en el país y hace falta claridad sobre cómo se va a dar su manejo. Existen dos posiciones principales: la del sector productivo que está muy interesado en este tipo de actividades y una inquietud por parte de las comunidades muy fuerte de rechazo hacia este.
¿Desde qué época se ha utilizado el fracking en Colombia?
Se supone que nosotros ahorita vamos a comenzar con la fracturación “fuerte”, si se otorgan las licencias ambientales que se supone se van a solicitar alegando que todavía están entre las actividades que aún están etapa exploratoria. Cuando uno habla con los ingenieros, ellos aseguran que ya se han hecho actividades de este tipo en el país pero no existen estudios determinantes en el campo de su impacto.
En cuanto a estudios no ha habido mucho y la mayor parte se ha adelantado desde las ONGs, teniendo la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) el mejor seguimiento del tema con la Red por la Justicia Ambiental en Colombia.
¿Ha habido pronunciamientos sobre el fracking en la comunidad internacional?
Sí, hay países como Alemania que han rechazado el fracking o deciden esperar hasta que haya más certeza sobre sus implicaciones. Entonces mientras varios de estos países están diciendo que no, nosotros estamos abriendo la puerta sin medir del todo la incertidumbre que existe. Ya ha habido interés por parte de otros países latinoamericanos que todavía están en los estudios.