La visión detrás de la Alianza EFI fue trascender las convencionales divisiones entre mercado laboral y empresarial y abordar la informalidad como un fenómeno integral y sistémico, impactando a diversos actores económicos y sociales, desde trabajadores y hogares hasta empresas. Este enfoque holístico estudió cómo la informalidad no solo es un obstáculo para el acceso a beneficios económicos y sociales, sino que también actúa como una barrera para el progreso y el bienestar.
Por esta razón, tras cinco años de investigación, la alianza ha presentado un informe detallado que resume sus hallazgos. Entre estos descubrimientos destacan cinco aprendizajes fundamentales con el fin de buscar una economía más inclusiva y formalizada, estos aprendizajes son:
Aprendizaje #1: La porosa categoría de “Negocio Informal”
Esta primera lección resalta que los micronegocios informales son un tema central en la economía del desarrollo, con dos perspectivas extremas: como respuesta al desempleo o como resultado de fallas en el sistema financiero y educativo para emprendedores. En realidad, estos negocios fluctúan entre lo formal e informal según el entorno. La informalidad se compara con una escalera de dos peldaños: el extensivo (registros, contabilidad) y el intensivo (seguridad social). Sin embargo, las microempresas cambian constantemente entre estos niveles. Por lo tanto, la formalización no debe ser un objetivo aislado, sino que se debe priorizar mejorar las habilidades de gestión para que los dueños valoren los beneficios de lo formal: mejores créditos, acceso a mercados estables y menor rotación de empleados, aumentando la productividad.
Aprendizaje #2: La relevancia de considerar la informalidad en la macroeconomía
La convivencia de sectores formales e informales impacta en los mercados de bienes, trabajo y crédito, influyendo en las políticas macroeconómicas para empleo, productividad y ciclos económicos. Los estudios macroeconómicos de la Alianza EFI exploran diversas facetas de la informalidad, destacando la calidad institucional como factor fundamental, permitiendo analizar el impacto de políticas debatidas como reformas al salario mínimo, regulaciones monetarias, leyes laborales, impuestos óptimos y costos de fiscalización.
Dos hallazgos resaltan la persistencia de la informalidad: primero, su carácter hereditario amplía brechas de pobreza y desigualdad; segundo, la integración financiera puede atenuar esta persistencia. Modelos de equilibrio general dinámico también han sido desarrollados para replicar patrones empíricos de informalidad en Colombia,
Aprendizaje #3: El deber del Estado hacia los agentes Informales
Más allá de las definiciones técnicas y legales de la informalidad, una definición desde las decisiones individuales considera el nivel de formalidad como una elección que cada agente, individual o empresarial, hace en relación a la intensidad de su interacción con el Estado.
Esta definición tiene ventajas clave que permiten ver la informalidad en zonas grises de relaciones formales e informales en lugar de una categorización rígida; explora si esta elección se basa en percepciones de beneficios y costos de la formalidad; distingue agentes informales, incluso los que eligen la informalidad, debido a su deseo de no ser observados (por ejemplo, en encuestas o registros de identificación). Ejercicios controlados con agentes informales destacan la importancia de esta confianza en estrechar las conexiones entre trabajadores y el Estado.
Aprendizaje #4: La informalidad urbana abarca más que solo el estatus laboral o regulación de empresas; es un fenómeno sistémico con conexiones económicas más amplias.
Desde la perspectiva urbana, la informalidad se relaciona con la vivienda y su falta de cumplimiento de estándares urbanos. En las ciudades en crecimiento, los barrios informales con autoconstrucción y carencia de servicios esenciales presentan riesgos ambientales. Estudios sobre mercado de suelo y calidad de vivienda revelan tres lecciones importantes para políticas públicas. Primero, la informalidad de la vivienda está vinculada con la laboral y financiera, así que medidas para la inclusión laboral pueden impactar positivamente otras formas de informalidad. Segundo, los programas de vivienda no solo afectan a los beneficiarios directos, sino que transforman entornos, mejorando vecindarios. Tercero, inversiones en infraestructura, especialmente transporte, reducen informalidad y pobreza al formalizar empleos y mejorar ingresos.
Aprendizaje #5: La brecha de habilidades entre personas y empresas
Existe una brecha entre las habilidades que las personas tienen al buscar empleo y las habilidades que las empresas requieren. La falta de alineación entre las habilidades que poseen las personas al buscar empleo y las que requieren las empresas es un desafío crucial. La calidad educativa en las Instituciones de Educación Superior (IES) es variable y a menudo no se ajusta a las necesidades laborales, lo que impacta en la caída de las tasas de empleo.
En conclusión, la alianza provee una batería de resultados que permiten profundizar el conocimiento sobre la heterogeneidad que tiene la informalidad. Andrés García, profesor de la Facultad de Economía exclamó:
“Antes del proyecto sabíamos que la informalidad era un proceso complejo y que tenía muchas heterogeneidades, es decir que los trabajadores formales no todos son iguales. Hay parte de la informalidad que se relaciona con la pobreza, pero hay parte de la informalidad que se relaciona también con temas comportamentales. Que la informalidad en contextos rurales y contextos urbanos es diferente, y que cuando se habla de informalidad también tenemos que tener en cuenta el concepto de inclusión. En el marco del proyecto los resultados nos ofrecen diferentes miradas al problema de informalidad, diferentes perspectivas que conllevan a tener elementos para la formulación de diferentes políticas públicas, tanto como en el fortalecimiento de los mecanismos para reducir la informalidad”
La Alianza EFI se compone de 7 Instituciones de Educación Superior y 7 representantes del sector productivo, con la colaboración de investigadores de 5 instituciones internacionales prestigiosas (University of Oxford, University of Pennsylvania, Paris School of Economics, University of Milano-Bicocca y University of Illinois at Chicago). Las Instituciones de Educación Superior involucradas son la Universidad del Rosario como ancla, UNIMINUTO, Universidad de Antioquia, Universidad de Ibagué, Universidad del Quindío, Universidad del Valle y la Universidad Autónoma de Latinoamérica. Y en el sector productivo, están presentes entidades como Asobancaria, Asocajas, Federación Nacional de Cafeteros en Colombia, Cámara Colombiana de la Construcción, Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca, Fundación Avina y Fundación Capital.
Este ecosistema científico, a través de su trabajo con diversas poblaciones en 17 departamentos de Colombia, no solo ha arrojado luz sobre estos cinco aprendizajes fundamentales, sino que también ha generado un llamado a la colaboración entre la educación y la producción para promover la innovación empresarial, la mejora de planes de estudio y la promoción de relaciones laborales más saludables. Esta investigación sigue dejando una huella tangible en la búsqueda de una economía más inclusiva y formalizada.