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Nataly Fandiño Quesada
Redacción Nova et Vetera

Justamente, este panorama fue la motivación de varios padres de familia a constituir la Corporación TransiciónEs Crecer, una organización fundada en 2009 para la creación de escenarios de formación innovadores para jóvenes con discapacidad intelectual.

Inés Elvia Restrepo, médica pediatra egresada de la Universidad del Rosario y presidente de esta corporación, habla sobre su experiencia como madre de Felipe. “Mi hijo tiene síndrome de Down y él se encargó de mostrarme que más que un problema, las personas diversas son una oportunidad para la sociedad. Nos recuerdan que la verdadera naturaleza del ser humano es ser vulnerables, porque al final todos somos vulnerables, y que lo que nos hace ser humanos es esa capacidad de entender al otro desde su diferencia”, afirma Inés.

Mi hijo tiene síndrome de Down y él se encargó de mostrarme que más que un problema, las personas diversas son una oportunidad para la sociedad.

 

El sueño de una educación inclusiva fue compartido con la Universidad del Rosario, ya que en 2010 surgió el programa OAT (Opciones y Apoyos para la Transición a la Vida Adulta), un proyecto piloto implementado inicialmente por la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud. Este proyecto se ofrece a jóvenes con discapacidad intelectual entre 18 y 25 años, con el propósito de fortalecer en ellos habilidades para la vida adulta, independiente y productiva a través de prácticas educativas, laborales y sociales.

En todo este proceso los estudiantes reciben acompañamiento de un equipo multidisciplinar encargado de servir de guía y soporte en la formación integral del ser, hacer y el saber de cada participante. Desde su implementación, han sido admitidos 70 jóvenes con síndrome de Down, desorden del espectro autista, parálisis cerebral y epilepsia, entre otras condiciones.

Con la evolución del programa y las apuestas estratégicas del Rosario en pro de una universidad diversa, a partir de 2016, el programa OAT fue acogido por la Vicerrectoría académica y la Dirección de Estudiantes, con el fin de desarrollar modelos pedagógicos donde se reconoce esta diversidad.

No es en una clase magistral ni en el cumplimiento de las normas, sino que las sociedades se transforman en el cotidiano vivir, en la convivencia.

 

Naysla Yauhar, directora de Estudiantes, explica la importancia de apoyar este tipo de iniciativas: “Como institución educativa estamos comprometidos con las diferentes formas de aprendizaje y con la inclusión, porque reconocemos que todos necesitamos apoyos y herramientas distintas, y en este sentido la universidad nos prepara mediante el uso de diversas metodologías de enseñanza para lograr los objetivos de formación para personas con y sin discapacidad. El Rosario cuenta con el Programa IncluSer para estudiantes de programas conducentes a título, y con nuestra alianza con OAT para la formación de jóvenes con discapacidad intelectual”, manifiesta Naysla.

La adopción de dinámicas de enseñanza especializadas a estudiantes con discapacidad intelectual es una puesta de innovación social. “Estamos trabajando para la construcción de una comunidad que hace evidente el enfoque de ‘aprender a aprender’, y dentro de él la inclusión mediante rutas de formación en diferentes áreas, denominadas ‘trayectorias de aprendizaje’. La trayectoria de inclusión privilegia espacios de formación para todos nuestros estudiantes y para este grupo de jóvenes con discapacidad, que tradicionalmente han estado por fuera del sistema de educación superior. Además, permite la unión con otras trayectorias, y como ejemplo, contamos con un grupo de jóvenes que ha cursado la trayectoria de emprendimiento, que actualmente produce alimentos saludables derivados de fruta deshidratada. Esta empresa genera una opción de empleo autónomo para jóvenes egresados del programa OAT, con lo cual se cierra parte del ciclo de formación y trabajo”, argumenta Naysla.

El programa OAT también implica una relación en doble sentido, por eso para los demás estudiantes que comparten con esta población diversa es una oportunidad de conocer el mundo a través de otros ojos, y vivir ese relacionamiento donde los jóvenes recorren diferentes trayectorias de formación. “Si un estudiante debe compartir los espacios de la universidad con alguien completamente diferente, inmediatamente surgirá la curiosidad por saber quién es esa persona; ahí es donde realmente ocurre la inclusión. No es una clase magistral, ni en el cumplimiento de las normas sino que las sociedades se transforman en el cotidiano vivir, en la convivencia”, sostiene Inés.

La Universidad del Rosario permanentemente busca abrir espacios de diálogo con la sociedad, para encontrar aliados y generar transformaciones e innovaciones sociales. Este importante proyecto busca formar ciudadanos y jóvenes con posibilidades de crear un camino de vida, nutrido por la experiencia de vivir las oportunidades que las instituciones diseñan para sus estudiantes.

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Alejandro Cheyne será el rector número 120 de nuestra institución, al obtener mayoría en los votos para elección, en la cual está conformado por los Colegiales de Número y los Consiliarios, y se realiza mediante una votación pública en la que hay dos urnas: en una depositan los votos secretos los Colegiales y en la otra los Consiliarios. El 24 de octubre será la ceremonia de posesión.

Los candidatos para ser elegidos como rector de la Universidad del Rosario fueron: José Alejandro Cheyne y Andrés López.

La votación se dio de la siguiente manera:
-José Alejandro Cheyne: obtuvo 9 votos por parte de la Colegiatura y 4 votos de la Consiliatura.
-Andrés López: obtuvo 6 votos por parte la Colegiatura.

 

¿Quién es el nuevo rector de la Universidad del Rosario?

José Alejandro Cheyne García es considerado como uno de los catedráticos más importantes en los programas de educación superior en Colombia. Su firme deseo por compartir desde muy joven sus experiencias de aprendizaje teórico - prácticas, lo han hecho merecedor de diferentes reconocimientos como Colegial de Número de la Universidad del Rosario, The Outstanding Young People de la Cámara Junior Internacional Colombia y profesor destacado en programas de postgrado, entre otros.

Se desempeñaba como decano de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario. Es doctor en Pedagogía Universidad UPAEP, México; economista y especialista en Administración de Empresas y docencia universitaria de la Universidad del Rosario; antes de vincularse a la universidad, se desempeñó como rector de la Fundación Universitaria Empresarial de la Cámara de Comercio de Bogotá (Uniempresarial). Fue vice-decano de la Escuela de Economía de la Universidad Sergio Arboleda, director de la Unidad de Asesoría Empresarial de la Universidad del Rosario y coordinador de especialización en la Universidad de la Sabana.
 

En este 2018 Alejandro Cheyne cumple 30 años como rosarista, por lo cual destaca el papel que ha tenido la universidad en su vida como en su carrera: "la primera es la gratitud, pues entendí mi a vocación a la docencia y emprendí una carrera entre la docencia, investigación, extensión y con el management. La segunda gran reflexión es una entrega sin límite y un trabajo sin descanso; trabajaremos arduamente con los únicos y reales protagonistas: nuestros estudiantes. Por último una innovación pedagógica, no podemos seguir haciendo más de los mismo, los estudiantes nos están exigiendo una pedagogía donde se privilegie el aprendizaje sobre la enseñanza. Esto acompañado del uso y apropiación de la tecnología al servicio de la educación".

 

Sobre la elección del rector

La elección del rector y de las directivas de la Universidad del Rosario, fundada en 1653, se realiza mediante un sistema sui géneris, heredado de las universidades más antiguas del mundo, como son las de Bolonia y Salamanca.

Al Colegio Elector del rector, conformado por los Colegiales de Número y los Consiliarios, les corresponde esa elección, mediante una votación pública en la que hay dos urnas: en una depositan los votos secretos los quince Colegiales y en la otra los cinco Consiliarios.

Si en la votación un candidato reúne las dos terceras partes de los votos quedará elegido, siempre y cuando en esa mayoría se cuenten, por lo menos, con dos votos de la urna en que votan los Consiliarios. Si ninguno obtiene dicha mayoría se efectuará una nueva votación contraída a los dos candidatos mayoritarios. Si en la segunda votación, ninguno de los dos candidatos obtiene esa mayoría, los dos nombres se someten a la consideración del Señor Patrono del Claustro, que es el Presidente de la República, para que, entre ellos, escoja al rector.

Los Colegiales de Número son quince estudiantes de pregrado activos, escogidos entre los estudiantes que hayan cursado, por lo menos cuatro periodos académicos en la universidad y cuyo rendimiento académico se encuentre entre la tercera parte mejor calificada.

De esa primera lista de elegibles se hace una selección minuciosa, teniendo en cuenta no solo el promedio académico sino las calidades morales y de conducta. En esta selección participan los consejos académicos de las Facultades y Escuelas, en las cuales tienen asiento el rector o su delegado, el decano o su delegado, representantes de los profesores, representantes de los mismo Colegiales y del Consejo Estudiantil, así como de los egresados.

La decisión final la adopta la Consiliatura, presidida por el rector y debe contar con el beneplácito del Patrono.

 

La Consiliatura

Los Consiliarios, que componen el máximo órgano directivo del Claustro, son elegidos por un cuerpo electoral compuesto por el rector y los Colegiales de Número, para un periodo de cuatro años, reelegibles indefinidamente. Dos de ellos deben ser de los que se encuentran en ejercicio y uno, por lo menos, profesor activo de la universidad.

La elección de estos Consiliarios se produce luego de la designación de rector quien preside la Consiliatura y de la cual hace parte, con voz y voto, el Colegial Mayor que es uno de los Colegiales de Número.

Este sistema, que ha tenido pocas variaciones desde el siglo XVII, fue impuesto por el fundador Fray Cristóbal de Torres, Arzobispo de Santafé en el Nuevo Reino de Granada, para responder a la pretensión de los religiosos Dominicos de convertir el Claustro en seminario para los novicios de las Orden de Predicadores.

 

Sobre el nuevo rector

El rector que se elegirá reemplaza al doctor José Manuel Restrepo Abondano, quien renunció al ser nombrado Ministro de Comercio, Industria y Turismo del actual gobierno.

Este nuevo rector será el número 120, desde la fundación de la universidad en 1653. Con excepción de la época de la Regeneración de Núñez y Caro y la subsiguiente hegemonía conservadora en que se suspendió el sistema electivo, todos los rectores han sido designados mediante este sistema democrático, en el cual participan todos los estamentos universitarios.

Durante esa época de finales del siglo XIX y hasta 1930 el Presidente de la República nombró a los rectores del Claustro rosarista, entre los cuales se destacó el doctor Rafael María Carrasquilla quien estuvo al frente de la rectoría desde 1890 a 1930.

El periodo del rector es de cuatro años, pudiéndose reelegir por dos periodos más o sea que la máxima permanencia de un rector es de doce años.

El Colegio Elector del rector, al ser convocado por la Consiliatura, desarrolla sus deliberaciones confidencialmente y realiza entrevistas a profundidad con los candidatos que los mismos electores proponen.

Luego del término fijado para estas deliberaciones se convoca a una elección, en sesión pública a la cual se invita a toda la comunidad rosarista, en el Aula Máxima del Claustro.

El 24 de octubre es la fecha señalada para la solemne ceremonia de posesión del rector elegido, la cual es presidida por el Presidente de la República, en su condición de Patrono de la Universidad.

 

Estas son las fotos más destacadas de la elección del nuevo rector

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