Del Animalismo al Ani – Malísimo: Micos, violencia y otros extremismos detrás de la propuesta de Ley 087 de “Protección Animal”.
Ricardo Andrés Roa Castellanos
Ricardo Andrés Roa Castellanos
Introducción
¿Qué los valores de las multas por crueldad animal son anacrónicos? ¡Cierto! ¿Qué los animales necesitan protección en tiempos de una sociedad acrítica que se comporta como zombie? ¡Indudable!. ¿Qué la protección de los animales y su bienestar es una causa noble que extremistas han pervertido? ¡También!
El problema es que popularmente los animales están siendo explotados para beneficios económicos y políticos por personas intolerantes (en adelante descritas como animalistas misántropos) que amenazan las poblaciones animales, silvestres y domésticas, la co-existencia pacífica, la pluralidad, la libertad de expresión, los ecosistemas, la salud pública y los aparatos económicos y nutricionales, que han tardado miles de años de evolución en construirse.
Existen así razones biopolíticas (analíticas de la supervivencia de las poblaciones) para defender a los seres humanos y a los animales mismos de los falsos defensores de animales.
Hace muy poco se aprobaba –sin modificaciones– en primer debate de la Cámara de Representantes el errado proyecto de ley 087 de 2014[1]. A la opinión pública se le ha vendido la propuesta, sin mostrar el texto, como una “buena” ley solo para endurecer las penas contra el maltrato animal[2].
Sin embargo el mismo proyecto, aunque corto, tiene una grave necesidad de corrección de “micos” o goles legislativos para beneficios particulares, que deben ser explicados a continuación y rechazados más allá de que dicho proyecto de ley fuese presentado por un polémico representante, miembro, según “La Silla Vacía”[3], de una casta política cuestionada; la que, por demás, tiene en grave crisis a la ciudad de Bogotá, mientras sus representantes, como se ve con este episodio, legislan tendenciosamente sobre el sexo de los ángeles.
En realidad, el proyecto de ley es un mecanismo que busca lucrar supuestas “protectoras de animales” (Parágrafo 2º de la propuesta de modificación 087 al Artículo 46 de la Ley 84 de 1989, una ley que ya existe para evitar la crueldad contra los animales, pero en cuyo apartado se dice que los dineros recaudados por las incrementadas multas millonarias –tasadas hasta en 40 millones de pesos– deben ser destinados “a las Juntas Defensoras de Animales” locales).
Para que el lector compare: ¿Sería lógico que las multas obtenidas por infracciones de tránsito fueran a parar por ley a talleres mecánicos de vehículos (a particulares)? Lo público no es para discrecional beneficio económico privado, o se estaría incurriendo en corrupción.
Y hay que decir supuestas “protectoras de animales”, pues en múltiples episodios, ya hasta globalizados, personajes que se arrogan la protección de animales, en muchos casos componen otra tipología de verdugos justamente en contra de los animales.
Adicionalmente, incluso por medio del moderno cyberbullying, delincuentes con esta causa promueven ataques físicos, virtuales, psicológicos y violentos, hasta a señoras de edad, reportados en España[4] o Colombia[5].
Peor aún es que espacios para la universalización, discusión, verificación o refutación de ideas, como es la Universidad –característica de donde deriva su nombre– se hayan vuelto para estos adoctrinantes extremismos, lugares de violentos ataques a personas que al exponer sus ideas han salido golpeadas, lesionadas, tras procederes sistemáticos de incitación al linchamiento en juicios emotivos, ipso facto, condenatorios, de los activistas[6]. Por lo visto, y con lo que se verá en el resto del artículo, la violencia en niños y jóvenes es desatada más por el fanatismo animalista-misántropo, que por presenciar corridas de toros, corralejas o peleas de gallos, como discursivamente se dice. Le pido el favor al lector que chequee los enlaces virtuales anexos para ir comprobando de lo que se está hablando. ¿Quién se lo iba a imaginar? Pero es así y el proyecto de Ley 087 permite desenrollar el pérfido ovillo:
Caballo de Troya: Daño Animal con Máscara de Causa Noble
En la realidad, el remedio prohibitivo legalista-animalista puede resultar peor que la enfermedad.
¿Por qué? Para empezar, por lo ya visto de sus soluciones institucionalizadas por ley. La experiencia de similares “triunfos” legales de animalistas misántropos, no calificados en Veterinaria para el tema, lo muestra. Así recientemente ocurrió en México con la ley que prohibía los animales en circos y provocó en cambio la pena de muerte para 4000 animales[7], que eran utilizados en esas actividades, y que no contemplaba un sistema para su absorción poblacional.
Ciertos animalistas tan mediáticos, como misántropos y adictos a las cámaras, como los miembros de la ONG animalista PETA, según descubrimiento de funcionarios veterinarios del gobierno de Virginia en EE. UU., en sus “santuarios” de “refugio” han matado más de 33 000 animales en los últimos años, año tras año, más del 90% de los animales que reciben como “rescatados”[8].
Pero ese animalicidio institucionalizado por parte de la “peculiar” filosofía activista, que les lucra por medio de ingenuas “donaciones” con varios millones de dólares (más de 51 millones de dólares en 2014, exentos de impuestos según ellos mismos)[9], trabajados emotivamente y con maquiavélicas técnicas efectistas (Jacobsson & Lindblom, 2013) sobre el crédulo y bienintencionado público joven, no es un incidente aislado en el animalismo.
La propia fundadora de Peta reconoce haber “matado” ella misma “miles de animales” antes de crear esa ONG, con el argumento baladí de hacerlo “sin crueldad” (ver aquí).
Los socios para Iberoamérica de Peta, desde el 2001, son la histriónica ONG AnimaNaturalis: (ver aquí).
Ya que el animalismo-misántropo dice sustentarse en el olvido del antropocentrismo, hagamos una comparación sobre el propio enfoque filosófico igualitario, pensando en las víctimas animales: ¿El homicidio deja de ser homicidio si se hace sin crueldad? ¿O si se comete por causas que a alguien caprichosamente le parecen “humanitarias”?
Pero hemos dicho que los animalicidios animalistas no son incidentes aislados, sino globales y frecuentes. Sustentémoslo al tenor de información actual complementaria sobre sus políticas:
Al ser formuladas lejos de los gremios calificados de la salud animal, debido a una exclusión de los promotores a los profesionales científicos, veterinarios y zootecnistas que no sean activistas, sus políticas han tenido secuelas con precios pagados en vidas animales. Había ya ocurrido algo semejante en Bogotá, donde la improvisación en el mismo sentido le costó la vida a un número importante de caballos empleados en vehículos de tracción animal (VTA) o “zorras”[10], mientras muchos otros de estos equinos fueron abandonados y otros llevados a mataderos para ser eliminados de un hachazo en la cabeza, fruto de la improvisación. De no ser por la voz de alerta, no se hubiera dado el acompañamiento sanitario en Veterinaria de la UDCA.
En contraste, ciudades menores (Manizales y Medellín) que la capital de Colombia, sí pudieron cumplir, dentro del tiempo y previsiones sobre el destino animal, con la norma Ley 1666 de 2010, destinando lugares apropiados para los equinos.
Pero la implementación política en Bogotá[11] fue tardía (debió haberse ejecutado para enero de 2012 y no se hizo, exigiendo una nueva norma, el Decreto 178 de 2012, para ampliar los plazos y proteger la negligencia de un gobierno local que presume de proteger a los animales).
Cuando dijeron que se había hecho su implantación, esta fue lenta, con dolo e insatisfactoria. Expliquemos el dolo: La clásica dupla efectista activismo-farándula mostró 25 actores que supuestamente iban a adoptar animales pero que, en realidad, 20 de ellos no lo hicieron, pues ni tenían los medios ni modo para hacerlo, según denunció Revista Semana[12].
La opinión pública, asimismo, fue emotivamente engañada, mientras la vanagloria y la jactancia de los activistas se olvidaban de los animales. Más de mil animales quedaron sin ser adoptados. En 2014 seguían apareciendo grupos de caballos abandonados y muchos muriendo de hambre en la ciudad[13].
¿Protección animal? Nacionalmente, se dice que leones “rescatados” de circos en Colombia serán llevados a “santuarios” no de Colombia, ni de Perú o de Argentina, ni a zoológicos nacionales, sino de EE. UU[14]. ¿Por qué no dejarlos en tierras latinoamericanas, sino coleccionarlos para llevarlos?
La suspicacia no es gratuita. En la actualidad, dos animalistas propietarios de una de estas fundaciones animalistas “rescatistas” en Málaga, España, están a punto de recibir condena penal por haber causado la muerte “lenta y dolorosa” a más de 2200 (dos mil doscientos) animales en menos de dos años “haciendo auténticas sesiones de exterminio” –como dice la nota periodística–, en su propio santuario o sede, por medio –además– de figuras delictivas como la suplantación profesional de funciones o intrusismo, haciéndose pasar por veterinarios[15].
Extremismo Violento y Especieista Contra el Animal Racional
Pero la violencia va más allá: la casa del gestor de la tauromaquia como Patrimonio Intangible de la Humanidad ante la UNESCO en Francia, André Viard, fue incendiada, con su familia dentro, por el grupo ecoterrorista animalista ALF[16] (Animal Liberation Front), que desde hace décadas toma su nombre del comentado clásico de la bioética animal Animal liberation, del filósofo Peter Singer. Lo que hizo ahondar en un tema que pareciera inofensivo, el animalismo, pero con el cual le están “rayando la cabeza” gravemente, como se ve, a una parte importante de la sociedad: la juventud.
Es absurdo tener que comprobar que lo anterior no se trataba de incidentes aislados.
En noviembre de 2014 el ataque reiterado por más de cinco veces consecutivas, en días distintos, a los novilleros huelguistas, por parte de animalistas en Bogotá, incluso con arma blanca[17] y perros, fue la punta del iceberg que empezaba a revelarse a este respecto.
Ahora bien, si una horda de fundamentalistas decide atacar con perros a un novillero o contradictor, y este se defendiera hiriendo o, peor aún, matando al perro, ¿quién sería procesado, multado y encarcelado de acuerdo con el sesgado proyecto de ley 087?
Los ataques físicos in crescendo por jóvenes animalistas contra quienes no comparten su ideología han recaído contra aficionados, pero también contra niños[18], policías[19] y toda clase de ciudadanos[20]. Agresiones físicas y boicots en España se dieron contra asistentes a diversos eventos legales de tauromaquia popular en distintas municipalidades (Coria, Tordesillas, Valencia, Pamplona, etc.).
El delito, con móvil animalista, tiene un abultado prontuario que lo descubre en su método antiético del “todo vale” (ver aquí).
Al inmenso listado de miles de noticias que reportan el delito cibernético del matoneo virtual por parte de animalistas, verificable todos los días en las redes sociales contra quien disienta de sus planteamientos, o de las dietas veganas, o al buscar en Google “ataques de hackers antitaurinos”, se le suman violencias y métodos cada vez peores, misántropos y físicos:
El método de convocatoria al linchamiento o “escraches” para el 2014 fue cada vez más frecuente a través de las redes sociales, como el convocado contra la madre de unas niñas, propietaria de una tienda con artículos turísticos y de tauromaquia, sobre la cual escribieron intoxicados con odio:
«Esperemos que se arruine o sufra un accidente», «hay que ir a partirles las piernas» o «si sale ardiendo igual tenemos suerte» (como se podía leer en la nota periodística –paréntesis míos–). La victima en cambio reaccionaba diciendo: «No daba crédito, la verdad, es incongruente que gente que se considera pacifista y que se supone que defiende a los animales luego te ponga una pistola en la sien», razona Verónica, que puso una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional, la cual abortó el escrache y citó a declarar al promotor de la acción. «La verdad es que les estoy muy agradecida»[21].
¿Problema de salud mental?
En un hecho similar de falsa compasión animal, y en lo que respecta al delito penal de falsedad personal, intrusismo o usurpación de labores profesionales calificadas en Colombia, un supuesto abogado, aparente dueño de la Fundación animalista “Por los que no tienen Voz” (ver aquí), se autoproclama “veterinario empírico”, maneja fármacos sedantes y anestésicos, legalmente restringidos, de estricto uso veterinario licenciado por leyes estupefacientes, no sin antes autovictimizarse y dar un dramático discurso manipulador, técnica habitual en esta clase de ilícitos arraigados contra los animales, que como en las leyendas urbanas de terror, arbitrariamente son mal-operados por personal sin formación (ver aquí).
El personaje en cuestión funge de cirujano en videos –sin tener, según sus propias palabras, ni siquiera título de Médico Veterinario–, pero esto no lo detiene para pedir contratos públicos, donaciones, casas, e incluso hacer un video que pretende ser “ejemplar” y titula “Cirugía esterilización de una perra -apoyo estudiantes veterinaria[22]”.
Si esto ya les va sonando a desvaríos mentales, es porque probablemente sea así. Los incidentes efectivamente no son aislados, pero sí preocupantemente frecuentes.
Habíamos comentado en un artículo previo sobre la variedad dietética del animalismo extremista, el veganismo y sus desventajas, que la defensora de animales estadounidense Sandra Lertzman, directora ejecutiva de la protectora Fundación Derechos de los Animales (Animal Rights Foundation), en consonancia, se suicidó en 2013 después de matar sus 31 perros “para protegerlos”[23].
Que personas de buena fe, pero extremistas, quizás con problemas mentales, o al menos ignorantes en la materia animal, consideren que con la suerte de las poblaciones animales cualquiera puede jugar, sin estudios ni formación adecuada, es un fallo cultural, institucional y legal que no debe proseguir.
Pero este horror y peligro sanitario está ocurriendo tanto a escala micro, como sucede con estos falsos “terapeutas” y “protectores” de animales en diversos países (ver aquí), como a escala macro, como cuando ocurre con los improvisados legisladores ignotos que secuestran y monopolizan una temática legislativa para la cual no tienen la preparación académica indicada, y usurpan la labor que la sociedad ha encomendado desde tiempos muy remotos al personal científico y sanitario.
Por lo mismo, estos personajes “animalistas misántropos” creen que hasta los Centros de Zoonosis –instituciones clave para la Salud Pública o los laboratorios de investigación–, son susceptibles de volverse un lugar de juegos improvisados para politiqueros animalistas (como con el reciente tratamiento experimental contraindicado a 206 animales infectados con leptospirosis –una enfermedad que se contagia al humano– que le costó al erario público de Medellín 500 millones de pesos[24] [casi 2,5 millones de pesos por animal, para tratarlos con simple penicilina (…)]; mientras se tuvo por meses a los perros, en contra de los protocolos sanitarios internacionales, vertiendo diariamente al ambiente, por la orina contaminada, la peligrosa espiroqueta Leptospira sp, que provoca colapso renal y hepático en varias especies animales y en humanos (Méndez et al., 2014), y que puede matar al humano como ya lo había hecho en un par de casos recientes en mismo Medellín (Echeverri et al., 2011) bajo el denominado Síndrome de Weil). El boicot y vandalismo contra la ciencia y los laboratorios también continúa en otras formas de ese animalismo excedido y, en el presente, ejercido sin control legal.
Animalidades Varias en el Contexto de La Aprobación
Pero la veloz aprobación temporal, a pupitrazo, del proyecto de ley 087 en Colombia ocurría en el contexto del ataque a “Príncipe”, el perro al que le disparó un deportista en medio de una discusión con otras personas que lo atacaban[25], y del incidente donde otro perro murió por una patada de una de las dueñas que buscaba defender a su propio perro, de mucho menor tamaño, en una pelea canina.
Tristemente, en ese incidente también, el carácter antisocial y violento que casi se pasa por alto de los animalistas-misántropos, quedó consignado el 10 de Abril de 2014, en edición del periódico local Mi Zona de El Tiempo Suba, pues pese a que los hechos fueron distorsionados, magnificados, solo hubo descargos de la sindicada después del escarnio público, cuando se le permitió dar su versión[26]. Pero su vivienda fue atacada tras el incidente por los radicales fundamentalistas, consecuencia de la ligereza en el inmediatamente condenatorio manejo informativo.
Hay que anotar que, en estos incidentes, ambos canes erróneamente eran paseados sin correa[27] (aquí viene otro síntoma social: mientras que los comentarios de esa nota periodística superaban los 380, la masacre universitaria de Kenia de 147 personas a la fecha de consulta no pasaba de 28 comentarios en el mismo diario[28]).
La sujeción de mascotas, sin embargo, no figura en las iniciativas de modificación en el proyecto 087, penalizando si no la hay (prevención), ni tampoco hay en el 087 medidas específicas para obtener un buen trato (pedagogía), viendo el problema positivamente.
En los foros de las notas informativas anteriores, de nuevo los enardecidos animalistas misántropos (los hay filántropos como nosotros) pedían otra vez “patadas”, “la horca” y “linchamiento” contra la señora “bien” (pues se ha colado en la problemática el fratricida odio de clases); otros “moderados” pedían los tres años de cárcel que contempla la pena en la reforma. Muchas otras expresiones de odio físicas y verbales –se ve– componen una peligrosa coreografía contra la verdadera paz, con los hermanos animales y con los hermanos humanos.
En términos prácticos: Tal y como está la propuesta de ley 087, si usted atropella por accidente (sin sevicia, pues la sevicia es un agravante contemplado) a un perro, u otro animal “vertebrado” que también vaya sin correa, como dice la seudocientífica ley SIN ATENUANTES, y le cause la muerte o lesiones graves: USTED IRÁ A LA CARCEL O PAGARÁ MILLONES DE PESOS EN MULTA, dinero que iría a parar a esas fundaciones animalistas variopintas (porque también las hay sensatas, buenas y responsables).
El peligro de una de esas desproporcionadas sanciones ejemplificantes, en tiempo de cárcel, o de multa, se cierne sobre cualquier ciudadano, porque no se excluyeron los accidentes.
Lo más irónico es que lo que la gente ve como violencia injustificada contra los animales, es decir, pelea de gallos, toreo, caza deportiva, o corralejas quedaron como excepciones intocables del pésimo proyecto de ley 087. El móvil económico comentado, pasado como insignificante “parágrafo” por el legislador yoghi, entonces cobra mayor importancia en el afán de sacar esta ley, bajo una coyuntura amplificada maquiavélicamente por periodistas interesados, y que antes fue rechazada varias veces, como lo ha sido en países desarrollados.
La ley 84 de 1989 fue concebida por personal técnico, en ese entonces sin intereses velados –políticos o económicos de por medio–. Si las multas hoy en día son ciertamente risibles, de 5000 a 50 000 pesos, excarcelables; lo cierto es que para mantenerse en el tiempo, sí pueden pasarse a unidades de salarios mínimos legales vigentes (SMLV), y su recaudo destinarse a las instituciones gubernamentales de investigación animal (ICA, Corpoica, centros de zoonosis), o en veterinaria pública (hospitales veterinarios universitarios públicos), o para construir con las universidades idóneas en Veterinaria, un hospital veterinario público serio, pues una de las líneas profesionales en Medicina Animal es justamente el formalmente conocido Bienestar Animal.
Aunque la sociedad ha apoyado a estos manipuladores profesionales, cada vez son más las voces que entienden que la radicalización de esta charlatanería engañosa pondría en grave peligro desde la ciencia hasta la cotidianidad. Pero también aprovechando el río revuelto: peligra el abastecimiento de alimentos derivados de animales para la población y la propia estructura económica nacional, de un país agropecuario, que aún no parecen entender los “beligerantes” animalistas de ciudad, al querer cambiar la naturaleza dada a los animales por el Código Civil a “seres sintientes”, propuesta que tampoco ha podido ser admitida ni en los países desarrollados, de donde han salido dichas filosofías, por el colapso civilizatorio y ecológico que supondría[29].
El yerro 087 fue dictaminado por el carácter no-lector, sordo, improvisador y falto de idoneidad profesional en los legisladores que caracteriza en estos momentos lo “políticamente correcto”. Es esta toda una crisis apalancada en el falso “buen corazón” de algunas controvertidas instituciones nacionales y ese lobbysta animalismo misántropo, que ve a su propia especie como “plaga” y que sin cesar prefieren la extinción de los animales utilitarios a su uso y cría reproductiva, como lo dicen incansablemente en las redes sociales y foros, bajo el animalicida lema antitaurino “mejor extinguido que toreado” (ver Gráfica).
Gráfica 1. Muestra de declaraciones típicas, que prefieren la extinción de los animales a su uso simbiótico, por parte del violento animalismo-misántropo en foros virtuales.
No hay duda que se debe proteger a los animales de los abusos, los delitos y hasta crímenes terroristas, como la aberrante técnica de uso homicida y animalicida de explosivos llamada “animales-bomba” (Burros-bomba[30] [31] [32] [33], caballos-bomba[34], perros-bomba[35], etc.)
Es lamentable que este violento “maltrato”, omitido puntualmente en el proyecto 087 o en los debates “virales”, como aquel de los “niños bomba”[36], tampoco sea un hecho aislado sino sistemático, ideológico y recurrente, donde curiosamente, no se pronuncian, ni desgarran las vestiduras en los medios de comunicación, ni los animalistas políticos, ni los políticos animalistas, pese a lo reciente de los hechos, como puede verse en los enlaces adjuntos, que es una pequeña muestra de los horrores que han pasado seres humanos y animales como consecuencia de otro extremismo político-ideológico.
Pero esto ha sucedido, como los homicidios y genocidios de los que ha sido víctima el “animal racional” o “ser humano”, pese a leyes –duras o blandas– que para disuadir a los criminales van desde la pena de muerte y cadena perpetua, a las pírricas condenas que por esa misma causa se dan en la justicia colombiana actual. No es con gravosas penas como se puede luchar contra el maltrato, aun interhumano. Sí se logra con cumplimiento de lo mínimo judicial existente, amor, empatía, gregarismo y educación.
Como puede verse, no es de poca monta el problema creado entre el animalismo, las leyes, la demagogia y la misantropía. Ejemplos hay por miles, pero citemos uno silvestre.
Afectación Silvestre: el caso de los Chimpancés y los Gorilas.
Sin una entrenada imparcialidad científica, los efectos de la emotividad pasional pueden ser desastrosos. Por ejemplo, el mismo teórico animalista, el hiperactivo Peter Singer, que ni siquiera tiene mascota pero sí justifica (ver aquí) la zoofilia (Beirne, 2001) y crea también con la filósofa Paola Cavalieri en 1993 el Proyecto Gran Simio (Big Ape Project) le ha puesto camisas de fuerza a la ciencia, la investigación, y a la sanidad humana y animal, con base en lobby senatorial y seudointelectualismo, así como a la experimentación en Europa con grandes simios (gorilas, orangutanes, chimpancés).
Lejos de proteger la población de estas especies, el intrusismo de estos humanistas en las ciencias médicas y animales lo único que ha favorecido es la creciente muerte masiva por epidemias de estas poblaciones salvajes (Leroy et al, 2004). Y de miles de humanos en 2014, al haber obstruido antes los ensayos clínicos previos para la vacuna contra Ébola en primates.
Que el proyecto Gran Simio haya frenado en los últimos años investigaciones en vacunas que iban avanzadas, como el Ébola, acudiendo a las Naciones Unidas y a instituciones políticas, le ha significado también, por cese prohibitivo, en los desarrollos investigativos con estas especies, la muerte a un tercio de la población total de gorilas y chimpancés en el África, solo a causa del virus del Ébola, con el brote último de 2014 hasta enero[37], horror que ya había ocurrido en el brote de 2006 (ver aquí).
Incluso grandes científicos han sido timados por la falsa compasión de estos argumentos: antes de la epidemia de Ébola de 2014, Francis Collins, director del Instituto Nacional de Salud de EE. UU., había aceptado enviar más de cien simios a un “santuario” por recomendación de este lobby[38].
En inmunología, es claro que la respuesta in vivo no se corresponde completamente con la encontrada in vitro. Por eso es necesaria la experimentación animal, en circunstancias reducidas, refinadas y con previos remplazos de animales en lo posible (3 R de los científicos Russell y Burch), incluso por la necesidad de hallar vacunas para los propios animales. El mundo no es estático. Pero el lobby político-sensacionalista de gente sin idoneidad profesional pudo más y le ha costado la vida a miles de animales y miles de personas al haber obstaculizado por ley la investigación. Hasta hoy se mantiene la investigación con grandes primates en EE. UU., pero en Europa se ha abolido[39].
En efecto, la antítesis del maltrato no es el exterminio, sino el buen trato. De lo contrario, se incurre en un exabrupto que equivaldría a “abolir” la esclavitud matando a los esclavos. Un sinsentido que avergonzaría a Lincoln por el desprestigio de la palabra “abolición” o “libertad” que han dado estos extremismos.
Sobre el mismo fenómeno del Ébola, dado el venenoso activismo viral en las redes sociales el sacrificio de la mascota “Excalibur”, perro de la enfermera española que contrajo la infección en octubre de 2014, determinó otro síntoma social de este extremismo como fue el ataque físico por parte de enfurecidos animalistas-misántropos, incluso a la hija del veterinario que tomo la decisión[40]. Las normas epidemiológicas obligaban a esa medida, según los indicios. La efectividad de dicha medida se ve por cuanto, al día de hoy y con esa difícil pero necesaria toma de decisión profesional, España controló y ha estado libre de Ébola. En EE. UU., donde la exposición con la mascota no fue tan prolongada en un caso similar y cuya determinación fue tomada por un político, comparativamente hubo más casos en el episodio de Ébola (11 versus 3 españoles).
Pero así las cosas, hay que reconocerle a Singer que hizo de una causa noble, en 30 años, un tsunami cultural que perversamente transformó el amor por los animales en un evento compatible con la tipología de “secta coercitiva” para la psicología social (Rodríguez Carballeira & Martin-Peña, 2009), también con violentos fanáticos; y a la Bioética en una Necroética que, por resolverlo todo con el facilismo de la muerte, cuenta muertos por decenas de miles.
Si no se corrige el rumbo, estos fanáticos terminarán por crear el efecto contrario, acabando de minar la credibilidad de la justa causa. De la escuela (sofista) del filósofo comunista australiano Singer, por ejemplo, incluso también se deriva y reencaucha su vieja propuesta infanticida del aborto posnacimiento en humanos, hecha por sus discípulos, los filósofos Alberto Giubilini y Francesca Minerva (2012) bajo eufemísticos conceptos, también engañosos y sacados caprichosamente de debajo de la manga, como el propio “After-birth abortion” (homicidio), o el de “Ética aplicada” (que en vez de analizar actos, busca sentar doctrina y jurisprudencia, saltando del ámbito analítico de la ética, al legislativo normativo del Derecho), o a gravitar en torno al gaseoso término “personismo” para justificar acciones homicidas (Laing, 2013). Acciones a todas luces antisociales e involutivas, pues históricamente etapas como matar niños por ley, como hacían los antiguos romanos, los cananeos premosaicos, o han hecho indígenas y chinos, eran fases primitivas ya superadas por un justo medio y una recta razón.
Lo que es peor: en el caótico mundo actual, dicho animalismo misántropo dice no reparar en diferencias en las especies sensibles (antiespecista). Pero, de facto, discrimina no solo a las especies del reino vegetal, sino a la propia especie humana, segregándola y estigmatizándola como plaga, mediante una metodología activista de manipulación social –plenamente consciente–, la cual emplea desde micro-shocks mediáticos y psicotécnicos en las redes sociales (memes de violencia animal y proviolencia criminal animalista, Gráfica 2), hasta tolerancia a la culpa del daño autoinfligido con el veganismo, etc., en lo que implica un violento control mental antiético (Jacobsson & Lindblom, 2013) del que cuesta desprogramarse. Lo digo por experiencia propia.
Bibliografía
Grafica 2. Meme animalista misántropo que hace apología a la violencia y rota en redes sociales.
[1] Cuyo resumen es, según el portal www.congresovisible.org: “Los animales como seres sintientes recibirán especial protección contra el sufrimiento y el dolor, en especial, el causado directa o indirectamente por los humanos, por lo cual en la presente ley se tipifican como punibles algunas conductas relacionadas con el maltrato a los animales, y se establece un procedimiento sancionatorio de carácter policivo y judicial.”
Ver en Congreso VisibleURL (11-04-2015).
[2]URL: Ver noticia El Espectador (12-04-2015).
[3]URL: Ver noticia La Silla vacia (12-04-2015).
[4] URL: Ver noticia ABC (03-04-2015).
[5] URL: Ver noticia kienyke.com (13-04-2015).
[6] URL: Ver Noticia ABC (13-04-2015).
[7] URL: Ver noticia El Diario de Chihuahua (02-04-2015).
[8] URL: Ver noticia petakillsanimals.com (12-04-2015).
[9] URL: Ver reporte en Peta.ORG (12-04-2015).
[10] URL: Ver Noticia El Tiempo (01-04-2012).
[11] URL: Ver noticia en Soy Periodista (22-03-2015).
[12] “Aunque en total fueron 25 actores que se sumaron a la campaña, la mayoría no tenía el espacio para el animal. Aun así, Andrés Parra, Margarita Ortega y Ramiro Meneses, Andrea Guzmán, Yolanda Rayo, entre otros, prestaron su imagen para impulsarla.”
Ver noticia en Semana (22-03-2015).
[13] URL: Ver noticia en El Espectador (22-03-2015).
[14] URL: Ver noticia en El Universal (12-04-2015).
[15] URL: Ver Nota en Europapress (10-04-2015).
[16] URL: Ver noticia en ABC (03-02-2015).
[17] URL: Ver noticia en Noticias UNO ; Ver la noticia en El Tiempo (02-02-2015).
[18] URL: Ver noticia en Aplausos España (02-02-2015).
[19] URL: Ver noticia en La Prensa de Perú (02-02-2015).
[20] URL: Ver noticia en La Verdad de España (03-02-2015)
[21] URL: Ver Notician en El Mundo (03-02-2015).
[22] URL: Ver video en Youtube (10-04-2015).
[23] URL: Ver articulo en Latinospost (12-04-2015).
[24] URL: Ver noticia en Caracol (13-04-2015).
[25] URL: Ver noticia en Semana (12-04-2015).
[26] URL: Ver noticia en El Espectador (13-04-2015).
[27] URL: Ver noticia en El Tiempo (12-04-2015).
[28] URL: Ver noticia en El Tiempo (12-04-2015).
[29] URL: Ver noticia en La Silla Vacia (12-04-2015).
[30] URL: Ver noticia El Espectador (12-04-2015).
[31] URL: Ver Informe de la Fiscalia/ (12-04-2015).
[32]URL:Ver noticia de Caracol (12-04-2015).
[33] URL: Ver noticia en Vanguardia (12-04-2015).
[34] URL: Ver Noticia de La Vanguardia (12-04-2015).
[35] URL: Ver noticia en Antena3 (12-04-2015).
[36] URL: Ver noticia en el Espectador (13-04-2015).
[37] URL: Ver noticia en Independent (07-02-2015).
[38] URL: Ver en Boomberg (07-02-2015).
[39] URL: Ver noticia en El Espactador (07-02-2015).
[40] URL: Ver noticia en ABC (02-02-2015).