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¿Qué tanto leen los colombianos?

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Para el año de 2020 la Cámara Colombiana del Libro estimó que en promedio un colombiano lee 2,7 libros al año, cifra muy baja si nos comparamos con otros países latinoamericanos como México y Argentina.

Esto puede obedecer a que, en nuestro país, por múltiples razones, no se ha consolidado una cultura en torno a la lectura y a los beneficios que esta le puede traer al desarrollo integral de una persona. Asimismo, se asume que el acto de leer está restringido a ciertas personas que cuentan con cierto capital para hacerlo, o que pertenecen o se desempeñan en un ámbito académico y/o laboral específico que lo amerita.

Sumado a lo anterior, la proliferación y sobreoferta de plataformas y aplicaciones digitales dirigidas a ocupar el entretenimiento de las personas con un fácil acceso, ha puesto en un segundo plano las pretensiones de los colombianos de realizar diversas actividades de tipo formativo y recreativo que requieren desplegar algún esfuerzo mental o físico, entre ellas leer. 

Los retos que presenta el país para mejorar sus niveles de lectura son grandes y variados “la escuela debe erigirse en el espacio en el que desde niños se debe incentivar el amor por los libros y a lo que en ellos se puede encontrar para la vida. Este amor debe cimentarse en la idea de que leer –y también escribir- no se hace con el ánimo de repetir los mensajes que estos contienen, sino que es un acto de comunicación y creatividad en el que se despliegan variados procesos de pensamiento”; indica Juan Sebastián Ruiz Reyes, coordinador Celee.

Por lo anterior, el Centro de Lectura y Escritura en Español – Celee, recomienda seguir los siguientes tips para adquirir e incentivar el hábito de lectura:

1.    Volver la lectura en voz alta en un plan familiar o de amigos.

2.    Crear grupos de lectura en torno a temas específicos.

3.    Relacionar las lecturas hechas con otros tipos de textos para entablar una relación con la realizada.

4.    Leer con un objetivo claro, más allá de repetir lo que dicen los textos.

5.    Leer dosificadamente, es decir, ni muy poco ni demasiado.

6.    Incentivar desde la niñez a tener libros cerca.

7.    Siempre leer teniendo en mente preguntar específicas.

8.    Entender la lectura como un acto comunicativo entre el lector y el autor de un determinado texto.

9.    Concebir cada lectura como una experiencia nueva.

10.  Asegurarse de que en el momento de leer se tengan las condiciones para hacerlo placentero.