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Nuevos horizontes: La educación virtual en Colombia y su impacto en el presente

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No hay duda de que, en la actualidad, la educación virtual es una opción que cada día es más accesible y aceptada por el alumnado para cursar programas educativos.

Según datos del SNIES (Sistema Nacional de Información de Educación Superior en Colombia), en 2018, solo el 10% de los estudiantes optaban por la modalidad virtual, lo que equivalía a 200 mil estudiantes. Sin embargo, entre 2020 y principios de 2021, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia experimentó un incremento del 20.6% en sus matrículas, los cuales se traducen en más de 165 mil alumnos adicionales. El incremente de número de alumnos llevó al registro de 789 nuevos programas digitales en 2020, un aumento del 17% con respecto al año anterior.

Este cambio se logró gracias al avance tecnológico, la disponibilidad de Internet y otros factores que han contribuido a posicionarla como un método pedagógico de alta calidad, accesible y flexible. El camino no ha sido sencillo y ha tenido un largo recorrido para llegar a lo que es hoy.

De la adaptación forzada a la transformación permanente

El desarrollo de este método de estudio avanzaba paulatinamente, pero fue la pandemia la que aceleró su adopción y consolidación. El confinamiento planteó un reto para todos y, en el ámbito educativo, la principal preocupación fue cómo mantener el proceso de formación y moderar los costos debido al cierre temporal de las instituciones. Las alternativas más viables fueron las herramientas digitales. Las clases en línea aumentaron en un 70 por ciento. Hasta agosto, Colombia contaba con mil 139 programas en modalidad virtual, de los cuales aproximadamente el 50% estaban destinados a nivel universitario, técnico o tecnológico, mientras que la otra mitad eran programas de formación posgradual.

Al finalizar la cuarentena muchas actividades regresaron a la normalidad, pero la educación virtual no dejó de avanzar en Colombia. En 2023 se registró un incremento de 4 % en la cantidad de estudiantes universitarios que cursan programas en línea. Actualmente, el 49.8% de estos programas son de pregrado, mientras que el 50.1% corresponden a posgrado. De acuerdo con estudios realizados por la Corporación Universitaria Iberoamericana, aproximadamente 2 de cada 10 estudiantes de educación superior en Colombia se forman a través de modalidades virtuales. Según el informe mencionado, más de 2.3 millones de colombianos están inscritos en algún programa de educación superior, de los cuales el 16% lo hace mediante una metodología virtual.

Superando barreras y abrazando la innovación

La educación virtual ha logrado crear puentes y dar una educación a miles de personas, pero su implementación en Colombia no está exenta de desafíos. Las principales barreras son la resistencia al cambio y la adaptación a las tecnologías por parte de docentes y estudiantes. Además, la falta de acceso a recursos tecnológicos y conectividad en áreas rurales.

Para superar estos [SM2] retos es necesario que se sigan transformado los modelos educativos tradicionales y que cumplan ciertos criterios que den confianza tanto al alumnado como a los docentes, por ejemplo:

  • Los programas virtuales deben garantizar flexibilidad en sus horarios, duración y formatos de aprendizaje.
  • También deben ser accesibles, con un enfoque en la inclusión y la equidad, e impulsar la necesidad de hacer el aprendizaje digital accesible para todos.
  • Tienen que permitir a los estudiantes adquirir habilidades específicas que refuercen sus conocimientos y habilidades antes de completar una carrera.

Conoce cómo el modelo educativo de la Universidad del Rosario aborda estas tendencias educativas con una práctica innovadora.

El futuro de la educación virtual se perfila como un proceso continuo que va más allá de la obtención de un título. Una de las tendencias que marcan esta evolución es la adopción de la gamificación, con un mercado que proyecta un aumento del 30 por ciento. Esta estrategia no solo promueve la participación activa de los estudiantes, sino que también se traduce en una mayor retención de conocimientos. Además, se fomenta la integración de disciplinas como las ciencias, la tecnología, el arte y las matemáticas en los programas educativos, enriqueciendo la formación de los alumnos.

En este contexto, la realidad aumentada también ha llegado a los sistemas educativos a través de hábitats educativos inmersivos, proporcionando experiencias innovadoras y envolventes. En la Universidad del Rosario, reconocemos la importancia de estas tendencias, que configuran un panorama educativo en constante evolución y preparan a nuestros estudiantes y profesionales para enfrentar un futuro cada vez más dinámico y desafiante.


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