¿La industria creativa de la economía naranja que se relaciona con las compañías fintech, podría generar a futuro que las compañías tradicionales del sector financiero entren en desuso?
Christian Daniel Prada Mancilla
Christian Daniel Prada Mancilla
Efectivamente, la tecnología ha generado impacto en muchos sectores de la sociedad y el sector financiero no puede estar exento.
Es así que, hemos visto que las criptomonedas, por ejemplo, el bitcoin, están generando un reto a los Bancos Centrales en la implementación de nuevas políticas monetarias, en Colombia esta criptomoneda no tiene poder liberatorio pero sigue siendo inquietante para el Banco de la República la forma como se transa la misma en el mercado colombiano e internacional.
Ciertamente, los términos Crowdfunding, Crowdlending o Compañías Fintech, entre otros, son términos que son tendencia en la actualidad;; en efecto, estas figuras permiten en otros países al deudor o emprendedor obtener financiamiento de múltiples inversionistas sin que sea necesario ir a un Banco. En Colombia, el Decreto 1357 de 2018, abrió las posibilidades de un campo de acción más amplio a las compañías Fintech y al Crowdfunding. (Presidencia de la República, 2018) Ahora bien, vale la pena inquietarse si esto puede traer como consecuencia que a futuro, se configure el desuso de las entidades financieras por naturaleza. Así pues, las tendencias creativas en el mercado colombiano de cara a una forma de financiación de productos financieros haciendo uso de tecnología generan un reto a la banca tradicional, reto que alerta la forma de consecución de la oferta y demanda de productos financieros de calidad que se proporcionen a personas bancarizas o no bancarizadas sin la necesidad de un intermediario llamado banco.
Ahora bien, desde la entrada en vigencia del Decreto 2443 de 2018, los establecimientos de crédito, las sociedades de servicios financieros y las sociedades de capitalización podrán invertir en emprendimientos que utilicen tecnología y financiación o en su defecto en las conocidas ‘‘startups’’. (Ministerio de Hacienda y Crédito Público, 2018) Adviértase que, a pesar que estas entidades del sector financiero pueden invertir en las compañías fintech, esto mas allá de fomentar una digitalización de las formas de ofrecer servicios financieros, denota la falta de capacidad y de innovación que han tenido algunos establecimientos de crédito, no todos, al momento de atender la necesidad de un servicio financiero expedito, eficaz y haciendo
uso de tecnología.
Se subraya que, la banca en Colombia aún no puede ser totalmente digitalizada, quizás por factores exógenos culturales o endógenos educacionales, verbigracia, en Colombia las personas seguimos usando el dinero en efectivo para adquirir productos y servicios o en su defecto, un gran porcentaje de la población colombiana todavía no utiliza un ‘‘Smartphone’’.
Aunado a lo anterior, se infiere que la forma de ofrecer productos financieros con tecnología no la está proporcionando la banca tradicional de una forma efectiva, sino las compañías fintech;; así pues, la forma de regulación que trajo consigo el Decreto 2443 de 2018, de una forma estratégica permite que los bancos inviertan en las compañías fintech, digo estratégica, porque solo evidencia la intención controlante del mismo sector financiero a las compañías fintech. (Ministerio de Hacienda y Crédito Público, 2018) Se subraya que, este Decreto fue una manifestación afanosa por controlar a unas compañías que se adelantaron a una realidad en la economía, realidad que se traduce en la implementación de tecnología al momento de ofrecer productos y servicios financieros innovando a través de creatividad, en
el sector financiero no tradicional.
Es importante mencionar que, la tecnología ofrece muchos beneficios pero al mismo tiempo genera problemáticas para quienes no están al día con lo que necesita el mercado. En efecto, ‘‘ocurrió así con la disrupción ocasionada por la revolución industrial, cuando las máquinas sustituyeron la mano de obra artesana. Las ciudades se llenaron de fábricas y los trabajadores agrícolas, pobres y sin educación, pudieron una vez creadas las leyes laborales y el sistema educativo mejorar su nivel de vida y disfrutar de movilidad social.’’ (BBVA-Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, 2014, pág. 48) Desde luego, la revolución industrial afectó un gran sector de la economía pero este avance en la forma de atender la cadena de producción, generó que varios sectores de la sociedad industrial se tuvieran que adaptar a los avances que trajeron las maquinas; ahora bien, la revolución industrial en efecto generó en su momento nuevas teorías económicas y un factor huelguista que sigue imperando hoy en día en todo el sindicalismo nacional e internacional.
(BBVA-Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, 2014, pág. 48)
Así mismo, la revolución industrial evidenció la necesidad de atender procesos de producción usando las máquinas y ya no haciendo uso de la mano de obra artesanal; en ese orden de ideas, de forma analógica el sector financiero tradicional no está atendiendo una necesidad de un producto financiero eficaz, expedito y haciendo uso de tecnología, necesidad que ya están atendiendo las compañías fintech en Colombia, como se ha referenciado anteriormente.
Considerado así el asunto, es indudable el llamado de atención que generan las compañías fintech al sector financiero, en la medida en que, atienden la necesidad de un producto financiero haciendo uso de tecnología, necesidad que desde luego es atendida de una forma precaria por la banca tradicional, por ejemplo, hay bancos en nuestro país que ni siquiera tienen una aplicación que permita ver los movimientos de las cuentas de ahorros o de las tarjetas de crédito, o sin ir muy lejos, hay bancos que siguen pagando la nómina de sus empleados de forma física, lo cual genera que los trabajadores de estas entidades tengan que estar cada 15 días o a fin de mes, haciendo largas filas para recibir el pago correspondiente a sus salarios. Desde luego, pensar que una forma de digitalizar la banca es permitir que algunas entidades del sector financiero puedan invertir en compañías fintech, solo ensombrece la falta de capacidad de innovar de las entidades financieras al ofrecer los productos financieros a través de
tecnología.
Ahora es oportuno mencionar que, cuando se analiza en general la economía naranja, se relacionan los conceptos de cultura, emprendimiento e industria creativa, entre otros, subrayando que la industria creativa y el emprendimiento es el escenario en el que encajan las compañías fintech. Por consiguiente, se puede definir la economía naranja como ‘‘el conjunto de actividades que de manera encadenada permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, cuyo valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual. El universo naranja está compuesto por: i) la Economía Cultural y las Industrias Creativas, en cuya intersección se encuentran las Industrias Culturales Convencionales;; y ii) las áreas de soporte para la creatividad.’’ (Banco Interamericano de desarrollo (BID), 2013, pág. 42) Efectivamente, las compañías fintech hacen parte de la economía naranja en el marco de una industria creativa que ofrece productos financieros a través de tecnología, con mejores beneficios, por ejemplo, mejores tasas de interés, menor tiempo de aprobación, entre otros.
Vale la pena mencionar, el caso del colombiano David Vélez que crea un banco en Brasil, un banco completamente digital, este es el banco ‘‘Nubank’’, un banco que atiende la necesidad de un mercado novedoso, abierto a la industria creativa, ligado a la economía naranja y a un mercado que hace uso de tecnología. Este banco evidencia una particularidad, es uno de los bancos emisores con una gran número de tarjetas de crédito en Brasil sin tener sucursales físicas. (Revista Dinero, 2018) De manera que, este es un claro ejemplo de economía naranja en el sector financiero y evidencia como las compañías fintech están generando una gran cambio en la forma como los consumidores acceden a productos financieros.
Así pues, el ecosistema fintech en la actualidad es muy amplio y estas compañías son una herramienta de trasformación a la industria, en tanto que, ofrecen alternativas de acceso a un producto financiero a personas bancarizadas o no bancarizadas de una forma ágil;; por lo tanto, las entidades del sector financiero tradicional no solo deben adaptarse al ecosistema sino que deben innovar en todos y cada uno de sus productos como componente de competitividad
en el mercado.
CONCLUSIONES
Concluyamos el análisis con lo siguiente, las compañías fintech han generado un desafío a las compañías del sector financiero tradicional, esto es, la necesidad de innovación al ofrecer los productos financieros, innovación a través de tecnología que no ha sido atendida por todas las entidades del sector financiero; de manera que, la discusión siempre ha sido enfocada a determinar si, es necesario la regulación de las compañías fintech con miras a evitar una posible crisis financiera o en cambio es necesaria la no regulación para efectos de permitir el campo de acción de las mismas.
Ahora bien, es una realidad que las compañías fintech desde la industria creativa de la economía naranja están atendiendo a una necesidad de productos financieros a través de tecnología; no obstante, el Decreto 2443 de 2018, permitió que las compañías del sector financiero inviertan en las compañías fintech, como se mencionó, esto solo evidencia la falta de capacidad de las entidades financieras tradicionales en innovación y el afán de tener controladas a las compañías fintech. (Ministerio de Hacienda y Crédito Público, 2018).
En definitiva, si la solución aparentemente fuera la regulación, es necesario que sea a través de iniciativa legislativa que permita que a través de compañías fintech si se logre la digitalización de la banca; contrario sensu, si las entidades del sector financiero tradicional no innovan ni se adaptan a la economía naranja que evidencia una gran industria creativa, entre esas, los emprendimientos financieros o las compañías fintech, es probable que a futuro las entidades del sector financiero tradicional si entren en desuso.
BIBLIOGRAFÍA
Libros
DE DESARROLLO (BID) .
Iván Duque Marquez y Felipe Buitrago Restrepo. La economía Naranja una oportunidad Infinita. Editorial
Puntoaparte - Bookvertising. Bogotá Colombia (2013)
Normas
Enlaces web