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José Bernal, Libertador de Pisba

Elkin Saboyá R.

Simón Bolívar cruza los Andes para liberar a la Nueva Granada del dominio del Imperio Español”, 1922, Francisco Antonio Cano Foto: Wikipedia, dominio público

Mientras el país se preparaba para la conmemoración patriótica del sesquicentenario de Boyacá, la gente de la zona que atravesó el Ejército libertador para dar la batalla vivía en el culpable olvido.

El trece de septiembre de 1968, Germán Castro Caycedo publicó una crónica inverosímil en El Tiempo: José Bernal Malpica, alcalde de Pisba, había hecho el levantamiento de unos restos humanos, según su criterio, del Ejército libertador y los condujo a Tunja[1]. En la capital departamental, se produjo la polémica sobre su autenticidad y su ulterior destino. Bernal, por lo pronto, perdió su puesto por abandono del cargo.

Semejante crónica se quedaría en la mente periodística de Castro y, años después, con el novedoso formato televisivo de Enviado especial, plasmaría en imágenes la ruta del Ejército libertador, en 1819, no una ni dos, sino tres veces[2]. La última, en 1983, contó con video en color y el apoyo de la Fuerza Aérea colombiana[3]. Es un documento histórico impresionante que nos muestra, entre otras cosas, que la máquina del tiempo estaba a pocas horas de Bogotá: trasponiendo el páramo de Pisba, el viajero aterrizaba en un mundo regido por la economía del trueque y la ley del viajero, apenas con ligero conocimiento de la luz eléctrica.

Bernal quedó, pues, cesante. En vísperas del sesquicentenario de Boyacá, se le encontró un empleo a su medida: inspector de Obras Públicas, encomendado de reconstruir la ruta del Libertador, de los llanos al interior. En esa faena, hizo nuevo hallazgo de restos y volvió a cargar con ellos para Tunja[4]. El optimismo de Bernal chocaba entonces con la cautela de autoridades y académicos, quienes precisaban una identificación técnica de los restos. Parece que el inspector no descubrió más despojos, ni queda muy claro qué pasó con los dos lotes mencionados[5].

Deuda histórica.

La junta del Sesquicentenario tenía un presupuesto de cuarenta millones de pesos, con una partida para infraestructura –lo que antes se llamaban obras de primera necesidad-: escuelas, caminos y puestos de salud[6]. Se anunciaron más de seis millones de pesos para los municipios de la ruta: una cuarta parte del presupuesto para educación y lo restante para obras básicas, lejos de las aspiraciones de sus pobladores[7].

La Asamblea de Boyacá, en sesión de ocho de octubre de 1968, aprobó la Proposición no. 5, consistente en nombrar una comisión para examinar la ruta libertadora de 1819, en diciembre próximo. La expedición arrancó el diez de marzo de 1969, en jurisdicción de Socotá. Bernal Malpica fue baquiano en el ascenso a Peña Negra, páramo del Perro, camino que arregló con su cuadrilla.

Bernal volverá a repasar la ruta libertadora en la primera expedición de Enviado especial. El exalcalde era parte del equipo, como también la periodista Gloria Moreno, esposa de Castro, quien narró la odisea en varias crónicas para El Tiempo, en 1976. Por ella sabemos el respeto que merecía en su comunidad el famoso arqueólogo empírico: “Fue él quien, por medio de unas calaveras, hizo que se creara el puesto y nos arreglaran el camino”, por lo cual la gente de la comunidad no dudaba en reconocerlo como el verdadero libertador de la zona[8].

En el libro que dedica a la obra de su padre, Catalina Castro cierra el capítulo de la ruta libertadora indicando que las cosas por allí no cambiaban. Bueno, sí cambian: pero un problema por otro, como denuncia una noticia de El Espectador sobre la extracción irregular de carbón en la zona, con daño de la vegetación y las fuentes hídricas[9]. Así, no dan ganas de más conmemoraciones patrióticas...


 

[2] Castro, C. (2024). Mi padre, Germán Castro Caycedo. Bogotá: Planeta. La obra tiene el invaluable aporte de poner en línea los artículos de Germán Castro: germancastrocaycedo.co

[3] Enviado Especial - La ruta del olvido. Programa emitido el veintiséis de agosto de 1983.

[5] En un tiempo, paraban en una urna de vidrio, en la Casa de la Cultura de Tunja. Cambiarán alcalde de Maripí por dar noticias. El Tiempo, 14-12-1968. Un descubrimiento posterior de lanzas y monturas fue reportado por el artista Antonio María Benítez. Hallan armas del ejército de Bolívar. El Tiempo, 17-12-1975.

[6] Carta de Carlos Eduardo Vargas Rubiano, director ejecutivo, a Enrique Santos, Calibán. Están en marcha todos los planes del sesquicentenario. El Tiempo, 22-2-1969.

[8] Moreno, G. (1976). Viven como hace 157 años. Reportaba el inspector que su equipo había pasado de 18 a 8 personas, que trabajaban apenas con 6 palas, 6 picas, 2 barras, 2 martillos, 10 platos, 2 ollas y ningún cubierto.

[9] La deuda con el páramo de Pisba. El Espectador, 27-9-2021.