Laboratorio de Finanzas: diez años transformando la enseñanza y la experiencia universitaria
Alejandra Niño Quintero
Alejandra Niño Quintero
Alejandra Niño Quintero1
La Facultad de Economía, a lo largo de sus 65 años de historia, ha formado profesionales al servicio de Colombia, comprometidos con el desarrollo y la toma de decisiones que han definido el rumbo del país. Con ese enfoque ha buscado ofrecer una educación integral, pertinente y actualizada, incorporando innovación y metodologías de vanguardia para responder a los desafíos de un entorno en constante transformación.
Por ello, hace diez años, nace dentro de esa búsqueda de pertinencia la oportunidad de llevar la práctica del sector financiero a las aulas. Las finanzas no debían continuar enseñándose solo desde la teoría: se necesitaban espacios y herramientas que permitieran a los estudiantes acceder a datos reales y vivir la experiencia más real del mundo financiero.
Surge así el Laboratorio de Finanzas, un espacio que se ha consolidado como un punto de encuentro y construcción para la comunidad académica de la Facultad. Mucho más que su infraestructura física, el laboratorio ha funcionado como un espacio donde el aprendizaje práctico se desarrolla de la mano de estudiantes y profesores, quienes lo nutren con proyectos y experiencias, convirtiéndolo en un componente fundamental de la trayectoria académica de quienes lo integran.
Como espacio de aprendizaje, ha contado tanto con profesores que trabajan en el sector financiero, quienes viven la dinámica e intensidad del mercado o la banca, como con profesores que, desde la investigación, aportan al conocimiento y al desarrollo de modelos para mejorar la eficiencia del sector. La combinación de ambos, unida a las herramientas del laboratorio, y sus aliados como Bloomberg y la Bolsa de Valores de Colombia, han hecho posible que asignaturas como renta fija, renta variable, derivados, simulación financiera, entre otras, se acerquen más a la experiencia que vivirán los estudiantes al egresar y ejercer la profesión.
Para los estudiantes de la Facultad, el laboratorio es una parte fundamental de su vida universitaria. No solo funciona como un centro de aprendizaje y práctica, sino también como un espacio para reunirse con amigos, intercambiar ideas, preparar parciales o simplemente conversar. Esta dinámica, acompañada desde la Facultad, ha impulsado la creación de proyectos que permiten a los estudiantes ir más allá de las clases. Es así como en 2018 surge una iniciativa estudiantil que ha tenido un gran impacto para muchos estudiantes: el Club de Inversiones, un grupo de estudiantes ávidos por aumentar su conocimiento y prestos para ir más allá de lo aprendido en clases. Tras siete años, el Rosario Investment Club se ha consolidado como una comunidad estudiantil insignia de la Facultad y que le ha sumado al laboratorio un mayor alcance y sentido de pertenencia por parte de los estudiantes.
El laboratorio también se ha consolidado como un espacio de conexión y encuentro entre generaciones de estudiantes y aliados externos. Funciona como un centro de extensión universitaria, reconociendo que, como parte de una institución de educación superior, está inmerso en un contexto que llama a contribuir a la sociedad y responder a la realidad de la que forma parte. Esta labor se refleja tanto en el relacionamiento con aliados y los diversos eventos y concursos en los que participa la comunidad del laboratorio, como en los proyectos sociales que desarrolla.
Celebración de los diez años del Laboratorio de Finanzas de la Facultad de Economía.
Fotografía: Facultad de Economía
Durante estos 10 años se han realizado más de 100 eventos que han conectado la academia con el sector financiero, el sector real, emprendedores, asociaciones gremiales, el sector energético e incluso el sector público. Estos espacios han fortalecido el vínculo entre teoría y práctica, potenciando el aprendizaje de los estudiantes y el posicionamiento de la Facultad en el ecosistema académico y empresarial, al tiempo que les ha brindado mejores herramientas para una inserción laboral exitosa.
De manera complementaria, en conjunto con los estudiantes del Club de Inversiones se ha desarrollado un proyecto de educación financiera para poblaciones que no tienen acceso a ella. Con alrededor de 200 personas impactadas desde 2023, los estudiantes han realizado una labor destacable, promoviendo la inclusión financiera, la toma de decisiones informadas y el desarrollo de comunidades más equitativas.
En conjunto, todo lo anterior ha consolidado al Laboratorio de Finanzas como un referente de la Facultad frente a la comunidad interna y externa. Contar con el laboratorio más grande de Colombia no solo se refleja en el número de terminales Bloomberg o en un espacio moderno y vanguardista, sino en su verdadero alcance: asegurar que los estudiantes, ya sea como monitores, miembros activos del Club o participantes de clases y eventos, vivan una experiencia formativa que les permite destacarse frente a profesionales de otras instituciones. Muchos de ellos se han posicionado en importantes organizaciones del sector, ocupando cargos relevantes y continúan vinculados al laboratorio, regresando para compartir su experiencia con los estudiantes en formación. Asimismo, los estudiantes de la Facultad se han convertido en candidatos altamente valorados en los procesos de selección, pues representan el objetivo que dio origen al Laboratorio: formar profesionales en Finanzas que integren conocimiento y práctica.
Tras ver los resultados de esta apuesta, hoy se vuelven a plantear algunos interrogantes y retos que, si bien similares a aquellos de hace diez años, incluyen nuevos componentes: ¿Cómo integrar en el proceso formativo las nuevas tecnologías que cambian a una velocidad mayor que antes? ¿Cómo responder a las nuevas necesidades tanto de los estudiantes como de las empresas que requieren habilidades distintas en sus trabajadores? Estas preguntas motivan a diseñar estrategias de enseñanza capaces de formar profesionales flexibles, innovadores y preparados para enfrentar los desafíos de un entorno en constante transformación.
El objetivo que dio origen al Laboratorio fue el formar profesionales en Finanzas que integren conocimiento y práctica.
Fotografía: Facultad de Economía
Al imaginar cómo será la educación para quienes ingresen a la Universidad dentro de algunos años, y proyectando a los estudiantes en 2035, surgen preguntas clave: ¿Qué cambios deben iniciarse, hacia dónde debe dirigirse la institución y qué aspectos de lo que se hace hoy servirán de puente hacia ese futuro? Pensando en la Facultad y en el Laboratorio se identifican algunos puntos clave a tener en cuenta:
La implementación de herramientas tecnológicas basadas en inteligencia artificial generativa para el análisis y la toma de decisiones financieras, así como la automatización, ya está comenzando a impactar el mundo laboral, siendo las finanzas uno de sus principales ámbitos. Por ello, como parte del rol de los educadores, se deben buscar estrategias para incorporarlas tanto en las asignaturas como en las prácticas académicas. El desafío estará en la capacidad y el ritmo con que se logre esta integración.
La formación multidisciplinar también es un aspecto clave: ¿cómo vincular las finanzas con otras disciplinas y cómo acercarlas a estudiantes de áreas distintas? Hoy, el acceso a plataformas de trading o de inversión ha abierto oportunidades para que no solo los profesionales en finanzas puedan participar en el mercado. Por ello, llevar la educación financiera a estudiantes de otras disciplinas y, al mismo tiempo, incluir en los programas y actividades que integren nuevas tecnologías, sostenibilidad y ética, se convierte en un enfoque relevante.
Finalmente, un tercer reto que se plantea en los próximos años será el desarrollo de habilidades blandas en los estudiantes de finanzas. En este aspecto, el laboratorio resulta fundamental, ya que constituye un espacio que permite a los estudiantes asumir roles de liderazgo, desarrollar comunicación asertiva, realizar presentaciones ante diferentes públicos, trabajar en equipo y generar relacionamiento con aliados. Será esencial afianzar todas las actividades que se enfoquen en este punto.
Se conmemoran estos primeros 65 años de la Facultad y 10 años del Laboratorio, resaltando los logros y las fortalezas que han construido la comunidad académica que existe hoy. Al mismo tiempo, se continúa trabajando para construir el futuro al que se aspira: una Facultad actual y referente a nivel nacional en educación, investigación y extensión. Todo ello, guiado siempre por el espíritu rosarista y el principio Nova et Vetera, que fomenta apoyarse en lo ya construido y, al mismo tiempo, impulsa a innovar y afrontar los nuevos desafíos.