Revista Nova et Vetera

El propósito era cuestionar la denominada Economía Naranja y su impacto deletéreo en el arte y los artistas, además de pregonar la necesidad de una nueva ley general de cultura para tomar medidas ante el futuro y posible avasallamiento de las transnacionales del entretenimiento y el mercantilismo que quieren imponer dichas políticas.

El Frente Amplio se empezó a fraguar en diciembre de 2020 por tres mosqueteros y, para enero de 2021, quedó conformado, como en la novela de Dumas, por cuatro: Santander Durán Escalona ( Icónico y legendario compositor Vallenato, ganador en 4 ocasiones del concurso de canción inédita en el Festival Vallenato), Felipe Santiago Rodríguez (Docente, director de la Biblioteca Carlos Gaviria Díaz de Riohacha), Felipe Arango (Artista Plástico, miembro activo de la UNA) y Jairo Hernán Ortega (Cirujano, escritor y mago).

El Frente Amplio, después de múltiples reuniones con agrupaciones del arte y la cultura,  constató la complicada situación que afrontan la inmensa mayoría de los artistas y otros integrantes de la cadena cultural, empeorada aún más por efecto de la pandemia, decidió organizar, promover y convocar el Foro en pro de la soberanía cultural y la reivindicación de los artistas porque la sociedad los necesita para su genuino progreso.
Se desarrollaron paneles y ponencias de diversos expositores y organizaciones culturales y gremiales, como los de Guillermo Ojeda Jayariyú, palabrero de la Junta Mayor Autónoma de Palabreros Wayú; Ángela María Gómez, artista de la ACA (Asociación Colombiana de Artistas); Adrián Edgardo Gómez, maestro de la Facultad de Artes de la ASAB; Reinaldo Cardona, historiador de la Federación de Historiadores de Colombia; Everlides Contreras, integrante de Raíces Negras de Marialabaja en Bolívar; Jaime Murillo Eslava, cineasta y mago del Club Colombiano de Artes Mágicas, Patricia Ariza, actriz de la Corporación Colombiana de Teatro; Libardo Berdugo, miembro activo del Carnaval de Barranquilla; William Fortich, presidente de la Academia de Historia de Córdoba; Robert Robles, del Observatorio Cultural de la Universidad Santiago de Cali, entre otros muchos. Aquí se resalta la participación, diversa e incluyente, de casi todas las regiones de nuestro territorio nacional.

También hubo connotadas intervenciones de importantes representantes de otras latitudes: Ramiro Noriegea, exministro de Cultura del Ecuador bajo el gobierno de Rafael Correa; Marco Tavarés, secretario nacional de Cultura del Partido del Trabajo de Brasil; Guillaermo Valdizán Guerrero, referente cultural del Movimiento Nuevo Perú; Federico Escribal, decano de la Cátedra de Gestión Cultural de la Universidad de La Plata en Argentina y Raúl Fernández, de los EE.UU. experto en temas culturales entre Estados Unidos y América Latina.

Unión Nacional de Artistas

Llamaba la atención la consonancia, como una obra coral, en la preocupación por una problemática común: los derechos que día a día van perdiendo los artistas, el arte y la cultura. Una propuesta novedosa es la de dar a entender que, tanto como la vida, la libertad, la dignidad, la intimidad, la salud y la educación, son Derechos Fundamentales, la Cultura también debe ser elevada a ello bajo los parámetros que para tal fin impone la Constitución Política de Colombia.

Terminado el Foro Nacional por la Defensa y Dignidad de la Cultura y el Arte hay que agradecer, de manera eterna, a todos (todas) y cada uno (una) de los (las) participantes, nacionales e internacionales, que con sus profundas disertaciones aportaron a abrir, aún más, nuestras mentes, espíritus y corazones para que continuemos, con sobrados argumentos, la lucha por lo nuestro, eso sí, con el rápido objetivo de coronar con creces nuestras justas aspiraciones.

Quiero resaltar la gran coincidencia de que el Foro se celebró en octubre, y es que muchos de ustedes recordarán que era el mes en que, otrora, se celebraba “el mes del artista colombiano”. Celebración que año tras año era una manifestación de quejas, peticiones y reclamos idénticos a los que durante el Foro se preconizaron.

A través de los tiempos el artista siempre ha tenido algo que decir, algo que contar; como lo expresara Aristóteles: “La historia cuenta lo que sucedió; la poesía, lo que debía suceder”. Eso se hizo durante el evento, se contaron nuestras afugias y nuestras ilusiones, para reconocerlas y para gritarlas al mundo visibilizándolas. Parodiando a Gabriel García Márquez, agrego: “Los artistas no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez”.

Terminado el Foro, sé que todos los que participamos son conscientes de que lo que sigue es mucho trabajo por hacer. Hay que recoger las relatorías, organizarlas, estudiarlas, para ver cómo se concretan en propuestas jurídicas y materializarlas legislativamente, con el apoyo de más sectores, para que sumemos desde el análisis crítico, pero constructivo. Hay que comprometerse a fortalecer los equipos de trabajo y ampliar el alcance para llegar a más artistas y a la ciudadanía. Lograr contar con un equipo colaborativo internacional para intercambiar experiencias, apoyos, conocimientos y reconocimientos.

Es necesario que se refuerce y consolide el equipo de comunicaciones y es obligatorio, que la Coordinación Nacional del Frente se reúna y decida una estrategia para lograr todo lo soñado en este Foro, ya que los insumos que dejan los paneles y las ponencias son de un valor inconmensurable y están en sintonía con los temas estructurales que se denunciaron. Se ha dado un pequeño paso, pero ha sido un paso muy importante porque ha sido en la dirección correcta.

Ahora se necesita de más ánimos y reforzar esfuerzos.

Para terminar y como miembro fundador del Frente Amplio (con lo cual declaro conflicto de intereses al desarrollar este artículo), los invito a que nos alcemos en armas, pero a la manera como lo expresan nuestros colegas grafiteros, como lo dice el grafiti: Alcémonos en Almas, con L de Lucha, no con R de Armas. Levantémonos en Almas, esgrimiendo el gesto y la palabra, que no la grosería; la pluma, el linotipo y la imprenta, que no el pasquín esquirol; la danza y el canto, que no la agresión física; el pincel y el cincel que no las balas. Es ahí donde cada uno de nosotros y nosotras tenemos nuestra fuerza, en el alma y el corazón de nuestro arte; con ella venceremos para que no tengamos, nunca más, que volver a cantar con el maestro Santander Durán Escalona lo que expresó en su icónico y sentido tema vallenato La Bananeras, haciendo homenaje a los caídos por el tirano en aquella época: “Porque allá en la zona bananera / allá sufre sin queja / un pueblo soñador… / Que nada ganó al pelear dos guerras / ay que sólo olviden su dolor… / Es el pueblo bananero  / alegre y bullanguero que espera educación… / Es el pueblo bananero / alegre y bullanguero que espera redención…”