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La biblioteca del sabio novohispano: memorias, donaciones y una anotación singular

Idalia García

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Tales testimonios se pueden separar en tres grupos: libros que las personas tenían en uso, las bibliotecas de difuntos y las anotaciones manuscritas de propiedad que esas personas dejaron en sus libros. Ahora bien, lo que sabemos de los dos primeros grupos es que son documentos históricos relacionados directamente con procesos inquisitoriales, mientras que el último es necesariamente de naturaleza bibliográfica. Tal caracterización es importante para separar las evidencias y comprender el tipo de información que ofrecen, pues entre todos hay diferencias tanto como semejanzas. Cada uno corresponde a procesos que explican su existencia. Por ejemplo, las memorias de libros que se hacían en un mundo de crecimiento de tales objetos, tenían por intención crear cierto orden dentro del universo bibliográfico en expansión.[1] Los libros de uso y los de difuntos no fueron la excepción pues sirvieron para ordenar la circulación de libros entre lecturas permitidas, prohibidas y aquellas que requerían enmienda.

En efecto, cuando se trata de casos emblemáticos como Carlos de Sigüenza y Góngora o Sor Juana Inés de la Cruz de quienes no conservamos o no hemos identificado memoria, hemos considerado que testimonios similares eran tan escasos por las tragedias que distinguieron al siglo XVII. Probablemente los motines sociales de 1624 y de 1692, así como la inundación de la capital novohispana que se mantuvo entre 1629 y 1634 destruyeron numerosas evidencias. Ciertamente todavía quedan muchos testimonios que debemos identificar pues no podemos negar que la historia de los archivos coloniales de México es bastante descalabrada, lo que ha dado como resultado una perdida, saqueo y dispersión considerable de documentos. Lo que sabemos es que la memoria mencionada en el testamento de Sigüenza no se ha localizado a pesar que se ha buscado con empeño. Hace varias décadas el jesuita Burrus, escribió que “desafortunadamente el Memorial que acompañaba al Testamento de don Carlos y que, según su propia declaración, detallaba el contenido de esos valiosos volúmenes, está perdido y han sido infructuosos los intentos de localizarlo”.[2] Una opinión que también compartía Trabulse.[3]

Pese a esta ausencia documental dicha colección trascendió al tiempo pues ha acompañado la valoración histórica de Sigüenza como personaje y se suma a la fascinación sobre su obra. Especialmente sí consideramos que, como un autor prolijo, sus propias obras también estarían conservadas en dicha colección. Lo anterior constituye otro evento sugerente para el misterio de la historia pues se siguen buscando manuscritos escritos por este novohispano.[4] Ahora bien, las noticias sobre esta biblioteca son de lo más variopintas. Entre ellas que una parte importante de esta colección provenía de la colección de don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, descendiente de los caciques de Texcoco, quién había reunido una importante biblioteca de libros y documentos originales de los indígenas mexicanos.[5] Sin duda, como otros lectores de su tiempo, Sigüenza adquiriría materiales en las almonedas públicas donde se vendían libros y manuscritos de otros lectores fallecidos, especialmente si estaban relacionados sus intereses de conocimiento. Por eso podemos afirmar que no sólo podría tener material de tan noble personaje sino de muchos otros más, quizá no tan famosos. Empero, la mistificación de esta colección a llegado a afirmar que de “la naturaleza y el contenido de gran parte de este material sólo podemos hacer conjeturas basadas en las alusiones dispersas que se encuentran en los escritos conservados de Sigüenza y de otros sabios que tomaron mucho de él”.[6]

Sin embargo, como hemos mencionado, la noticia más cierta sobre la biblioteca y al mismo tiempo sobre su primer destino es, sin lugar a dudas, el testamento del ilustre novohispano. Sigüenza reconoció, en la cláusula 36, que la conformación de dicha colección le había “costado sumo desvelo y cuidado, y suma muy considerable de dinero”.[7] Al respecto, no es posible determinar con toda certeza la inversión económica que hicieron los lectores coloniales más que sus propias estimaciones.[8] Por otro lado, podemos conocer algunas valuaciones de aquellas bibliotecas que fueron tasadas a la muerte del poseedor, o los precios que afirmaron pagar cierto lectores por sus libros como el propio Sigüenza. También nuestro protagonista afirmaba que no era fácil “conseguir otro pedazo de librería de estas ligneas en todas las Yndias”. Actualmente podemos pensar que el ilustre novohispano valoraba mucho su colección, pues algunos estudios han mostrado que hubo otras bibliotecas tan ricas como ésta, o más, durante el siglo XVII en estos territorios de la América española. Por citar ejemplos, la que conformó el arquitecto mayor de la Catedral de México, Melchor Pérez de Soto tenía 1,502 volúmenes,[9] mientras que los peruanos Hernando Arias de Ugarte tenía 417[10] y el doctor Francisco de Ávila tenía 3,061 impresos y 45 manuscritos.[11]

Ahora bien, decíamos que en la biblioteca de nuestro protagonista novohispano había 470 volúmenes. Una cantidad que es una suposición a falta de memoria de libros, pero parece sustentarse más en el trabajo y la figura histórica de Sigüenza. Podríamos desear que esa memoria, hubiese compilado la colección completa y que contuviese registros con mucha información. No obstante, la sola mención de ese testimonio da cuenta del primer destino de la colección. Es decir, la donación de algunos libros y manuscritos a la Compañía de Jesús que mencionábamos brevemente en el texto anterior. Además, como donante Sigüenza también estableció que su colección debía conservarse con la Compañía “perpetuamente” y eso significaba que los jesuitas no debían deshacerse de esos libros en ningún momento. Por tanto, debieron registrarse en el inventario que se hizo de la Librería de San Pedro y San Pablo, a razón de la expulsión de 1767.[12] Con la expulsión esos libros pasarían tanto a la Real Universidad Pontificia de México como al Seminario Conciliar de la Ciudad de México, entre otras instituciones.[13]

Aparentemente esa memoria fue elaborada por el propio Sigüenza, como un instrumento útil para que los jesuitas tomasen posesión de los libros donados a su muerte. En esa donación de también se incluyeron “los libros pertenecientes a cossas de Indias, assi de historias generales, y particulares de sus Provincia, Conquistas, y fructo espiritual que se ha hecho en ellas, como de Cosas Morales, naturales, medicinales dellas, y de Vidas de Varones insignes que en ellas an floresido, […y] diferentes libros manuscriptos conthenidos en la mesma memoria parte dellos en Castellano y parte en lengua Mexicana y los mas de ellos originales, y que asta ahora no se han ympreso”.[14] Como podemos ver la memoria, mencionada en la cláusula 37, contenía cuando menos un tipo de registro útil para identificar o diferenciar entre impresos y manuscritos, pues en esa lista “se especifica por menor el asunto de cada uno de ellos”. Resulta interesante que se haya dedicado la cláusula 39 sólo a las obras de Kirchner, también entregadas a los jesuitas, para las cuales estableció que “el juego de las obras del Padre Athanasio Kirchero, para que con quatro que a mi me faltan que ay en dicha Libreria de San Pedro y San Pablo que de cabal dicho juego = Con cargo que me ha de entregar a mi, ô a mi heredero veinte y quatro tomos que ella les sobran de este juego”.[15]  Dicha consideración tan precisa permite suponer que Sigüenza conocía bien la biblioteca de los jesuitas y, más aún, que la utilizaba por lo que sus lecturas disponibles fueron mucho más que los 470 libros con los que cohabitaba.

Ciertamente no todos los libros de esta colección fueron donados a los jesuitas. Otros fueron entregados a ciertas personas como lo indican las precisiones manifiestas en diferentes cláusulas del testamento. Así, la 43 entrega al presbítero Antonio de Robles, uno de los albaceas de Sigüenza, “las obras del Cardenal Bonet y Bellarmino Scriptoribus Ecclesiasticiis”. Robles fue notario público, comisario del Santo Oficio, Juez eclesiástico en los Reales de Minas de San Joseph del Parral, Villa de Santa Barbara, San Francisco del Oro y Valle de San Bartolomé, también Capellán y Mayordomo del Convento de Santa Inés.[16] Por la cláusula 44, a Carlos de Navia, ministro del Santo Oficio, Sigüenza dispuso la entrega de “los libros siguientes: Epitome de los Anales de Saliano = Breviario Chronologico de Choriolano = Aparatus Sinonimorum de Francisco Serra = y otro timpio Speculum Principum et Magistratum; Aphorismos Politicos de Juan Cokier”.[17] A Manuel de Figueroa, Abogado de la Real Audiencia, se le entregó “el juego de la España Ilustratta en quatro tomos y el de Julio César Bulengero en tres tomos”, como se estableció en la cláusula 50.[18]

Otra institución, diferente a los jesuitas. también se beneficio de esta donación testamentaria: el Convento de San Diego, al que Sigüenza dispuso entregar “un libro autentico manu escripto de la Vida de la venerable Geronima de la Asumpcion su autor el Glorioso Martir Fray Xines de Quezada”.[19] También se sabe que su heredero, Gabriel López Sigüenza, entregó dos libros al Doctor Anzures: la Monarquía Indiana y el de Bernal Díaz del Castillo.[20] Pese a la importancia de esta colección, y de su aparentemente tamaño, sabemos que no se perdió todo rastro pues se ha identificado una anotación manuscrita de Sigüenza que es precisamente el mejor testimonio de la existencia de su biblioteca. Una fascinante práctica cultural que afortunadamente no fue exclusiva de Sigüenza. Ese tipo de anotación no fue considerada relevante y por ello durante años no fueron registradas en los catálogos de las bibliotecas mexicanas. Incluso ahora que conocemos su importancia, no siempre están consignadas por falta de conocimiento paleográfico y tampoco se han homogeneizado criterios de descripción como se hace en bibliotecas de todo el mundo. Por la misma razón, en México se les denomina erróneamente ex libris manuscritos, lo que dificulta pero no imposibilita su correcta identificación y localización.

Tales anotaciones constituyen una base fundamental para estudiar la procedencia de los libros antiguos en los repositorios, pues indican el nombre o apellido del lector o de la institución a la que perteneció cierto libro, pero no necesariamente informan la época en que se conformó una biblioteca. Por ejemplo, anotaciones como esta: “Es de Felix Garrido y Villavieja”.[21] Otras, indican que un libro fue expurgado e incluso el cambio de propietario de un libro: “Pasó â ser del uso de Sor Ma. Catarina Con lisensia de mi Prelada”.[22] Dicha evidencia permite reconstruir cuando menos una parte de cierta biblioteca, ya sea privada o institucional, como el caso de Carlos de Sigüenza y Góngora. La anotación de este personaje, generalmente escrita en la portada, suele contener su firma, un año y un precio: “Don Carlos de Sigüenza y Góngora 1694 1p. 4”.[23] Si bien este dato es singular, lo cierto es que otros lectores anotaron cosas similares en sus libros, e incluso no sólo los costos sino también los lugares donde fueron comprados: “De Fray Juan Guzmán Religioso Mercedario. Son 4 tomos costaron ocho pesos”.[24] Tal información permite relacionar los libros anotados con su firma como pertenecieron a la biblioteca de Sigüenza.

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Hace tiempo que algunos autores afirmaron la la posibilidad de que “los estudiosos ocasional y fortuitamente llegan a tener en sus manos algún libro que ostenta la firma de Don Carlos”.[25] También que dichos ejemplares se encontraban en la Biblioteca Nacional de México.[26] Sin embargo, esta institución no es la única donde se han identificado libros con esta característica ya que existen otros en algunas bibliotecas mexicanas. Hasta ahora hemos verificado uno en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia,[27] dos en la Biblioteca Eusebio Francisco Kino, [28] y trece en la Miguel Lerdo de Tejada. En el extranjero, además del ya mencionado existe otro en la New York Public Library de los Estados Unidos,[29] y uno más en la Benson Library de la University of Texas.[30] La mayor parte de los mencionados comparte la característica distintiva. Es decir, la firma de Sigüenza, año y precio. Lo cierto es que algunas anotaciones carecen de este último dato, como que se aprecia en los dos tomos conservados: “D. Carlos de Siguenza y Gongora, 1684”.[31]

No obstante, los libros más distintivos son aquellos en los cuales el novohispano anotó otros detalles de compra, como que los había mandado traer desde Flandes: “Enbie por el a Flandes y puesto en Mexico tubo de costo 7p. 4r.”.[32] Aunque son pocos los libros con esta nota, necesariamente conducen a interesarse en el librero o red de libreros con los que Sigüenza habría establecido contacto para hacer posibles estas adquisiciones. En este sentido, en el testamento menciona a Isidro Gutiérrez, mercader de libros de la capital novohispana, como su compadre.[33] Mientras que en otro libro anotó “D. Carlos de Sigüenza y Góngora rúbrica 1673 2p. a Juan Lorenzo Beson”.[34] Otro interesante librero de la capital que debió estar relacionado con esa misma red de abastecimiento. Finalmente, Alberto Partida menciona que existen más de sesenta libros identificados con la anotación de Sigüenza en la Biblioteca Nacional de Mëxico[35] y, algunos, se estarían compilando institucionalmente.[36] Recuperar este legado bibliográfico no parece una causa perdida ni complicada, aunque ciertamente será una tarea que requiera paciencia rastreando tan singulares anotaciones.

 


[1] Malcolm Walsby, “Book list and their meaning”, en Documenting the Early Modern Book World: Inventories and Catalogues in Manuscript and Print, ed. Malcolm Walsby y Natasha Constantinidou. Leiden: Brill, 2013, p. 4.

[2] Ernest J. Burrus,, “Clavigero and the lost Sigüenza y Góngora manuscripts”, Estudios de cultura náhuatl, vol. 1, núm. 6 (1959), p. 62.

[3] Elías Trabulse, Los manuscritos perdidos de Sigüenza  y Góngora. México: COLMEX, 1988,  p. 23.

[4] Íbid, pp. 17-19.

[5] Irving Albert Leonard, “A Great Savant of Seventeenth-Century Mexico: Carlos de Sigüenza y Góngora”, Hispania, vol. 10, núm. 6 (1927), p. 402.

[6] Irving Albert Leonard, Don Carlos de Sigüenza y Góngora: un sabio mexicano del siglo XVII. México: FCE, 1984, 106

[7] “Pleito de Teresa Serrano de Rosales”, fol. 11r.

[8] César Manrique Figueroa, “Bibliotecas de funcionarios reales novohispanos de la primera mitad del siglo XVII”, Boletín del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas, vol 19, núms. 1y 2 (2014), p. 63.

[9] Cristina Ratto, “Los libros del arquitecto. Cultura letrada y arquitectura en el siglo XVII novohispano”, en Conocimiento y Cultura. Estudios Modernos en la Facultad de Filosofía y Letras, coord. Adriana Álvarez Sánchez,  México: Universidad Nacional Autónoma de México, Dirección General de Asuntos del Personal Académico, Facultad de Filosofía y Letras,  2016, p. 182.

[10] Teodoro Hampe Martínez, Bibliotecas privadas en el mundo colonial: la difusión de libros e ideas en el virreinato del Peru, siglos XVI y XVII. Frankfurt am Main: Vervuert; Madrid: Iberoamericana, 1996, pp. 262-281.

[11] Teodoro Hampe Martínez, “El trasfondo personal de la ‹extirpación›: La carrera y la formación intelectual de Francisco de Ávila y Fernando de Avendaño, Colonial Latin American Review, vol. 8, núm. 1, p. 101. 

[12] Alberto Partida, Jefe del Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional de México, quien ha trabajado ampliamente esta biblioteca jesuita y la identificación de las ediciones que ahí existían, me ha confirmado que algunos de los libros identificados de Sigüenza en ese repositorio nacional efectivamente están registrados en ese inventario. Conversaciones personales durante el primer semestre del 2018.

[13] Ignacio Osorio Romero, Historia de las bibliotecas novohispanas. México: SEP. Dirección General de Bibliotecas, 1986, p. 58.

[14] “Pleito de Teresa Serrano de Rosales”, fol. 11r.

[15] “Pleito de Teresa Serrano de Rosales”, fol. 12r.

[16] Antonio de Robles (ca. 1645-1757), Resguardo contra el olvido en el breve compendio de la vida admirable, y virtudes heroycas del Illmo. Sr. Dr. D. Alonso de Cuevas Davalos, opisbo de Nicaragua… En Mexico: En la imprenta de los herederos de la viuda de D. Joseph Bernardo de Hogal, 1757. Ejemplar del Getty Research Institute disponible en https://archive.org/details/resguardocontrae00robl [Consulta: Junio de 2016]

[17] “Pleito de Teresa Serrano de Rosales”, fol. 12v. Estas obras son: Giovanni Bona (O.Cist.) (1609-1674), Ioannis Bonae... Opera omnia: quotquot hactenús separatim edita fuerê nunc primùm in unum corpus collecta... addito rerum et materiarum indice copioso. Antuerpiae: sumptibus viduae Iohannis Iac. F. Schipperi, 1677 (CCPB000158238-0); Roberto Bellarmino, De scriptoribus ecclesiasticis liber vnus. Cum adiunctis indicibus vndecim, & breui chronologia ab orbe condito vsque ad annum 1612. Roberto card. Bellarmino e Societate Iesu auctore. Editio recognita, & ab autore ipso auctior facta… Ludguni: sumptibus Horatij Cardon, 1613 (IT\ICCU\LO1E\029317); Jacques Salian, (1558-1640), Annales ecclesiastici Veteris Testamenti. In quibus res gestæ ab orbe condito ad Christi domini natiuitatem, & mortem, per annos ferè singulos digeruntur, & explicantur. Quibus connexi sunt annales imperii Assyriorum, Babyloniorum, Persarum, Graecorum, atque Romanorum. Quantum ex sacris, prophanisque scriptoribus agnosci, atque ordinari potuerunt. Auctore Iacobo Saliano Auenionensi, Societatis Iesu presbytero. Tomus primus [-sextus et vltimus]... Lutetiae Parisiorum: sumptibus Nicolai Buon, via Iacobæa, sub signis sancti Claudij & Hominis Siluestris, 1619-1624. 6 v. (IT\ICCU\TO0E\040584); Francisco Longo de Coriolano, (O.F.M. Cap.), Breuiarium chronologicum Pontificum & Conciliorum omnium quæ à S. Petro ad hæc vsque nostra tempora celebrata sunt in quo annuatim Pontificum vitæ, eorumque constitutiones, & bullæ conciliorumque ipsorum,... omnium acta. Hæreticorum quoque... breuiter sed clare enarrantur .. studio ac labore fr. Francisci Longi a Coriolano... Lugduni: sumpt Ludouici Prost hæredis Rouille, 1623 (IT\ICCU\UM1E\001795); Francisco Serra, Synonymorum apparatus authore Francisco Serra. Ad eminentiss.mum ac reverendiss.mum D. Carolum Barberinum... Venetiis: apud Baba, 1654 (IT\ICCU\BVEE\042372); Matthaus Tympe (n. 1615), C. V, Matthaei Tympii aureum speculum principum, consiliariorum iudicum, consulum, senatorum, et aliorum magistratuum cum ecclesiasticorum tum politicorum omnium... Coloniae Agrippinae : sumptibus Petri Henningj, sub signo Cuniculi, 1617 (IT\ICCU\UBOE\002895).

[18] “Pleito de Teresa Serrano de Rosales”, fol. 13v.

[19] “Pleito de Teresa Serrano de Rosales”, cláusula 47, fol. 13r. Se trata del libro de Ginés de Quesada (m. 1634), que se imprimió con el título Exemplo de todas las virtudes y vida milagrosa de la venerable madre Geronyma de la Assumpcion, abadesa, y fundadora del Convento de la Concepcion de la Virgen Nuestra Señora de Monjas Descalças de Nuestra Madre Santa Clara, de la ciudad de Manila, escrito por el religiosissimo padre (Martyr despues invicto) Fray Gines de Quesada del orden de N.P. San Francisco; sacado a luz por el M.R.P. Fr. Avgvstin de Madrid, calificador de el Santo Officio de la Inquisicion. Con licencia de los superiores en Mexico: por la Viuda de Miguel de Ribera, 1713. Biblioteca Nacional de México G 922.246 JER.q.

[20] Sigüenza 1700, Op. cit. h.3v. Suponemos que se trataba de las obras de Juan de Torquemada (O.F.M), Primera parte de los veynte y un libros rituales y monarchia yndiana: con el origen y guerras de los yndios occidentales, de sus poblaçones, descubrimiento, conquista, conuersion y otras cosas marauillosas de la mesma tierra: distribuydos en tres tomos... En Seuilla: por Matthias Clauijo, 1615 (CCPB001101078-9) y la Historia verdadera de la conquista de la Nueua-España... En Madrid: en la Imprenta del Reyno, 1632 (CCPB000033660-2)

[21] Cesare Calino (S. I.) (1670-1749), Entretenimiento historico y chronologico, dividido en discursos sobre la historia del Antiguo y Nuevo Testamento, obra del celebre padre Cesar Calino; que para publica utilidad e instruccion de nuestra nacion traducia el abate D. Francisco Cabrera. Madrid: por Antonio de Sancha; se hallará en su libreria en la Aduana Vieja, 1787-1792. Biblioteca Eusebio Francisco Kino 22272.

[22] Juan Antonio de Oviedo y Rivas (S.I.), El devoto de la Santissima Trinidad, instruido en muchos motivos eficaces para amarla, y en especiales obsequios para servirla... En Mexico: por Joseph Bernardo de Hogal, 1736. Biblioteca Eusebio Francisco Kino 24166

[23] Antonio de Morga (1559-1636), Svcesos de las Islas Filipinas... En Mexico. En casa de Geronymo Balli, 1609. Lilly Library call number: DS674 .M847 1609

[24] Francisco Antonio Pérez, Elogios históricos de los Santos con los misterio de Nuestro Señor Jesu Christo y festividades de la Santísima Vírgen para todo el año.... Tomo I. En Valencia: En la Oficina de Joseph y Tomas de Orga, 1780. Biblioteca Eusebio Francisco Kino 021362

[25] Osorio, Op. cit., p. 58.

[26] Elías Trabulse,“La obra científica de don Carlos de Sigüenza y Góngora (1667-1700)”, en Carlos de Sigüenza y Góngora: Homenaje 1700-2000, coord. Alicia Mayer. México: UNAM, p. 99.

[27] Lucius Annaeus Florus, L. A. Florus cum notis integris CL. Salmasii et selectissimis variorum, accurante S.M.D.C. Additus etiam L. Ampelius ex bibliotheca CL. Salmasii… Amstelodami: ex officina Elzeviriana, 1660. Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, Fondo Conventual MGCM I.2.12.

[28] Alonso Fernández (O.P.), Historia eclesiastica de nuestros tiempos... Toledo: por la Viuda de Pedro Rodríguez, 1611. Biblioteca Eusebio Francisco Kino 16575; Gil González Dávila, Teatro eclesiastico de la primitiva Iglesia de las Indias Occidentales...Tomo Primero... En Madrid: por Diego Díaz de la Carrera, 1649. Biblioteca Eusebio Francisco Kino 16371.

[29] Peter Apian, Quadrans Apiani astronomicus et iam recens inuentus et nunc primum editus : huic adiuncta sunt & alia intrumenta obseruatoria perinde noua ... Excusum Ingolstadii : In officina Apiani, die VI. Iulii 1532. SASB - Rare Book Collection Rm 328 *KB+ 1532 87-99

[30] Charles Estienne (1504-1564), Dictionarivm historicvm, geographicvm, poeticvm, gentium, hominum, deorum gentilium, regionum, locorum, ciuitatum, aequorum, fluuiorum, sinuum, portuum, promontoriorum ac montium, antiqua recentioráos ad sacras... Genevae apvd Iacobvm Stoer, 1596. Benson Latin American Collection, LAC-ZZ Rare Books GZZ 913.38 ES86D 1596

[31] Gaspar Schott, Magiæ universalis naturæ et artis, pars 2. acustica in 7. libros digesta, quibus ea, quae ad Auditum, & Auditus objectum spectant, methodice .pars III. in IX. libros digesta, quibus pleraque quæ in centrobaryca, mechanica, statica, hydrostatica, hydrotechnica, aerotechnica, arithmetica, & geometria… Bambergae: sumpt. Joan. Arnoldi Cholini, bibliop. Francof., 1672. Biblioteca Nacional de México RFO 500 SCH.m.v2.; Gaspar Schott, Magiæ universalis naturæ et artis, pars III. in IX. libros digesta, quibus quae ad auditum… Bambergae: sumpt. Joan. Arnoldi Cholini, bibliop. Francof., 1672. Biblioteca Nacional de México RFO 500 SCH.m.v3.

[32] Francesco Levera, Francisci Leuerae Romani Prodromus vniuersae astronomiae restitutae de anni solaris, & siderei, ac dierum magnitudine in omni aeuo, & de reliquis periodis, motibus, & circulationibus solaribus admirandis, adhuc incognitis, ac etiam sidereis, ab authore exploratis, & inuentis.... Romae: ex typographia Angeli Bernabò, 1663. Biblioteca Nacional de México Inv 1991- 15081

[33] “Pleito de Teresa Serrano de Rosales”, fol. 18v.

[34] Marcus Vitruvius Pollio, De architectura libri X, Venetiis: per Simonem Papiensem dictum Bauilaquam, 1497. Biblioteca Nacional de México Inc. Clas. R.I. 1497-8-3-VIT.d. Sextus Julius Frontinus, De aquaeductibus….Venetiis: per Simonem Papiensem dictum Bauilaquam, 1497 (3 agosto). RI 1497-8-3 VIT.d.

[35] Alberto Partida, “Los libros de don Carlos de Sigüenza en la Biblioteca Nacional”, Charla virtual Ratones de Biblioteca, 12 de noviembre de 2021, Canal YouTube de la Biblioteca Nacional de México, https://www.youtube.com/watch?v=VaMSPdJHMXA [Consulta: Noviembre 2021]

[36] Se encuentran en el Sistema Bibliográfico de la Literatura Novohispana (SIBILA), https://sibila.iib.unam.mx/index.php [Consulta: Noviembre 2021]