Irma María Olis Barreto
Escuela de Administración
Administradora de empresas, especialista en Gestión Humana y Desarrollo Organizacional, magíster en Desarrollo Educativo y Social. Actualmente, candidata a doctor en Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de la Plata en Argentina.
Se describe como una apasionada por la docencia, la educación y la academia desde su infancia. Ingresó al Rosario, inicialmente como integrante de la Unidad de Asesoría Empresarial, actualmente Asesoría y Consultoría, en la que estuvo durante 8 años; posteriormente, pasó a formar parte del área de Extensión y Proyección Social de la Escuela de Administración.
El primer proyecto social en el que participó con la escuela se desarrolló con cultivadores de mora en San Bernardo, Cundinamarca, el cual buscaba la creación de redes, organizaciones y brindar capacitaciones a los agricultores del municipio. En dicho proyecto, tuvo la oportunidad de entrar en contacto con estudiantes y profesores del Rosario. Su primer rol como profesora fue asistente en la asignatura Gestión Humana, en el área de organizaciones, y desde el 2008 la ha venido dictando.
La universidad me ha permitido crecer y desarrollarme profesionalmente.
"En nuestra práctica docente debemos ser conscientes que estamos educando a personas que vamos a ver empoderadas en la realidad nacional o internacional".
¿Qué significa para usted ser docente en la Universidad del Rosario?
Ser profesor rosarista es una tarea que considero debe hacerse con gusto. Significa compartir conocimientos con otros, contribuir para generar cambios en las personas que se preparan para enfrentarse al futuro y para desenvolverse con los demás. Es sentirse satisfecho al ver cada semestre el progreso de los estudiantes, su interés por los temas y, sobre todo, como aprenden de ellos mismos.
En nuestra práctica docente debemos ser conscientes que estamos educando a personas que vamos a ver empoderadas en la realidad nacional o internacional. Con ello, siento una especie de realización personal y por ello considero que ser docente es una vocación, es ser sensible y tener gusto por el arte de educar, ser ético, respetar los límites de las personas, sus sueños y sus miedos.
¿Cómo ha sido su experiencia como profesora en la Universidad del Rosario?
Cuando pasé de la consultoría a la docencia, empecé a investigar más sobre la asignatura, el diseño de recursos y herramientas para gestionar las actividades a realizar en el aula de clase. Con el tiempo, aprendí a planificar y organizar la clase teniendo en cuenta las diferentes experiencias de trabajo en cada grupo.
Mi experiencia como profesora me ha dejado muchos aprendizajes; he aprendido de mis compañeros, de mis estudiantes, de las personas con las que me relaciono, además, he podido permanecer en contacto con el sector empresarial en proyectos sociales o en proyectos institucionales como, por ejemplo, el Premio Empresario del Año, el cual estuvo bajo mi responsabilidad desde el 2005 al 2014.
Ser profesora es estar en un permanente aprendizaje y gracias a este ejercicio, adquiero conocimiento constantemente, lo que me permite hablarles a los estudiantes con mayor propiedad de los temas que tratamos en clase; de esta forma los invito a construir un puente entre la academia y la empresa, porque considero que con los conocimientos que ellos han adquirido, y con esa creatividad e innovación, pueden llegar a convertirse en gestores desde que están en su proceso de formación.
¿Cuáles son los logros que considera relevantes en su vida académica, en particular en su práctica docente?
Normalmente tengo contacto con los estudiantes en tercer o cuarto semestre, es decir, cuando están empezando su proceso de formación. Después, los encuentro en una tutoría de prácticas y luego de algunos años, volver a esa empresa y verlos vinculados a las organizaciones en cargos directivos es satisfactorio. Es muy gratificante observar el crecimiento que han tenido y sobre todo evidenciar que he sido parte de ese proceso a través de mis enseñanzas, pienso que estos son logros importantes en mi práctica docente.
Otro logro que considero relevante en mi práctica docente, es poder acompañar y guiar a los estudiantes en torno a saberes como la gestión humana, la ética gerencial, la sensibilización y participación en proyectos sociales. Estos temas los preparan para ser cada día mejores personas y mejores profesionales.
Trabajé en un proyecto social con comunidades rurales, en cuatro municipios de Cundinamarca, en los que participaban profesores y estudiantes. Era muy agradable ver el interés y la sensibilización para colaborar con las diferentes actividades del proyecto, trabajar de la mano con personas vulnerables, en algunos casos sin saber leer y escribir, pero con muchas ganas de poder compartirles los conocimientos que les permitirían una mejora en su calidad de vida.
Con este proyecto de Investigación “Municipio Saludable como Polo de Desarrollo Local (MSPDL)” recibí el Premio Bienal de Extensión Universitaria “José María del Castillo y Rada” de la Universidad del Rosario 2010. De esta experiencia, se publicó un libro en el 2013, titulado “Municipio Saludable como Polo de Desarrollo Local: perspectivas para su construcción en Colombia”.
La universidad me ha permitido crecer y desarrollarme profesionalmente. Pero también, me ha apoyado para realizar mis estudios de Doctorado en Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional de la Plata. Es para mí un logro personal y profesional poder ampliar mis conocimientos, crecer, adquirir permanentemente experiencias y ser cada día un mejor ser humano.
¿Cuál es su aporte a la universidad y a los estudiantes?
Considero que la tarea de educar debe ser humanística y sensible, lo que será posible en la medida que esté encaminada a la integración de los estudiantes a la compresión de su entorno, a la realidad empresarial, regional, nacional y global. Por ello, en mis clases lo teórico y lo práctico se da en todos los temas; es decir, que se entrega más y mejor información conceptual, pero también se realizan ejercicios prácticos en donde se exponen historias del entorno empresarial en donde los estudiantes son protagonistas, con unos roles o funciones definidos. Es una percepción consciente crítica del mundo, algo que pienso es básico para que se generen los cambios sociales que tanto se necesitan.
A la universidad le aporto a través de mis trabajos y de mis proyectos, porque en la Escuela de Administración aprendí a trabajar con proyectos sociales y con comunidades vulnerables, estos temas me gustan y me mueven mucho; por eso, creé una electiva que se llama Desarrollo, Pobreza y Realidad Empresarial, para sensibilizar a nuestros estudiantes con situaciones que se encuentran en nuestro contexto.
En esta asignatura me di cuenta que algunos estudiantes son muy receptivos cuando tienen contacto con comunidades vulnerables, jardines infantiles o fundaciones por algún trabajo de la asignatura; ya que, después de un tiempo, me cuentan que siguieron trabajando con algunas comunidades. Gracias a eso, siento que les dejé una semilla, la del buen ser humano y del sentido humanista que caracteriza a los estudiantes rosaristas.
"Siento que a mis estudiantes les dejo una semilla, la del buen ser humano y del sentido humanista que caracteriza a los estudiantes rosaristas".
¿Qué la inspira a enseñar?
Considero que todos los seres humanos debemos aportar algo para hacer la diferencia, para convertir nuestro entorno y nuestro país en un mejor lugar. Pienso que es mi responsabilidad acompañar a los estudiantes a alcanzar sus propósitos, pero esto es un trabajo en equipo, es decir, es tan importante el apoyo del profesor como la participación activa de los estudiantes para lograr este objetivo, porque son los estudiantes los verdaderos protagonistas.
Mi inspiración es que nuestros estudiantes sean generadores de cambios, eso me inspira a ser docente y sobre todo a ser cada día mejor.
Irma María Olis Barreto
Correo: irma.olis@urosario.edu.co
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