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La motivación como facilitador en los procesos de lectoescritura en la educación superior

Lectoescritura
El lenguaje dentro de la formación universitaria representa varias funciones: comunicativa, social y epistemológica. Para su desarrollo en el contexto educativo, es necesario tener en cuenta los procesos de lectura y escritura que permiten el desarrollo de habilidades cognitivas y metacognitivas, en respuesta a la búsqueda de procesos formativos más allá de la malla curricular. (Noriega & Mahecha, 2012)

Los estudiantes de educación superior constantemente deben afrontar situaciones donde se involucran dichos procesos, por ejemplo, en la toma de notas de clase o de textos consultados, la elaboración de resúmenes y evaluación, y la elaboración de informes, monografías y ensayos académicos (Noriega & Mahecha, 2012). De este modo, los contenidos de los textos, las estrategias de comprensión y las formas de presentación de información exigen prácticas de lectura y escritura propias de dicho nivel formativo, analítico y argumentativo, así como, de pensamiento crítico para resolver los problemas académicos de alta demanda cognitiva. (Flores, 2016)

En este sentido, el docente toma un papel fundamental en el proceso formativo del universitario, siendo un modelo de aprendizaje, donde le otorgue al estudiante las herramientas para consolidar sus habilidades lectoescritas. Cuando se tienen en cuenta las actividades de pensamiento crítico desde la escritura, Flores (2016) comenta que se evidencia “un aumento satisfactorio en la experiencia educativa: los estudiantes están mejor preparados para la clase, son más enriquecedoras las discusiones, y en general, el desempeño del alumno es mucho mejor”. Por su parte, fortalecer las estrategias de comprensión lectora genera mayor grado de abstracción, manejo de un léxico especializado y la ejecución de operaciones de relación, síntesis, inferencia y generalización de información (Noriega & Mahecha, 2012).

Por esta razón, el acompañamiento otorgado por los docentes en los procesos de lectura y escritura de los universitarios le permitirá identificar las necesidades de aprendizaje de sus alumnos, guiarlos y, de esta forma, impactar en la motivación dentro de sus actividades académicas. La automotivación permite al estudiante dirigir su atención a identificar los aspectos necesarios para una lectura o escritura eficiente, más que a la cantidad de páginas o la complejidad del texto escrito. Flores (2016) menciona que la motivación o falta de la misma afectará si el estudiante lee o no y, en consecuencia, si entiende o no el texto en cuestión.

En concordancia, los procesos de lectura y escritura están estrechamente relacionados con la inteligencia emocional a nivel intra e interpersonal, ya que son un medio para que los estudiantes se apropien de los textos, los conozcan y lleguen a enriquecer los esquemas mentales con los que se descubre la identidad del sujeto como del texto (Giraldo, 2011). Por lo tanto, el análisis de la lectura y la escritura, como ejercicio de construcción en el conocimiento de sí mismo, muestra la apropiación de textos por parte de muchos jóvenes y su reinvención en la escritura. Esta idea, se puede traducir como la capacidad para textualizar mediante el lenguaje, lo que ocurre en el interior del lector y la forma como interviene desarrollando imágenes y textos sobre el sujeto que lee (Giraldo, 2011).

Giraldo 2011 hace uso de un planteamiento psicológico que establece la estructura emocional del sujeto en pro de favorecer la lecto-escritura, a partir de tres dimensiones: activadora, creativa y directiva.

  • Activadora: se percibe la lectura y la escritura como una forma de llegar al conocimiento. Por lo tanto, para que los estudiantes muestren motivación, se esfuercen de manera continuada y obtengan resultados positivos, es necesario que se les propongan unas metas que influyan positivamente en su comportamiento.
  • Creativa: La generación de ambientes creativos y competitivos dentro del aula de clase hace que los estudiantes se esfuercen por presentar soluciones a un relato, participen e intensifiquen la curiosidad por indagar más ante un tema que ha resultado interesante y retador para ellos.
  • Directiva: El aprendizaje de la automotivación está asociada al desarrollo de recursos metacognitivos que nacen en la naturaleza de los textos. Como son la extracción de conceptos, su comparación, el contraste con otros textos, la comparación de argumentos y su organización según diferentes criterios (aparición, importancia, ubicación, explicación y argumento) desde la axiomática que los origina.

De esta forma, se resalta la importancia de que el docente sea participe en todas las actividades, orientado hacia el correcto desempeño en la lectura, la escritura y el pensamiento crítico en las aulas y así, se permita el éxito académico de los estudiantes y la habilidad intrínseca de solucionar los problemas de hoy en día.

Para conocer más puede consultar en:

-Flores, D. (2016). La importancia e impacto de la lectura, redacción y pensamiento crítico en la educación superior. Zona próxima, (24), 128-135.

-Noriega, G. R., & Mahecha, H. J. (2012). La educación superior desde la lectura y la escritura. Amazonia Investiga, 1(1), 19-35.

-Giraldo Ramírez, G. (2011). Los procesos de lectura y escritura en la inteligencia emocional. Uniroja. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4784515