Un lustro anduvo viajando (1799-1804) Alejandro de Humboldt por el Nuevo Mundo, así como nueva fue la descripción que de él hizo.
Venezuela, Landschaft bei Caracas mit dem Monte Avila. Fuente: Wikipedia.
En América, ascendió el monte Ávila con Andrés Bello y Bonpland; exploró el Orinoco, haciendo Etnografía en tierras prácticamente vírgenes. Luego de más de un año de correrías por tierra firme, partió a la isla de Cuba. Fue una mansión corta, pues de nuevo lo tenemos en Cartagena, luego remontando el Magdalena. Más tarde y más abajo, con las ascensiones al Pichincha y al Chimborazo, coronó la increíble altura de casi 20 000 pies (5878 m).
F. G. Weitsch, Humboldt und Aime Bonpland am Fuß des Vulkans Chimborazo (1810).
Descubridores de Cuba.
Humboldt aprovechó su corta estancia en la isla para adelantar toda clase de tareas relacionadas con la estadística. Todo su trabajo se recopiló en el Ensayo político sobre la isla de Cuba (dos volúmenes, en francés, 1826), opúsulo que hace parte de la Relación histórica.
También en viaje científico, anduvo por este mundo el piloto Felipe Bauzá (1764-1834), encargado de Cartografía en la expedición Malaspina (1789-94).
"Cartas geográficas".
La correspondencia entre el geógrafo y el naturalista se compone de cartas que se han publicado así: primero F. J. de Zach[1] presentó seis cartas del español al alemán; luego aparecieron siete, en sentido inverso, editadas por Ureña[2]; más una cuyo facsímil ofreció la U. del Rosario, por el centenario del tudesco[3]. Carlos Bauzá viene a completar dicha correspondencia con tres más del español al alemán[4]. Temporalmente, el intercambio epistolar comprende el periodo 1819-27.
Como era corriente en la época, los corresponsales habían intercambiado cartas sin conocerse personalmente. Ello ocurrió apenas en julio de 1826[5], si bien su trato científico arrancó desde principios de siglo. Observaciones, posiciones, alturas barométricas, cotejos de unas y otras es la sustancia de la correspondencia.
Caldas y Humboldt, de nuevo.
Es bien conocida la relación entre los dos sabios, por lo cual no extrañaría el hecho de que esta carta se encuentre en un libro de Caldas, el Ensayo de una memoria sobre un nuevo método de medir las montañas (Burdeos, 1819).
La carta que se ve detrás de la de Humboldt será objeto de su correspondiente entrada.
Un sobrino le decía a Bauzá: "Vuestra merced se compondrá con la carta del Barón, y Dios le dé a Vuestra merced ojos y buenas antiparras para descifrar su contenido".
La historia de la correspondencia es, según Ureña, como sigue: el ministro de Alemania en Bogotá, Sr. Schumacher, donó copias de los autógrafos a la Biblioteca, en 1874. El cuadernillo comprende once cartas a Bauzá y una a Codazzi. De las once a Bauzá, Ureña publicó siete, de manera que la que hoy publicamos podría ser una de las perdidas, que de algún modo fue a parar al libro de Caldas, que por esa época pertenecía al Sr. Liborio Zerda.
El Sr. Zerda (1830-1919) fue científico y humanista, graduado en este Claustro; luego académico y ministro de Instrucción pública en la administración del Sr. Caro.
Transcribimos, pues, el contenido de la carta:
Sr. Dr. Felipe Bauza
London
Paris, le 4 Juillet 1825
Vous savez prévenir tous mes défis: au moment ou je parts pour un petit voyage de Brest[6], je reçois Votre lettre du 30 Juin dans laquelle Vous m’envoyez dejà l’area de Cuba. Je suis sûr de l’ exactitude de Vos operations mais, mon excellent ami, n’y a t-il pas erreur des chiffres ou de cop[ia?], lorsque Vous donnez à l’île 10,757 lieues carrées de 20 au degré. On n’ avoit trouvé jusqu’ ici dans les ouvrages anglois (sic), que 48,000 milles anglois carrées (square miles) ce qui fait comme une li[eue] mar[ine] carrée = 11,97 milles carrées angloises au plus 4000 li[eues] carrées marines: M[onsieur] de Lindenau[7] trouve 2260 lieues géogra[phiques] carrées (de 15 au degré) ce qui fait aussi 3900 li[eues] marines carrées. Dans la Mémoire Documentos de que se compone el expediente sobre el tráfico de negros 1814 il est dit p. 136: que l’île a 6764 leguas planas del país de 5000 varas o sea caballerías 906,458. N’ y a-t-il pas dans Votre résultat de 10,757 leguas cuadradas marinas (de 20 au degré) quelque erreur entre des côtés des triangles exprimés en milles au lieu de lieues? Vous trouveriez l’île plus grande que l’Angleterre, l’ Écosse et l’Irlande ensemble qui n’ont que 10,000 li[eues] carrées marines. Vous me dites, mon respectable ami, que Ferrer[8] trouve 34,632 millas cuadr[adas] ou 11,544 le [guas] cuadradas et que cela l’aproche de Votre résultat; mais il faut diviser par 9 et non par 3, de sorte que Ferrer ne trouve que 34,632/9 = 3825[9] li[eues] carrés mari[times] ce qui est presque identique avec ces 3900 li[eues] carrés de Lindenau. Il vous sera facile de lever(?) ces doutes. Daignez de grace m’ écrire bientôt là-dessus et excusez mon eternel tourment. Mille tendres et affectueux hommages! Vos lettres me trouveront à Paris vers le 20 de ce mois. A. Humboldt.
[1] Francisco Javier de Zach (1754-1832), astrónomo austroalemán. Encargado del observatorio de Gotha, luego del de Capodimonte, cargo que debió dejar por la restauración borbónica. Publicó tres revistas científicas, a saber: en Gotha, la Allgemeine Geographische Ephemeriden; luego la Monatliche Correspondenz zur Beförderung der Erd-und Himmels-kunde; finalmente, en Génova, la Correspondance Astronomique, Géographique, Hydrographique et Statistique.
[2] Ureña, Rafael de. “Autógrafos de Humboldt existentes en la Biblioteca Nacional”. Revista de la Academia Colombiana de Ciencias exactas, físicas y naturales. Bogotá: IV 14, 1940; 248-52; V 18, 1941; 249-50.
[3] Carta de Alejandro de Humboldt a don Felipe Banzá (sic). Revista del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Bogotá: LIV, 1959; 59-62. Ofrecen el facsímile de la carta, más un breve comentario y traducción de frases sueltas.
[4] Tres cartas inéditas de Felipe Bauzá a Alexander von Humboldt. Revista de Historia naval, año X, 39, 1992; 59-74.
[5] Bauzá, Tres cartas inéditas; 59. Médico de profesión, también es Miembro de Número (Fundador) de la Academia Uruguaya de Historia Marítima y Fluvial.
[6] Ciudad y puerto de Bretaña. Humboldt estuvo allí quince días.
[7] Bernardo Augusto de Lindenau (1780-1854), astrónomo, humanista y político alemán. Editó la Monatliche Correspondenz zur Beförderung der Erd- und Himmels-Kunde, desde 1807, revista fundada por Francisco Javier de Zach en 1800 y que apareció hasta 1813. Su memoria se honra con el nombre de un asteroide, un cráter lunar y un museo. Lo que en efecto asienta Lindenau es lo siguiente: Cuba, 2254,9 millas cuadradas; más 31 de la isla de Pinos. Con el total de los cayos, suma 2309. En las ediciones del Ensayo está mal citada la página: no es 312, sino 528 de la Monatliche Correspondenz, 1807.
[8] José Joaquín Ferrer (1763-1818), astrónomo español. Hizo fortuna en América. Mantuvo correspondencia con Humboldt y otros científicos de la época. Estando en La Habana observando un cometa, se puso en contacto con Bauzá. Su nombre figura en las Connaissances des temps (París, 1817) a propósito de la determinación de las situaciones geográficas de la Isla de Cuba. http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=ferrer-y-cafranga-jose…
[9] Las cuentas no cuadran.