Divulgación Científica

Casi al mes de conocerse el primer caso de contagio de coronavirus en Colombia se iniciaron las reuniones. La cita comenzó con cuatro funcionarios públicos del sector cultural y turístico del país y, al poco tiempo, pasó a contar con 22 de diferentes departamentos y municipios, una participante de Costa Rica y otro de España. Cada sábado se encuentran de manera virtual, a las 9 de la mañana, para plantear un problema concreto a partir de los desafíos que enfrentan en su gestión por el impacto de la pandemia, y de esa manera compartir y sugerir alternativas de gestión pública urgentes, viables, sostenibles y pertinentes.

Ese espacio de conversación de ochenta minutos, dirigido y con un propósito concreto, es un Laboratorio de Gestión y Política Cultural. Una metodología de la Línea de Investigación de Arte y Políticas Culturales de la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario, para ayudar y acompañar a los funcionarios públicos del sector cultural a hacer lo mejor posible su trabajo en un momento difícil para la humanidad.

Antes, estos laboratorios eran presenciales y estaban asociados con el ejercicio de gestión cultural de una organización. Los hacíamos una vez al mes para tratar problemas como ¿cuánto cobro por hacer un concierto? Con la COVID-19 se transforma el enfoque y se dirige el laboratorio a los funcionarios por un tema de gobernanza cultural y los desafíos que enfrentan. Son gobiernos nuevos, tienen dificultades porque les piden recursos y al comienzo de año estaban con presupuesto de la alcaldía anterior y con la tarea de construir el Plan de Desarrollo Territorial en plena pandemia”, explica Johanna Mahuth Tafur, directora de la Línea de investigación de Arte y Políticas Culturales, quien además convoca y dirige la sesión.

Uno de los primeros temas que se trataron en estas sesiones fueron las convocatorias para los artistas en tiempo de emergencia. Algunos funcionarios tenían preocupación por los niveles de corrupción de sus municipios y lo que eso significa en la confianza de los ciudadanos para hacerlas de forma virtual. Entre los consejos que recibieron de sus colegas estuvieron realizar acciones como contratar jurados reconocidos con una intachable reputación, apelar a parte de la nómina de funcionarios o contratistas ya vinculados y con suficiente idoneidad que permitiera agilizar el proceso sin cuestionamientos y hacer públicas las diferentes etapas del proceso.

“El ejercicio implica unas condiciones propias como son asistentes con un perfil que les permita aportar desde su experiencia a la solución del problema, con más inquietudes o con opciones de desarrollo o solución. Arrancamos poniendo el problema y después hacemos preguntas: ¿Cómo piensas que se puede resolver? ¿Cómo lo estás haciendo? ¿Cómo te gustaría que se hiciera? ¿Cómo lo han hecho otros? Y todos responden”, explica Tafur.

La conversación es totalmente dirigida para que las respuestas se vayan entrelazando y al final se tengan ideas concretas para dar una solución al problema. De esa manera, los participantes salen con ideas para afrontar sus desafíos y con la sensación de que no están solos. Su problema lo tiene alguien más y existe una solución.

Tener a un “viajero en el tiempo”, como lo es el participante de Barcelona (España), les ha ayudado mucho. La directora lo llama así porque España comenzó primero la gestión de la emergencia y, por tanto, se ha anticipado a las diferentes medidas. Él llegó invitado para un tema específico y se quedó; lo mismo ocurrió con un profesor de Medicina de la universidad que les ayudó a despejar unas dudas sobre bioseguridad y con otros participantes que han visto este formato de conversación como una buena manera de hacer catarsis y dar solución a sus dificultades.

Además, como en Las Vegas,“lo que pasa en el laboratorio se queda en el laboratorio”. La información de casos específicos entregada en el espacio no puede ser divulgada.

Un trabajo de muchos

• Alternativas para formular convocatorias para artistas en tiempo de coronavirus.
• Estrategias para vincular culturas, artes y patrimonios en la necesidad de mitigar la COVID-19.
• Activar el sector de las artes, las culturas y los patrimonios con iniciativas diferentes al uso de internet en COVID-19.
• Estrategias para fortalecer el sector de las culturas y las artes en momentos de COVID-19 y pos-COVID-19.
• ¿Cómo gestionar las demandas del sector cultural en el corto, mediano y largo plazo?
• Cómo activar desde lo público las prácticas artísticas, en medio del aislamiento social?Estrategias y herramientas desde la esfera pública para consecución de recursos de apalancamiento al sector cultural frente a la reducción de presupuestos propios en medio de la COVID-19.
• En los actuales momentos de discusión y aprobación de los planes de desarrollo en consejos municipales y asambleas departamentales, ¿cómo garantizar la participación del sector cultural y la ciudadanía en aislamiento por COVID-19.
• Estrategias de comunicación y discursos para visibilizar la cultura como recurso de primera necesidad en medio de la emergencia sanitaria.
• ¿Cuáles proyectos ancla podemos diseñar o realizar para la reactivación económica del sector cultural, desde la administración pública?
• Implementación de alternativas para la reactivación económica para el segundo semestre de 2020 y primer semestre de 2021.