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La población cafetera muestra signos de reducción a 2050

Para el año 2050 se espera que el número de personas en los hogares cafeteros, en el peor escenario, se reduzca a 1.243.485; por su parte, en el más optimista, se espera que la cantidad de personas sea de 1.409.358. Asimismo, la expectativa de los hijos por hogar se disminuiría a tres.

El 28 de febrero, en el marco del proyecto Colombia Científica Alianza EFI: Economía Formal e Inclusiva, se presentó en la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario los resultados de la investigación “Proyección de la Población Cafetera a 2050 en Colombia” realizada por La Federación Nacional de Cafeteros. El evento contó con los investigadores principales del proyecto: José Leivobich, Claudia Carolina Córdoba y José David Méndez.

Colombia se encuentra en un estado de transición demográfica donde se están reduciendo las tasas de natalidad y están aumentando las de mortalidad. Por eso, el envejecimiento de la población cafetera y la migración de sus hijos, a otros tipos de actividades, son las preocupaciones que llevaron a la Federación Nacional de Cafeteros a estudiar la dinámica poblacional de este sector. Así lo afirma José Leibovich, investigador económico de la Federación.

Los cambios en el tamaño de la familia cafetera, pasando de 5 a 4 miembros, o la reducción en casi 190 mil personas en los hogares llevaron a una disminución del 10% de la población durante los últimos 25 años. Asimismo, en el total de productores de café, la edad promedio es de 57 años y el 30% son mujeres.

“Esta actividad ha sido fuente de construcción de país y de comunidad en las zonas cafeteras que siempre se caracterizaron por ser zonas tranquilas, pacíficas, donde se logró cierto nivel de bienestar y esa es la preocupación: si eso se va a acabar, entonces ¿Qué va a pasar con las regiones?”, afirmó Leivobich. 

¿Cómo se realizó la estimación?
Para la proyección se realizaron diferentes procedimientos técnicos en demografía. Los investigadores usaron, principalmente, bases administrativas como el Sistema de Información Cafetero de Colombia (SICA) y el Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales (SISBÉN). Además, también se apoyaron en las proyecciones estimadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).

“Los registros administrativos son representativos a nivel del universo. Entonces en potencia estadística, de los indicadores que sacas, no tienes errores de estimación. Por ejemplo, uno dice con una encuesta, como la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), que la tasa de desempleo es del 10%, pero esta tiene un error de estimación, mientras que en la primera es un conteo persona a persona”, sentenció la investigadora Carolina Córdoba.

Asimismo, el modelo depende de tres variables proyectadas: la población natural, la migración neta de hogares y la migración neta sectorial. La primera indica la población natural, basándose la cantidad de nacimientos y defunciones. La segunda explica la migración que los hogares realizan por factores socioeconómicos y la tercera explica la migración por las dinámicas del mercado cafetero.

Al final, los investigadores sentenciaron que estos resultados son un marco de referencia para la discusión y la creación de políticas públicas en un futuro. De igual manera, comentan que el desarrollo tecnológico, la educación de calidad en las zonas cafeteras, la generación de empleo y el acompañamiento para el desarrollo de una caficultura productiva son mecanismos que pueden detener esta reducción de la población, principalmente en la migración de jóvenes.