La tercera versión de la Conferencia de Economía de la Informalidad 2022 organizada por la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario y la Alianza EFI (Economía Formal e Inclusiva), tuvo lugar el 19, 20 y 21 de octubre en el Auditorio Jockey de la institución. En este espacio, académicos, expertos, jóvenes investigadores, profesionales y formuladores de políticas se reunieron para presentar sus trabajos, intercambiar conocimientos, compartir sus investigaciones y debatir temas en torno a la economía informal.
Al igual que en la ediciones anteriores, el evento contó con la participación de reconocidos expertos internacionales: Friedrich Schneider, profesor retirado de la Universidad Johannes Kepler de Linz; Norman Loayza, director del Grupo de Indicadores Globales del Banco Mundial; Rodrigo Soares, profesor Lemann de Políticas Públicas y Asuntos Internacionales y Públicos de Brasil; Nora Lustig, profesora de Economía Latinoamericana de la Universidad de Tulane e investigadora no residente en el Centro para Desarrollo Global y el Diálogo Interamericano, y Gabriel Ulyssea, profesor asociado en el Departamento de Economía de University College London e investigador en el Instituto de Estudios Fiscales, quienes tuvieron como foco central los diferentes estudios que existen en torno a las cifras de informalidad laboral, sus causas y las posibles soluciones que se plantean desde el conocimiento de esta problemática que afecta, por lo menos, a la mitad de la población colombiana y de otros países.
Durante el evento se expusieron diferentes temas con incidencia en la informalidad, incluyendo la economía laboral, la organización industrial, la economía urbana, la economía agrícola, las finanzas, la regulación, la economía pública, la economía política, la economía del desarrollo, y la política migratoria, fiscal y monetaria, entre otras.
Para Fernando Jaramillo, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, el tema de la economía de la informalidad es un asunto central e importante. “Debemos entender cada vez más este fenómeno, saber cómo enfrentarlo y cómo adoptar políticas para disminuir el tamaño de la informalidad; esto es clave para la economía en nuestro país”.
Por otra parte, Norman Loayza, director del Grupo de Indicadores Globales del Banco Mundial y quien ha investigado diversas áreas del desarrollo económico y social, como la gestión macroeconómica, el crecimiento económico y el ahorro público y privado, participó de la conferencia, presentando un nuevo proyecto del Banco Mundial que busca reemplazar a Doing Business, una iniciativa muy valiosa a la hora de incentivar reformas para la mejora del sector privado y la investigación económica.
“Ahora estamos con un nuevo proyecto con una perspectiva más balanceada sobre el rol de las regulaciones, entendiendo que hay algunas para el ambiente de los negocios. Adicionalmente, vamos a medir la información que nos entregan las firmas sobre qué tan eficiente es el proceso de comenzar, operar y expandir una empresa”, puntualizó Loayza.
De igual manera, Loayza señaló que este proyecto es importante dado a que el sector privado es el que más genera ingresos a las personas a través de la inversión, la creación de empleo y el crecimiento económico. Se busca que la opinión pública esté consciente de la calidad del marco regulatorio para el ambiente de negocio que tienen los países y que los formuladores de políticas públicas sepan qué cambios se deben hacer para mejorar el clima de inversión.
Así mismo, Rodrigo R. Soares, profesor Lemann de Políticas Públicas y Asuntos Internacionales y Públicos de Brasil, afirmó que la informalidad es el resultado de diferentes fuerzas. Por un lado, es un fenómeno que surge a partir de diferentes distorsiones como el salario mínimo, impuestos a la nómina, parafiscales. También existe un trade-off entre trabajadores y empresas, ya que los primeros prefieren emplearse formalmente dado los beneficios (seguridad social, primas, vacaciones) mientras que las empresas tienen incentivos para contratar informalmente (remuneraciones por debajo del salario mínimo e impuestos) bajo el riesgo de ser sancionado.
“Por tanto, el nivel de informalidad de un país es un reflejo de la interacción entre el contexto institucional, las regulaciones, la productividad, y las decisiones de los trabajadores y empresas” añadió Soares.
Dentro de las conclusiones de la tercera versión de la Conferencia, “se refuerza cómo la informalidad persiste y está presente en gran parte del mundo en desarrollo. Sin embargo, a pesar de ser un fenómeno no deseado, la informalidad parece amortiguar los choques económicos negativos como la pandemia del Covid-19”, así lo aseguró Andrés García, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario.
De igual manera, añadió que “las charlas magistrales ayudaron a una mejor comprensión de cómo este tema interactúa con la productividad de un país, así como con los flujos migratorios. Esto último es de suma importancia dada la ola migratoria que se experimentó en años recientes en el país”.
Finalmente, en la conferencia participaron expertos de política pública y, cada día, se llevaron a cabo sesiones contributivas en las que investigadores, provenientes de diferentes países, presentaron y debatieron sus papers de investigación.