Ya hemos adelantado algo sobre los libros de Samuel Bond en estas páginas. Pues bien, en el estudio de la edición de sus Poesías latinas, hemos encontrado la referencia exacta de cómo llegaron sus libros al Archivo Histórico.
Tomado de Alumni Cantabrigienses. Admitido como pensionista en Trinity, 1835; graduado en 1839.
En una carta de 1931, reproducida en la Revista del Rosario, José Ignacio Escobar hace la donación de los libros de su "tío político el finado don Samuel Bond, y los otros de su hijo Samuel Fernando".
Un rasgo trágico tuvo la vida de la familia Bond. El hijo murió de veintiún años, "tratando de salvar a un desconocido que a su vista cayó en el proceloso río de San Gil".
(v.26 n.253 abril 1931).
La donación consta de diccionarios. Italiano-inglés:
Francés-holandés-alemán-inglés:
Alemán-inglés:
Inglés-griego:
La parte más difícil del estudio es hallar y fijar el significado de las palabras. Se acompaña de un compendio de gramática inglesa.
Nótese cuánto varía el griego moderno del antiguo: mpi se lee bi, nti corresponde a di. Ni hablar de ntzei por gi.
Una obra técnica:
Por Martin Leake.]
Una histórica:
Antigüedades era el nombre genérico de la Historia y ciencias relacionadas. El libro de Pittakys recoge copioso testimonio epigráfico.
Una Biblia, según los Setenta:
Principio del Génesis, o creación del mundo.
Acompañada de una Concordancia:
El sentido recto de ταμιεῖον, a treasury, aerarium, depósito.
Pasamos ahora a los clásicos griegos. Jenofonte, Historia griega:
Anotaciones en las guardas.
Una Anábasis:
Un parcial sobre Jenofonte. La Anábasis sigue siendo texto canónico para los aprendices de griego.
Las Comedias de Aristófanes:
Acompañadas de las Tragedias de Esquilo:
Y la Iliada que ya conocíamos:
Más el monumental diccionario griego-inglés:
Sigue siendo una autoridad, que ahora se puede consultar en línea.
Aquí aparece una firma de Escobar junto a la de Bond: