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Dioses, mitos y religión de la antigua Grecia

Alberto José Campillo Pardo

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Por Alberto José Campillo Pardo

Por primera vez, tras 475 años de historia, Bogotá, llamada la “Atenas Suramericana”, por fin cuenta con una muestra de arte del país del que toma su apodo: Grecia. Gracias a los esfuerzos de cooperación entre el Museo Nacional de Colombia y el Museo del Louvre en París, entre los meses de julio y octubre, se presenta la muestra “Dioses, mitos y religión de la antigua Grecia”, la cual consiste en “una selección de 94 piezas que ofrecen una visión coherente de la vida religiosa en la Grecia antigua y dan cuenta del rico repertorio de formas de las cerámicas, así como de la variedad de las técnicas pictóricas utilizadas” por esta civilización. (http://www.museonacional.gov.co/)

Se trata de una exposición absorbente, donde se puede apreciar tanto la pericia de los artistas griegos, entre los siglos VI-IV a. C, como las costumbres de esta civilización que aportó en tantas maneras a la consolidación del mundo moderno. Lo anterior se debe al gran valor testimonial que tiene la cerámica, “bien sea que sus temas estén sacados de la vida cotidiana o de las narraciones mitológicas” (Robayo, 2013).

Dioniso y Pan Crátera de campana de figuras rojas Pitón Paestum, hacia 360-350 a.C. A. 38 cm ; D. 38,7 cm Colección del Museo del Louvre Foto: Samuel Monsalve
Dioniso y Pan, cratera de campana de figuras rojas. Pitón, Paestum, hacia 360-350 a. C. A. 38 cm ; D. 38,7 cm. Colección del Museo del Louvre
Foto: Samuel Monsalve.

Un aspecto que cabe destacar de esta muestra es su coherencia temática alrededor de la mitología y la religión en la antigua Grecia. Esto hace que, a pesar de no estar organizada cronológicamente, la muestra tiene un hilo conductor que permite al visitante comprender la belleza y la importancia de las representaciones plasmadas en las cerámicas y mármoles expuestos. Como afirma Anne Coulié, curadora del Museo del Louvre, “quienes buscan adentrarse en el corazón de las civilizaciones antiguas encuentran en la religión uno de los mejores caminos para hacerlo. Es el caso de la sociedad griega, profundamente impregnada de la esencia religiosa, cuyos mitos fundadores le proporcionaron un esplendor universal” (Coulié, 2013).

La exposición permite descubrir el antropomorfismo en la religión griega, como característica primordial de sus dioses. Resulta que este antropomorfismo no solo se daba en las manifestaciones físicas de los dioses, sino en su carácter. Los dioses griegos adolecían de las mismas pasiones que los hombres; por lo que, a pesar de ser inmortales y tener atributos divinos que los diferenciaban de los mortales, odiaban, amaban, envidiaban, sentían celos y admiraban la belleza.

Un ejemplo claro de lo mencionado se puede ver en uno de los lekitos1del siglo IV a. C, el cual muestra en figuras rojas la escena del juicio de Paris. Cuenta el mito que, en el matrimonio de Tetis y Peleo, Eris, diosa de la discordia, furiosa por no haber sido invitada a la fiesta, arroja frente a los invitados la manzana de la discordia (μῆλον τῆς Ἔριδος), la cual ponía la inscripción: “a la más bella” (τῇ καλλίστῃ). Haciendo gala de sus pasiones humanas, Hera, Atenea y Afrodita entran en disputa por el honor de poseer la manzana por virtud de su belleza; ante lo cual Zeus recurre a Paris, hijo de Príamo de Troya, para que actúe como juez de la disputa. En el lekitos, se reconoce a Hera, representada con una diadema y un cetro, a Atenea, con el casco, la lanza y el escudo, y a Afrodita, quien avanza hacia Paris. Es esta última diosa quien recibe la manzana de parte de Paris, prometiéndole a cambio el amor de Helena, la mujer más hermosa del mundo, lo que desencadenaría años después la guerra de Troya.

Foto: Samuel Monsalve Colección del Museo del Louvre El juicio de Paris Lekyto aribalístico de figuras rojas Pintor del Orestes de Boston Paestum, hacia 350-350 a.C. A. 30,4 cm; D. 19,5 cm Colección del Museo del Louvre Foto: Samuel Monsalve
Foto: Samuel Monsalve
Colección del Museo del Louvre
El juicio de Paris
Lekyto aribalístico de figuras rojas
Pintor del Orestes de Boston
Paestum, hacia 350-350 a. C.
A. 30,4 cm; D. 19,5 cm
Colección del Museo del Louvre
Foto: Samuel Monsalve.

Este carácter religioso de la vida griega se encontraba muy interiorizado entre sus habitantes, hasta el punto de que la ciudadanía y la pertenencia a la polis eran elementos de tradición religiosa. En palabras de Alexandra Kardianou-Michel, ingeniera de estudio del Museo del Louvre, “la patria para el ciudadano ateniense es ante todo la religión transmitida por los ancestros, como lo muestra el juramento de los efebos atenienses (“Combatiré por defender los santuarios y la ciudad..., honraré los cultos ancestrales”) (Kardianou-Michel, 2103).

En este sentido, las fiestas religiosas eran para los ciudadanos griegos la forma de honrar el vínculo con los dioses de sus antepasados. En la exposición se muestran piezas con representaciones de las Panateneas, dedicadas a la diosa Atenea, las Adonias, en honor a Adonis, los Misterios de Eleusis, en homenaje a Deméter, y las Leneas dedicadas a Dioniso. Dentro de este contexto cabe resaltar un Ánfora panatenaica de las series de Nicómaco (s. IV a. C) que, como lo indica su nombre, contiene escenas de las competencias de disco que se llevaban a cabo en dichas fiestas. Esta pieza de figuras negras cuenta también con una representación de la diosa Atenea y una inscripción que la identifica como un premio a la victoria en la misma competencia.

Atenea Promacos Escena de palestra Ánfora panatenaica Series de Nicómano Atenas, 321-320 a.C.
Atenea Promacos
Escena de palestra
Ánfora panatenaica
Series de Nicómano
Atenas, 321-320 a. C.

De las piezas que más descuellan en la exposición, hay una cratera de columnas2 pintada por Memnón en el siglo VI a. C., que representa escenas de la vida diaria de la aristocracia de Corinto. Las escenas de esta cratera están realizadas en figura negra con pigmentos rojos, y se pueden dividir en dos “caras”: la primera muestra una procesión compuesta por hombres y mujeres vestidos con chitones e himnatia. La segunda muestra la escena de un banquete donde se ven tres hombres reclinados, como era costumbre en la época. Esta es una de las piezas más antiguas de la muestra y una de las mejor logradas.

Foto: Samuel Monsalve Colección del Museo del Louvre Cara A: Escena de procesión Cara B: Escena de banquete Crátera de columnas Pintor de Memnon Corinto, hacia 600-590 a.C.
Foto: Samuel Monsalve
Colección del Museo del Louvre
Cara A: Escena de procesión
Cara B: Escena de banquete
Crátera de columnas
Pintor de Memnon
Corinto, hacia 600-590 a. C.

Finalmente, cabe destacar la presencia de cinco piezas de mármol correspondientes a una cabeza de Deméter, cuya datación no es segura (puede ser del s. IV o del s. I a. C.), una estatuilla romano-imperial de la diosa Atenea, una Afrodita desnuda del siglo IV a. C., una estatua funeraria de una joven mujer del mismo siglo, hallada en el monte Pentélico, y una estela funeraria, del mismo lugar, correspondiente al siglo V a. C. Esta última representa a un difunto que se despide de su hijo, y está tallada en bajorrelieve. Así mismo cuenta con una inscripción del nombre del difunto Antíoco de Cnido, en la moldura superior.

Estela funeraria Marmol del monte Pentélico (cerca de Atenas), hacia 410-400 a.C.
Estela funeraria
Mármol del monte Pentélico (cerca de Atenas), hacia 410-400 a. C.

Como se ha visto en esta reseña, la exposición “Dioses, mitos y religión de la antigua Grecia” es una muestra de alta calidad, que cuenta con un excelente montaje por parte de los curadores del Museo Nacional de Colombia, con un costo de entrada muy bajo ($3.000), lo que la hace imperdible para todo aquel que esté interesado en la historia y la cultura de la antigua Grecia.

Generalidades de la exposición:

La exposición está dividida en 3 partes: una dedicada al panteón griego, donde se pueden ver cerámicas decoradas con motivos alegóricos a los dioses del Olimpo, donde se destacan los olímpicos de primera generación, Zeus, Poseidón y Hades, así como sus descendientes, los olímpicos de segunda generación, como Apolo, Diana y Dioniso, entre otros. La segunda parte está dedicada a la religión cívica, es decir, a las celebraciones religiosas en el ámbito público. En esta sección se pueden observar distintas piezas cuyos temas centrales son las grandes fiestas religiosas y los ritos y sacrificios que en ellas se hacían a los dioses. La última sección, gira en torno a la religión privada, es decir, a los ritos y actividades religiosas que los ciudadanos griegos llevaban a cabo en la privacidad de sus hogares, buscando ganar el favor de los dioses.

1 Tipo de jarrón de barro con un asa, cuello delgado y boca ancha utilizado para llevar perfumes o bálsamos funerarios.
2 Recipiente de barro de boca y cuerpo anchos, utilizado para mezclar vino y agua. Se llama de columnas por la forma vertical de sus asas dobles.