Pasar al contenido principal

Editorial: La Ruta País

Julio Londoño Paredes

Ruta país

El mundo todavía no se repone de una de las más angustiosas situaciones que se han afrontado en la época moderna. Ya no se trata de la sombra siniestra de las guerras que dejaron muerte y destrucción, pero que no nos afectaron sino marginalmente.

Ahora el COVID con sus diferentes mutaciones se infiltró en nuestros pueblos y ciudades, en nuestros barrios y vecindarios e incluso en nuestros hogares. Se trata de un enemigo silencioso y avieso, que va mutando para seleccionar a sus víctimas.

No obstante, el grado de adelanto de la tecnología y de la medicina, la humanidad no ha podido todavía sobreponerse exitosamente a esta pandemia, que nos ha cambiado la vida, generando incertidumbre y angustia. Es difícil encontrar a alguien en nuestro medio que no haya perdido un familiar, un amigo, un conocido. En Colombia los muertos por el covid quintuplican los de la tragedia de Armero, una de las peores que recuerde la historia de nuestra patria. La educación, ha sido uno de los sectores que se han visto más afectados con esa situación.

Nuestra universidad, que es parte fundamental de la historia de nuestra patria, en este difícil trance y gracias al esfuerzo concertado de directivos, profesores, personal administrativo y naturalmente de los alumnos y sus familias, ha salido adelante y saldrá fortalecida.

Antes de que asomara la pandemia, bajo el liderazgo del rector Alejandro Cheyne, se fijó premonitoriamente la “Ruta 2025” que viene trazando nuestro rumbo y las metas hacia las cuales nos dirigimos. Ha sido una construcción colectiva con una visión que responde a las exigencias sociales, culturales, económicas, tecnológicas y de sostenibilidad de nuestra época.

Un aspecto fundamental de la Ruta 2025 es la regionalización, dentro de los cuales se encuentra un proyecto institucional llamado Ruta País. Una de las metas fundamentales de nuestra universidad es la de hacerse presente para analizar y contribuir a la solución de las problemáticas que enfrentan algunas regiones del país. En este año y medio de su ejecución se han dado pasos significativos en ese logro.

La Ruta País es un proyecto dirigido a sensibilizar a ciudadanías de algunas regiones sobre los desafíos por los que atraviesan, como la corrupción, el desgobierno, el narcotráfico y la violencia. El propósito es estudiar soluciones y constituirse en parte para la promoción de esas regiones.

Desde hace muchos años los textos de geografía señalaban invariablemente que Colombia era un país de ciudades. Nos sentíamos orgullosos de contar con Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali. Ese polígono era para muchos, nuestro país. Llegaba por el occidente hasta la cordillera oriental, por el occidente hasta la occidental. Por el norte seguía exclusivamente el eje del altiplano cundiboyacense y por el sur el de la actual carretera panamericana.

Ni siquiera el departamento de Norte de Santander, que era rico y productivo, estaba integrado a Colombia, ya que por estar separado del país y de su acceso a la arteria fundamental del país, el río Magdalena, su vida dependió de la salida al Lago de Maracaibo por los ríos Catatumbo y su afluente el Zulia que se unían en la localidad de Encontrados, en territorio venezolano. De allí hacia el mar.
No obstante, excluyendo a Norte de Santander, más del 70 % del territorio nacional: los llanos orientales, la Amazonía, la costa del Pacífico, la Guajira y San Andrés, eran otro país. Eran zonas sin comunicación de ninguna clase, sin recursos, sin salud, sin educación y con graves problemas de carácter social. Sus habitantes se acostumbraron a sobrevivir. 

El estado resolvió entregar su función fundamental, la de la educación a la iglesia católica y especialmente a comunidades extranjeras. Vicarios y prefectos apostólicos designados desde Roma que se hicieron cargo de ella. Ellos poco a poco fueron asumieron al mismo tiempo funciones políticas. 

col1im3der

En esas condiciones, ante la violencia generada en el interior del país, para salvar sus vidas muchos emigraron a esas regiones como colonos con el propósito de reorganizar sus vidas con el trabajo honesto. Pero, también se dirigieron hacia allá, los que trataban de eludir la justicia.  Así poco a poco la delincuencia en diferentes modalidades tomó cuerpo. Además, ante la ausencia del estado, paulatinamente actividades como el cultivo de coca y luego la producción y comercialización de la cocaína se extendieron.

El país, como consecuencia de esa indiferencia hacia las regiones, entró en una situación de la que no hemos salido y que ha sido en buena parte la causa de muchos de nuestros males. 

La universidad ante estas experiencias y realidades se trazó rumbos para estar presente en esa otra Colombia y contribuir a su desarrollo, como un compromiso con la patria. Dentro de la Ruta País la universidad con el impulso entusiasta del rector comenzó a hacerse presente en regiones periféricas del país, gracias al apoyo de aliados estratégicos como la fundación alemana Konrad Adenauer y El Tiempo Casa Editorial.

La presencia en Tumaco
Estuvo la universidad en Tumaco, una de las regiones más afectadas del país, donde se reúnen todos los problemas, agravados por la condición de su vecindad con el Ecuador. Una especie de tierra de nadie. Allí el rector y sus acompañantes dialogaron con representantes de todos los estamentos. Desde las autoridades civiles, militares y de policía, los líderes sociales hasta con el clero y el magisterio.

La universidad se integró a la zona y comenzó a contribuir en diferentes formas a la solución de algunos de los complejos problemas que afronta la región.
 
La presencia en la Guajira
También la universidad se hizo presente en la Guajira. Se celebró un concurrido foro en Riohacha para impulsar el despertar del departamento hacia un nuevo horizonte económico y social. Asistieron empresarios, líderes políticos y sociales y se analizaron asuntos fundamentales, como los problemas del agua, la educación, salud y la inseguridad.

Igualmente se formularon recomendaciones, especialmente sobre la capacitación para el turismo, la formación de docentes para las comunidades indígenas y sobre la necesidad de una veeduría para las acciones de los gobernantes.

Se visitó una ranchería indígena y se dialogó extensamente con los wayuu, sobre sus costumbres, expectativas y dificultades. Se recorrió además parte de la alta guajira hasta llegar al Cabo de la Vela. En ese proceso se tuvo una extensa entrevista con los comandantes y oficiales de las unidades del Ejército colombiano que se encuentran en esa región fronteriza. Allí expusieron ampliamente la problemática de la región y la situación en la zona limítrofe con Venezuela.
 
La universidad del Rosario en Neiva
Igualmente, la universidad se hizo presente en Neiva. En esa ocasión se entregaron los diplomas de grado a un grupo de graduandos que habían cursado programas en nuestras facultades.  

En coordinación con la Cámara de Comercio se celebró un concurrido foro, en el que participaron autoridades locales, empresarios, candidatos a la gobernación, miembros de la sociedad y representantes de diversas entidades del Estado.

Se trató especialmente el tema de la competitividad como una estrategia hacia el desarrollo económico. Algunos de los retos que se plantearon aludieron a la necesidad de la conectividad rural, la diversificación, la necesidad de educar profesionales que respondan a las necesidades de los empresarios de la región, el apoyo a emprendedores, estrategias para generar valor agregado a las apuestas productivas del departamento y capacitaciones para empresarios en el uso de herramientas financieras, entre otros temas.  
En el foro se trazaron rutas de acción y se asignaron responsables para el desarrollo de diversas iniciativas que tienen por finalidad, ayudar a que la competitividad del departamento sea mayor.

Reuniones en Casanare
La Cámara de Comercio del Casanare desarrolló en Yopal un foro para discutir asuntos de gran interés para el departamento. Asistieron empresarios, líderes políticos y sociales.

Se trataron en forma especial iniciativas para activar y promocionar el turismo sostenible como un nuevo horizonte más allá del petróleo, que tarde o temprano se irá agotando, dejando al departamento en una difícil condición.

Entre los retos que perciben, se cuentan el de la conectividad, el bilingüismo, seguridad para los turistas, transformación del capital humano, compromisos con la cultura, mayores y mejores tecnologías, apoyo a nuevos emprendedores, entre otros.

El Casanare ha sido, históricamente, un departamento petrolero y ganadero que comienza a abrirse camino como un atractivo turístico, por eso necesita acceso a recursos y facilidades que le permitan consolidar su economía en el marco del turismo sostenible.

Los senadores del departamento se comprometieron a trabajar de cara a las necesidades de la región y resaltaron la importancia de aparecer como destino en la guía turística nacional. Se convocaron para ese efecto todos los esfuerzos de los diferentes sectores.

La universidad se comprometió a seguir trabajando por estos espacios de diálogo, abiertos a todos los actores de la sociedad y a apoyar en temas académicos y de capacitación, así como a emprendedores y empresarios que así lo requieran, en temas financieros, tecnológicos, ambientales, entre otros.

col1im3der

La presencia en Pereira
Igualmente, dentro del marco de la Ruta País, la universidad se hizo presente en la ciudad de Pereira. El profesor Alejandro Feged, de esta universidad, hizo una cuidadosa exposición sobre las herramientas que está utilizando era la era digital con diferentes propósitos, generando el interés general de los asistentes.   
Dentro de este temario de la era digital, participaron directivos de importantes empresas, así como el presidente de la Cámara de Comercio de Pereira. Entre las conclusiones principales se cuentan la necesidad de articular con la universidad, al Estado y al sector privado en la era digital, así como propender por el bilingüismo, asegurar mayor conectividad en las diferentes redes digitales y preparar talento humano que responda a las necesidades de los empresarios.  

El viaje a Cúcuta
En Cúcuta se desarrolló para analizar la situación la frontera con Venezuela y la migración de ese país, así como para conocer los desafíos que presentan en esta compleja región. Asistieron líderes políticos y sociales, empresarios y profesores y directivos de diversas universidades, así como autoridades y funcionarios de diversos organismos.

Los líderes sociales explicaron cómo se ha actuado con los inmigrantes venezolanos. Resaltaron que los inmigrantes necesitan ayuda urgente. Los representantes de distintas universidades que expusieron la forma en la que la crisis migratoria ha impactado a la región tanto social como económicamente.

Igualmente, se analizó la situación del Catatumbo, una región históricamente afectada por grupos al margen de la ley y sus actividades ilícitas, que requieren medidas fundamentales para asegurar la seguridad de los ciudadanos y paulatinamente regresar a la estabilidad y la paz.

Por su parte, los empresarios reafirmaron su compromiso por trabajar en beneficio de la sociedad y afirmaron que necesitan de dar más oportunidades a los emprendedores para la conectividad. Igualmente debe hacerse un esfuerzo para agilizar los trámites y promover el interés nacional en su capacidad agrícola.

Los líderes políticos lamentaron la situación adversa que vive la región, la inseguridad y la necesidad de mayores recursos para sortear la situación que se enfrenta, ahora no solamente de los colombianos, sino también de los venezolanos.

La universidad con un grupo de alumnos asistió a una dilatada exposición de los mandos militares sobre la situación en la región y los problemas que se atraviesan por la migración venezolana, el narcotráfico, la subversión y la delicada condición de la frontera colombo-venezolana, desde el punto de vista político y militar.
Posteriormente se recorrió parte de la frontera con Venezuela, siguiendo el río Táchira hasta la quebrada Don Pedro y se continuó hasta la localidad de San Faustino, un punto fundamental y crítico de la frontera con ese país, en donde los líderes de la localidad, las autoridades civiles, la policía y el cura párroco explicaron la situación desde sus diferentes puntos de vista.

Igualmente, se hizo un recorrido hasta la localidad de La Parada, donde se pudo apreciar muy claramente la situación generada por la migración venezolana. Posteriormente se hizo una visita a los tres puentes de la frontera sobre el Táchira. Más tarde, se visitó Villa del Rosario donde las autoridades locales dieron una información sobre la situación y finalmente se hizo un recorrido por el Templo, patrimonio nacional, donde se firmó la Constitución de Cúcuta, en la que se fundó en 1821 la llamada “Gran Colombia”. Finalmente se visitó la casa natal del prócer Francisco de Paula Santander.

Fue un recorrido en el que la universidad se hizo presente en la frontera más compleja que tiene el país, que dejó una profunda impresión no solamente entre los alumnos que hicieron en el recorrido, si no en las autoridades civiles y militares, ya que ninguna universidad o instituto docente lo había hecho con anterioridad.
La Ruta País, que por el efecto de la pandemia tuvo que aplazarse,  reiniciará sus actividades en el segundo semestre de este año con su permanencia, proyección y colaboración en las diferentes regiones de Colombia, en especial a las ubicadas en la periferia nacional.