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Periodismo

Nuevas narrativas digitales: la apuesta del periodismo especializado

Por:Ximena Serrano Gil

Foto:URosario

América Latina está enferma, padece de infodemia y sus síntomas son sobresaturación de información, déficit de verificación de datos y desinformación. ¿Los modos de contagio? Redes sociales y medios de comunicación. La cura, validación de la información.

Periodistas, medios de comunicación, comunidad científica y sociedad en general debieron aprender en tiempo real sobre la COVID-19. El bombardeo y la deficiente calidad de la información difundida por redes sociales y medios de comunicación dejaron en evidencia las debilidades para informar sobre salud, lo cual convirtió la desinformación en una verdadera pandemia.

Desde que el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) salió a la luz pública, fue frecuente encontrar datos, cifras y estadísticas sin contexto ni fuentes fidedignas que inundaron el ya atiborrado universo digital. Esta sobresaturación de información (alguna rigurosa y otra falsa) originó el término ‘infodemia’. La falta de formación de periodistas y comunicadores para abordar los temas de salud, la escasez de medios de comunicación especializados, la necesidad de informar y las noticias falsas ahondaron la crisis informativa. En este escenario, las periodistas y profesoras Fátima Martínez Gutiérrez y Juliana Colussi, del Programa de Periodismo y Opinión Pública de la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario, especializadas en periodismo digital y nuevos medios, decidieron indagar sobre qué medios en Latinoamérica estaban haciendo algo diferente de publicar solamente cifras y número de muertos, pues consideraban que habían temas que no estaban siendo abordados en profundidad: “Todas eran historias tristes contadas en macrodatos, pero no hay una información en salud dentro del periodismo, no hay especialización”, indicaron las docentes.

Cambio de paradigmas
 

En esa búsqueda Martínez y Colussi, de origen español y brasilero respectivamente, llegaron a Salud con Lupa, un medio de comunicación nativo digital (exclusivamente en versión online) especializado en salud, que hace cobertura en países de América Latina como Perú, Brasil y Colombia. Fundado por la periodista peruana Fabiola Torres, el 9 de julio de 2019, se trata de un sitio de periodismo colaborativo pionero en la región y dirigido a un público general, que intenta cambiar el concepto de lo que todos entienden como salud pública.

De acuerdo con el planteamiento de la fundadora de esta plataforma digital, “la salud pública no se trata de periodismo médico, no solo es divulgación científica; hay que entender la salud desde otro ámbito”. Aspectos como el costo de las medicinas, la desigualdad en el acceso a los servicios, la prevención y control de enfermedades crónicas, las disposiciones legales y políticas hacen parte de ese entorno.

En dicha coyuntura mediática, las periodistas, con una emotividad desbordante, adelantaron el estudio Periodismo digital especializado en América Latina: un análisis de la cobertura del coronavirus en el medio digital Salud Con Lupa , investigación que se publicó en el libro Jornalismo em tempos da pandemia do novo coronavírus (Periodismo en tiempos de la pandemia del nuevo coronavirus) (Ria Editorial, 2020).

La investigación analizó la cobertura que este medio hizo en el primer semestre de 2020 sobre la pandemia de la COVID-19, con el objetivo principal de verificar los tipos y enfoques de los contenidos publicados.

“Era muy importante constatar si se contaban historias más allá de los datos, así que además de analizar los contenidos, indagamos qué historias contaban y cómo las contaban; qué tipo de información entregaban, si era informativo o más interpretativo y que fuera más allá de las cifras; si contenían apoyos gráficos como infografías y qué tan creativa era su narrativa”, sostuvo Colussi.

Un aspecto que les llamó la atención, cuenta Martínez, fue que la plataforma se creó poco antes de la pandemia y mientras muchos medios de comunicación iban cerrando o despidiendo a periodistas, Salud con Lupa aprovechó la crisis para recibir recursos económicos, ganar público y consolidarse como medio trasnacional en plena emergencia sanitaria, imponiendo así una agenda propia de investigación periodística en salud pública en América Latina.

Retos y planteamientos para cubrir la pandemia

 

Martínez Gutiérrez en su artículo La salud en la era digital, publicado en el libro Cómo las tecnologías digitales están influyendo en la información en Salud. Acontecimientos, fuentes y rutinas de los profesionales de comunicación, de la Universidad de Nebrija (España), argumenta cómo las redes sociales se han convertido en una de las principales fuentes de información científica, de acuerdo con la IX encuesta de percepción social de la Ciencia en España, emitida por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt). Es así como hoy, periodistas, pacientes y consumidores de información están unidos a través de la virtualidad, que a su vez se convierte en el mejor aliado para la innovación y la creación de nuevos medios.

Por su parte, Antonio Calvo Roy, presidente de la Asociación Española de Comunicación Científica ( AECC), en su escrito Información de salud en el mundo 3.0, que hace parte de la misma publicación de la Universidad Nebrija, plantea que desde el punto de vista del ejercicio del periodismo, la hiperconexión no es sino un cúmulo de ventajas que pueden facilitar la labor (…). Mantener la rigurosidad, contrastar la información y conservar el olfato periodístico para seleccionar los temas adecuadamente son elementos que distinguen un periodista profesional de uno aficionado.

Este argumento, aplicable para cualquier tipo de periodista, se complica en momentos de volatilidad de la información cuando la infodemia reina. De esta manera, comprobar datos, verificar fuentes e informar con responsabilidad se convierten en retos aún más necesarios para el ejercicio del periodismo de salud en tiempos de pandemia. Dichos retos fueron asumidos con profesionalismo en Salud con Lupa, pues las expertas encontraron que es un medio con periodistas colaboradores de toda Latinoamérica, donde abordaban temas desde otras narrativas de historias y otras temáticas como corrupción de la pandemia, que no se estaban abordando en los medios tradicionales nacionales o internacionales. “En general, encontramos temas más contextualizados, con apoyos de infografías para combatir la desinformación. Eran contenidos más rigurosos, cuidadosos, más pensados, más en profundidad”, explicaron las dos investigadoras.

 

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Juliana Colussi, profesora de la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario, explica que cuando se declaró la pandemia, tanto en Colombia como en la mayoría de países latinoamericanos, los medios de comunicación generales no promovían un debate crítico o informativo que generara un diálogo plural y abierto, tal vez por desconocimiento o falta de entrenamiento.

¿Desconocimiento, oportunismo, falta de formación? Todas las anteriores

 

Cuando se declaró la pandemia, tanto en Colombia como en la mayoría de países latinoamericanos, los medios de comunicación generales no promovían un debate crítico o informativo que generara un diálogo plural y abierto, tal vez por desconocimiento o falta de entrenamiento. Los temas sobre el coronavirus o las vacunas se abordaban muy a la ligera, con un enfoque casi oficialista donde solo publicaban lo que decían las fuentes gubernamentales, no había un periodismo de cuestionamiento o de investigación, contrario a lo que sí brindaba Salud con Lupa a los lectores, según precisó Juliana Colussi.

Un ejemplo de esto es el evidente show mediático que los gobiernos hicieron con la vacunación, el cual fue promovido por los medios de comunicación en Latinoamérica. Por un lado, aparecían los réditos y el marketing político, y por el otro, los periodistas que, buscando llenar espacios, se prestaron para eso.

“La falta de profundización y análisis sobre salud pública se debe a la falta de especialización en periodismo científico y salud por parte de los periodistas para cubrir estos temas. No hay cátedras sobre salud en las universidades. Después de lo que hemos vivido durante este año y después del coronavirus va a haber un cambio respecto a la forma de cubrir temas de salud pública”, enfatizó Fátima Martínez, exdirectora de  Plaza Capital, un medio digital de la Universidad del Rosario.

En el estudio, la creadora de Salud con Lupa, Fabiola Torres, añade que “aprender a informarse sobre salud no es una tarea sencilla y el periodismo no le ha dado una oferta informativa que realmente sea de valor, con un enfoque de servicio, que verdaderamente explique”.

Nuevas narrativas digitales

 

Combatir la desinformación sobre la COVID-19 que circula por medios digitales, incluidas las redes sociales, es una necesidad que implica un cambio de paradigma y una mayor rigurosidad en torno al quehacer periodístico. En este sentido, los periodistas casi se convierten en detectives de la información y, como lo señalan las expertas,  “la pandemia enfatiza la necesidad de generar buena información en salud en los medios de comunicación, donde se observa que faltan medios hispanos de nicho sobre la investigación en salud pública para el lector medio” .

Con mayor énfasis, las periodistas Fátima y Juliana, señalaron que para hacer periodismo de salud y periodismo científico es necesario formarse y adquirir herramientas. Se requiere tiempo; el periodista debe investigar y leer mucho para poder hacer una entrevista, para saber buscar y contrastar la información. En ese sentido, el periodismo de inmediatez para redes sociales atropella el periodismo en profundidad. Por esta razón este estudio adquiere especial relevancia al concluir que Salud con Lupa está imponiendo un nuevo estilo y formato periodístico que se caracteriza por contenidos informativos que priorizan una variedad de temas relacionados con la COVID-19, en los cuales los periodistas colaboradores abordan las diferentes problemáticas, contextualizan los contenidos y humanizan las historias para permitir una mayor comprensión de la información, por parte de los ciudadanos.

Algunos ejemplos que destacaron las investigadoras fueron  Perú: debilidades de plataforma del Ministerio de Salud exponen información de pacientes COVID-19 , que más allá de las cifras, evidencia el problema del Gobierno de cara a su obligación de resguardar la privacidad de los datos de todos los peruanos.

Otro ejemplo, esta vez relacionado con las farmacéuticas, es la pieza titulada  Monopolio: tres medicinas prometedoras contra COVID-19 tienen derechos exclusivos , que muestra cómo varios tratamientos contra la COVID-19 están protegidos por patentes que restringen el acceso a ellos por parte de la ciudadanía a pesar de estar fuertemente financiados con dineros públicos.

Y más recientemente, la serie de reportajes #Crecer- SinPadres sobre el golpe emocional de los niños que quedan huérfanos por el coronavirus. Desde el inicio de la pandemia “unos 11.000 niños y adolescentes peruanos han perdido a sus padres”.

Las periodistas de Salud con Lupa enfatizaron en la necesidad de profundizar en la ciencia, comprender que las cifras sin contexto no sirven, aprovechar las ventajas de la virtualidad para promover los trabajos colaborativos, no perder de vista el pensamiento crítico e investigativo, e innovar en las nuevas narrativas digitales.

Es una realidad, las formas y modos de informar han cambiado; el consumo de contenidos va a un ritmo más acelerado que el mismo contagio del virus. Y aunque las dinámicas digitales facilitan la divulgación de la información periodística, también propagan noticias falsas. Es así como en la medida en que haya una mayor especialización, tanto en medios como en periodistas, podemos asegurar una verdadera democratización del conocimiento a través de un periodismo de soluciones que se convierta en el remedio contra la desinformación.

 

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“La falta de profundización y análisis sobre salud pública se debe a la falta de especialización en periodismo científico y salud por parte de los periodistas para cubrir estos temas. No hay cátedras sobre salud en las universidades”, comenta Fátima Martínez, profesora de la Escuela de Ciencias Humanas del Rosario.