En la más reciente versión de la Cátedra Colombia, de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, el exfiscal Alfonso Gómez Méndez, compartió con estudiantes, profesores, egresados y participantes externos, su perspectiva frente a la que sería la Reforma a la Justicia que el actual gobierno presentará para reestructurar el sistema jurídico colombiano.
Durante la conferencia, el Dr. Gómez Méndez realizó un análisis del concepto de “Reforma de justicia” afirmando, entre otras cosas, que no es lo mismo una reforma a la justicia que una reforma constitucional. Desde su perspectiva, solo existen dos casos concretos que demuestran que se puede justificar una Reforma Constitucional en materia de justicia:
• Quitarles las funciones electorales a las cortes constitucionales para volver a darles respetabilidad.
• Para acabar también, con un sistema que estableció en la Constitución del 91 de colocar a los magistrados y a los congresistas en plan de investigarse mutuamente.
El exfiscal Alfonso Gómez Méndez señaló que la Reforma Judicial simplemente debería consistir en cumplir un viejo postulado que viene de la Constitución de Núñez que se resume con la frase “pronta y cumplida justicia”.
Asimismo, el también exprocurador y ex ministro de justicia, afirma que más allá de una Reforma Judicial, se deben enfocar los esfuerzos en cumplir los términos procesales, pero ¿por qué en Colombia no se cumple con estos términos? Primero, en materia penal, criminalizar todo tipo de conductas sin mantener una política criminal estable en el tiempo. Segundo, la distinción en la formación de los abogados según su campo de acción y finalmente, la necesidad de examinar rigurosamente la capacidad y formación de los jueces.
Una reforma a la justicia implica hacer una reflexión para identificar las problemáticas del actual sistema colombiano, tomando como referencia dos de los mejores ejemplos que son el plebiscito de 1957 y la Reforma Constitucional de Carlos Lleras Restrepo en 1968. Sin embargo, para Gómez Méndez “no hay que perder de vista el objetivo central: pronta y cumplida justicia”.
