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A bordo del USS Wisconsin, se firmó el tratado que terminó la Guerra de los Mil Días. El Colegio del Rosario también salió afectado de la contienda, como lo prueba un Acta de Consiliatura de 10 de abril de 1902 [AHUR caja 136 ff.50-52].

En 1866, el rector del Rosario, Francisco Eustaquio Álvarez, solicita al arzobispo de Bogotá, Antonio Herrán, información sobre los “ornamentos i alhajas” del Colegio, que el capellán Agustín Rodríguez había puesto en su poder.

En comunicación de tres de marzo de 1905, el rector del Rosario se dirige al ministro del Tesoro, haciéndole notar que “las revoluciones que han azotado al País desde su emancipación”, entre otras causas, tienen las finanzas del Instituto en estado lamentable.

Por la época en que fray Cristóbal de Torres disponía la fundación de su Colegio Mayor, España pasaba por un momento apurado y difícil. En 1644, muere la esposa de Felipe IV: “Me encuentro en la mayor aflicción que puedo experimentar, porque he perdido en una persona todo lo que podía perder en esta vida; y si no comprendiera que Dios lo dispone siempre para bien, no sé lo que sería de mí”.

El primer registro de la Virgen del Rosario, en su advocación familiar de La Bordadita, data de 1783, en el Inventario del rector Antonio Paniagua.

Francisco Lucas Pérez Manrique de Lara y Ospina, más conocido como el doctor Pérez Manrique, vistió la beca del Rosario en 1709. Para 1717 ya era doctor y había servido como sustituto la cátedra prima de sagrada Teología. Además, obtuvo los empleos de secretario informante, consiliario, vicerrector y rector (1733-36).

La noticia de la restauración del retrato de Agustín Manuel de Alarcón y Castro nos hace repasar lo que sabemos de él.

Nuestra serie Lecturas del Bicentenario ha producido un hallazgo interesante: documentos de contabilidad por los que consta que el Colegio del Rosario participó en el arco triunfal dedicado a Bolívar, luego del triunfo de Boyacá.