Los incunables de la biblioteca antigua del Rosario (Plinio)
17/05/2016 11:07:21 a. m.
Cartas de Cayo Plinio Segundo, incunable de 1483.
Título: La aproximación al título de este libro deriva de los datos suministrados por el encabezamiento y por el colofón: “Caii Plinii Secundi novocomensis, oratoris facundissimi Epistolarum Liber Primus incipit” [aquí comienza el libro primero de las Cartas de Cayo Plinio Segundo, natural de Como, orador elocuentísimo] y por el colofón: “C. Plinii Secundi Novocomensis Oratoris facundissimi Epistolarum Liber Octavus et ultimus explicit” [termina el libro VIII y último de las Cartas de Cayo Plinio Segundo, natural de Como y fecundísimo orador”.
Aquí comienza el libro primero de las Cartas de Cayo Plinio Segundo, natural de Como, orador elocuentísimo.
Autor: Cayo Plinio Cecilio Segundo, conocido como Plinio el Joven (61 – 113 d. C.). Sobrino e hijo adoptivo de Plinio el Viejo. Estudió leyes y oratoria con Quintiliano (lo que explica el calificativo que le dan el encabezamiento y el colofón). Jurista y funcionario del Imperio romano, en tiempos del emperador Trajano. Llegó a ser gobernador de Bitinia. Sus cartas tienen un gran valor literario y documental, pues reflejan la vida pública y privada de la Roma de su época. En especial, suele hacerse referencia a dos cartas. En la primera (Libro X, Carta 96), dirigida al Emperador Trajano, Plinio consulta sobre la manera adecuada de proceder con los cristianos. En la segunda, Plinio describe la erupción del Vesuvio (Libro VI, carta 16).
Cognitionibus de Christianis interfui numquam: ideo nescio quid et quatenus aut puniri soleat aut quaeri. Nec mediocriter haesitavi, sitne aliquod discrimen aetatum, an quamlibet teneri nihil a robustioribus differant…
Yo nunca había asistido a las investigaciones contra los cristianos; por lo tanto desconozco cómo y en qué medida se les debe castigar y perseguir. Y ciertamente es mucho lo que vacilé sobre si debe hacerse distinción de edades o si no hay que diferenciar entre niños y adultos…
Otro de los textos más citados de Plinio el Joven describe la erupción del Vesuvio
(Libro VI, carta 16), que destruyó a Pompeya y Herculano (79 d. C.).
Fecha: 1483.
Editor o impresor: Se imprimió en Treviso, ciudad del Véneto, por el maestro Juan Rosso de Vercelli, “en el año 1483 de la Salvación”. Se sabe que su verdadero apellido era De Vianis. Pero nunca aparece en sus obras. En ellas se identifica como Johanes Vercellensis o como Johannes Rubeus Vercellensis. Se sabe que empezó su trabajo allí de 1480 a 1485, pasando luego a Venecia. Esta Biblioteca Antigua conserva otra importante obra impresa en sus talleres, el Texto sobre las esferas o el Movimiento de los astros, de Juan de Sacrobusto (“impreso por Juan y Bernardino Rubeum de Vercelli”, en 1508).
Se sabe que Treviso fue una de las primeras ciudades italianas que descolló en la fabricación del papel y que pertenece al grupo de ciudades que constituyó la segunda ola de la imprenta en Italia. Como afirma Colin Clair (Historia de la Imprenta en Europa, 1998, página 71), “Joannes Vercellensis, tras imprimir en Treviso desde 1480 hasta 1485 y momentáneamente en Venecia en 1482, se estableció finalmente en Venecia en 1486, donde continuó imprimiendo en solitario hasta 1499, cuando se asoció con su hermano Albertino. La sociedad siguió en activo hasta bien entrado el siglo XVI, imprimiendo principalmente clásicos”.
Treviso fue una de las primeras ciudades italianas que destacó en la fabricación del papel y que pertenece al grupo de ciudades que constituyó la segunda ola de la imprenta en Italia.
Este libro consta de seis folios iniciales y nueve al final, sin imprimir. El texto está impreso en una sola columna (34 líneas), en latín y con caracteres romanos, sobre papel de calidad. Tiene 91 folios (según otras reseñas, 92), en 4º.
Por falta de tipos apropiados, dejan en blanco los espacios de los textos en griego, para que el amanuense los escriba después. Arriba ponen el grecismo "zelo", que en otras ediciones es ζήλῳ. Abajo falta ληκύτηους (según la ed. Perseus; Loeb da otra lectura).
Idioma: Latín.
Ubicación: Estante: 22 libro: 26.
Comentario de esta obra: El texto de algunas cartas se ve interrumpido en ocasiones; dejando, a veces, en blanco, el espacio para una sola palabra; o para frases completas. Estos espacios corresponden a citas en griego que, como se pudo verificar en otras ediciones, hace el mismo Plinio y que Juan de Vercelli no imprimió. Muy probablemente, carecía de los tipos griegos necesarios. El temprano momento de la imprenta y la escasa figuración que por entonces tenía Treviso, muestran no solo que esta es una impresión hecha con pocos recursos, sino que ponen de relieve esa faceta de “primitivismo” que caracteriza la forma cuasiartesanal de las primeras impresiones incunables. En dichas condiciones es lógico pensar que tales espacios se dejaban en blanco, con la finalidad de que un calígrafo escribiera después las palabras y textos en griego.
Ejemplar de la misma obra, con las letras capitales ya dibujadas y decorado en márgenes. Cortesía de Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico BV PB. España.
Estos espacios corresponden a citas en griego que, como se pudo verificar en otras ediciones, hace el mismo Plinio y que Juan de Vercelli no imprimió. Muy probablemente, carecía de los tipos griegos necesarios.
La encuadernación actual no es la originaria. Hoy tiene una encuadernación flexible en pergamino, en regular estado de conservación (descuadernado). En el lomo, dos tejuelos de piel, en los que, se puede leer: “Plinii (…) EPISTOLAE” (Cartas de Plinio) y en la parte inferior: “1483”. Interesantes recortes pegados en sus guardas, con datos sobre el libro y alguno de sus antiguos poseedores. Añade un dato nuevo -que es correcto- sobre el nombre del impresor: sobre el nombre John Vercellius, una mano escribió con lápiz: “Rubeus” (Rosso = Rojo).
Ocho libros con Cartas, en latín, de Cayo Plinio Cecilio Segundo (Plinio el Joven).
Cabe anotar que se trata de una edición muy particular, en la que no se imprime toda la obra epistolar de Plinio, que consta de diez libros de cartas. Aquí, según su editor-impresor, se publican ocho libros; sin una explicación definitiva de por qué se omitieron los dos últimos. Una primera hipótesis está relacionada con la pobreza de medios que se mencionó anteriormente: los libros que se omitieron son los más extensos (el Libro IX tiene 40 cartas y el Libro X, dedicado a la correspondencia entre Plinio y Trajano, tiene 121). Su impresión habría exigido un alto costo adicional, en trabajo, en papel y en tinta. Otra explicación, muy verosímil, alude a un conocimiento tardío de los últimos libros. No está de sobra recordar que, en este tiempo, los humanistas están empeñados en la búsqueda y en el cotejo de versiones con el fin de fijar los textos clásicos. Así lo explica Fabricio (De Plinii epistulis, en Gottlieb Cortius et Paulus Daniel Longolius: Caii Plinii Caecilii Secundi Epistolarum libros decem cum notis selectis, 1734), en su estudio sobre las Epístolas, donde se dice que el texto del libro X “lo trajo Pedro Leandro de Francia a Italia por vez primera en 1502”. En efecto, una edición veneciana de ese mismo año (1502) con 46 cartas de Plinio a Trajano, se refiere a ellas como “nuper repertae” (recién encontradas). Ayuda a confirmar esta hipótesis el hecho de que el otro editor (1478) de esta obra en aquella época -Filippo da Lavagna, milanés- también imprimió esos ocho libros.
Por esta razón, y por la inseguridad que existe en el momento sobre el alcance real de la obra y sobre el contenido de los diez libros, Aldo Manuzio publica su edición de las Cartas de Plinio, con este diciente y significativo título: C. Plinii Secundi Novocomensis epistolarum libri decem, in quibus multæ habentur epistolæ non ante impressæ. Tum græca correcta, et suis locis restituta, atque rejectis adulterinis, vera reposita [Diez Libros de las Cartas de Cayo Plinio Segundo, natural de Como, en que se incluyen muchas cartas no publicadas anteriormente. Se han restituido las auténticas y descartado las indebidas, corrigiendo los textos griegos, que se ubicaron en su debido lugar]. Con ello ratifica lo afirmado acerca de la inseguridad existente en la época respecto al texto: se habla de incluir cartas que antes no se imprimían; de corregir los textos griegos; de cartas publicadas en lugares (libros) que no les corresponden y de cartas falsas, que ahora son remplazadas por las auténticas.
Otras ediciones también imprimieron solo los primeros ocho libros. Así: Caii Plinii Secundi Epistolarum libri VIII, editado por Filippo de Lavagnia, en 1478 (sin lugar). Francisco Nicolás Titze, en su edición de las Cartas de Plinio (Praga, 1820) explica en el Praefatio (págs. IX-XII) que las Cartas, inicialmente, constaban de ocho libros. Al titular el Libro IX de su edición, escribe: “Contiene aquellas cartas dirigidas a varias personas que no aparecen en el Códice de Praga”. Por ello, no es de extrañar que Juan de Vercelli escriba en el colofón de su obra: “Termina el libro VIII y último de las Cartas de Cayo Plinio Segundo”.
Colofón.
El libro muestra las siguientes características, que complementan su identificación como obra incunable: 1) Sin portada. 2) Encabezamiento con datos sobre el libro. Redacción típica del encabezamiento: “Aquí comienza el libro primero de las Cartas de Cayo Plinio Segundo, natural de Como y elocuentísimo orador”. 3) Libro sin ninguna numeración de folios o páginas. En alguna de las reseñas consultadas, se especifica que tiene 91 folios. 4) Impresión en una sola columna, con caracteres romanos, que fueron los usados preferentemente para la impresión de obras clásicas latinas. 5) Espacios de mayúsculas capitales, sin imprimir, al comienzo de cada carta. 6) Espacios en blanco reservados para caligrafiar posteriormente los textos en griego. 7) Márgenes amplios. 8) Signaturas. 9) Colofón, redactado en la forma típica: “Termina el libro VIII y último de las Cartas de Cayo Plinio Segundo, natural de Como y fecundísimo orador. FIN. Se imprimió esta obra en Treviso, en el año 1483 de la Salvación, por el Maestro Juan de Vercelli”.
Lea el libro completo.
Por Jaime Restrepo Z.
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