Rafael Reyes, panamericano
21/04/2016 11:47:25 a. m.
Se reduce con frecuencia la figura de Rafael Reyes a la política, en tiempo de paz o de guerra. Hoy presentamos otros aspectos de ese hombre polifacético.
Conferencias internacionales americanas.
En 1888, una ley autorizó al presidente de los Estados Unidos para invitar, en su capital, a los estados americanos a reunirse en conferencia. Ello con los propósitos de discutir un plan de arbitraje para la solución de posibles conflictos, así como de estrechar relaciones comerciales entre los estados del hemisferio. La segunda conferencia se reunió en México (22-10-1901 a 31-1-1902), con un programa similar al de la anterior. El vicepresidente Marroquín designó al señor Rufino José Cuervo para la representación nacional[1], quien declinó el nombramiento por motivos de salud. En fin, el propio general Reyes, a la sazón ministro en Francia, aceptó el encargo.
Reyes en la Conferencia.
Pues bien, el general se encargó de promover la abnegada causa del señor Cuervo. Fruto de ello es la Proposición para que los Gobiernos de las Repúblicas americanas subscriban Frs. 210 000, para la edición completa del “Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana” por D. Rufino J. Cuervo. De quince países que comprendía la iniciativa, solo firmaron trece (faltaron República Dominicana y Honduras). La edición constaba de 1200 ejemplares y se encargaba al país anfitrión de recaudar y remitir el dinero al autor de la obra, para finalmente distribuirla en los países contribuyentes.
No solo eso: la Conferencia acordó un Tributo al general don Rafael Reyes, en virtud de sus exploraciones sobre la navegación del Putumayo y otros afluentes del Amazonas. Recomendaba, asimismo, fomentar la publicación de una obra geográfica producto de dichas exploraciones.
Reyes en el Archivo.
Efectivamente, las andanzas del general tuvieron consecuencias bibliográficas: A través de la América del Sur: exploraciones de los hermanos Reyes. Trabajo presentado en la II Conferencia Pan-Americana reunida en México, por el general R. Reyes, delegado de Colombia. México-Barcelona: Ramón de S. N. Araluce Editor, 1902. Esta bella obra (de gran formato: 38 cm) es otra de las curiosidades que esconde el Archivo (E24N004). La obra fue reimpresa, en 1979, por la Flota Mercante Grancolombiana.
De su contenido, María Ortiz indica que es una visión idealizada de los hermanos Reyes, como “héroes del progreso y la civilización”; donde el general se compara con viajeros de la talla de Stanley y Livingston, sin evaluar las consecuencias del “progreso”.
¿Y del Diccionario…?
Como sabemos, el señor Cuervo había principiado la publicación de su obra en París y 1886 (I: A-B). También que en vida solo vio el tomo II (1893: C-D). Muerto don Ángel en 1896, parece que don Rufino dejó de lado la empresa para concentrarse en sus Apuntaciones. Las conferencias panamericanas (sexta y novena) continuaron apoyando, al menos formalmente, el Diccionario. Sin embargo, la obra completa apenas vio la luz en… 1994.
[1] Reyes, en carta a Cuervo de 21-9-1901. Fuentes: Lo referente a la II Conferencia se consultó el 18-1-2016 en el sitio http://www.dipublico.org/conferencias-diplomaticas-naciones-unidas/conferencias-inter-americanas/conf-inter-amer-1889-1938/ Sobre el libro de Reyes, Ortiz, M. (2011). Textual Forests. The representation of landscape in Latin American narratives. En R. Tally (ed.), Geocritical Explorations: Space, Place, and Mapping in Literary and Cultural Studies (63-74). Consultado en books.google.com.co Lo referente a Cuervo y Reyes viene de Cuervo, Á., Cuervo, R. (1990). Epistolario de Ángel y Rufino José Cuervo con colombianos. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo. Sobre Cuervo, véase Santos, E. (2006). Rufino José Cuervo, un hombre al pie de las letras. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo.
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