Los incunables de la biblioteca antigua del Rosario (Boecio)
08/06/2016 7:58:56 a. m.
Incunable 4: Comentarios a la Consolación de la Filosofía, de Boecio, por el Seudotomás de Aquino (1484-5).
Por Jaime Restrepo Z.
(N° topográfico antiguo: Estante 7 n. 150; N° Topográfico actual: E 07 n° 078)
Encabezamiento de la obra.
Título: el título, según el encabezamiento inicial, dice: Sancti thome de aquino super libris Boecii de consolatione philosophie commentum cum expositione feliciter incipit [Aquí comienza felizmente el comentario explicado de santo Tomás de Aquino a los libros de Boecio titulados La consolación de la filosofía].
Se sabe que esta obra fue extensamente difundida y copiada durante la Edad Media. Chaucer, Dante y Bocaccio tuvieron que ver con ella. Y fue el objeto de muchas glosas: como las de Juan Erígena, Remigio de Auxerre, Guillermo de Conches y Pedro d’Ailly. Fue el principio, en la Edad Media, de todo un género, conocido como Género de Consolación. No en vano Boecio es uno de los grandes maestros de la primera filosofía medieval; además, sus obras se consideraron en su tiempo como un primer conato de “filosofía cristiana”.
Autor: el Inventario antiguo de esta Biblioteca (1800) y el Catálogo de la Biblioteca del Archivo Histórico (páginas 21-22), asumen como cierto lo que dice el encabezamiento citado, sobre la autoría de santo Tomás de Aquino y lo reseñan como obra suya. Sin embargo, los catálogos autorizados de las obras del Santo Doctor solo hacen referencia a dos comentarios suyos sobre obras de Boecio (Sobre las producciones y Sobre la Trinidad); pero no mencionan, entre las obras de santo Tomás, ningún comentario al De consolatione philosophiae.
Boecio, pensador romano (ss. V-VI d. C.; tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Boecio).
El autor comentado es Anicio Manlio Torcuato Severino Boecio (424-524/25), normalmente conocido solo como Boecio, quien llegó a ocupar altos cargos en la corte de Teodorico. Autor de varias obras. Acusado de alta traición, fue encarcelado y sentenciado a muerte. Algunos lo veneraron como santo y como mártir, especialmente en la ciudad de Pavía. Es considerado como el último de los filósofos romanos y como el primer autor de la escolástica. Traductor de la Isagoge de Porfirio, del Organon, y del Peri hermeneias de Aristóteles. Uno de los autores clásicos de la cultura medieval, cuyas obras se copiaron e imprimieron con más frecuencia durante la Edad Media. Entre estas primeras ediciones destacan las que Anton Koberger realizó en Nüremberg. Según algunos autores, “su Consolación de la filosofía, mezcla alternada de diálogo y poemas, es el último ejemplo de latín puro y literario” (Boethius. Theological Tractates. The Consolation of Philisophy. LOEB Classical Library, Harvard. N° 74. 1973).
Encabezamiento de la edición incunable de Anton Koberger (1486; tomado de: http://bvpb.mcu.es/es/consulta/resultados_navegacion.cmd?posicion=1&forma=ficha&id=14).
La Filosofía se presenta ante el filósofo encarcelado, para animarlo y consolarlo, evocando motivos clásicos de la filosofía platónica y neoplatónica, hilvanados en reflexiones estoicas, especialmente a partir de las enseñanzas morales de Séneca.
El verdadero autor de estos comentarios es un dominico inglés, doctor de Oxford, fray Thomas Walleys (ca. 1287- ca. 1350), o Tomás Inglés o Tomás de Anglia, conocido en su época como el Seudotomás de Aquino. Esta obra fue atribuida en el momento de su impresión a Sto. Tomás de Aquino.
Según los historiadores del libro, fue un recurso frecuentemente usado en la Edad Media el apadrinar un libro bajo el nombre de un autor famoso como “gancho publicitario”. Así se “cobijaban” obras con un nombre y un prestigio que, de otra forma, no habrían tenido. No es difícil encontrar incunables con obras que se atribuyeron a san Agustín, a san Alberto Magno, a san Vicente Ferrer… Cuando la realidad de la crítica ha demostrado que sus autores fueron el Seudoagustín, el Seudoalberto Magno y el Seudovicente Ferrer…
Datos de la impresión: en el ejemplar cotejado en línea (ejemplar físico y ficha bibliográfica consultados en la Biblioteca Nacional, París), se registra expresamente que no se conoce editor-impresor, ni la ciudad de impresión. Señala que la impresión debe datarse entre 1484 y 1485. Impresión hermosa, nítida sobre papel grueso y de calidad. En la parte más extensa (45 líneas impresas: una de encabezamiento, con los caracteres góticos más grandes), la mancha impresa se abre en el centro para insertar el texto de Boecio (impreso con tipos góticos medianos). Los renglones circundantes, impresos en caracteres más pequeños, corresponden a las anotaciones y explicaciones del comentarista. Sin portada, ni colofón (sin datos de editor-impresor, ni ciudad donde se desarrolló este trabajo). Papel con bastantes manchas. Tabla de contenidos, al final.
Presentación actual: encuadernación flexible en pergamino, en muy regular estado de conservación: piel arrugada y manchada; rota en el lomo y en varias partes de las tapas. Descuadernado completamente (permite apreciar maculaturas de pergamino manuscrito). Las primeras hojas que se conservan, en bastante mal estado, afectadas por dobleces defectuosos y llenas de escritos (desde operaciones matemáticas hasta largos textos). Problemas en costura de primeros cuadernillos.
Contenido: comentarios de fray Thomas Walleys a los cinco libros que componen el tratado La consolación de la Filosofía, de Boecio, en sus partes de texto en prosa y en verso.
Espacio para que el iluminador pintara la mayúscula capital, con sugerencia de qué letra debe hacerse, en este caso la letra "q".
Un dibujante espontáneo decora (con una J y una cara) la mayúscula capital del texto: Iam cantum illa finiverat… (había acabado ella de recitar su poema).
f. Características: el libro muestra las siguientes características, que complementan su identificación como incunable: 1) Sin portada inicial. 2) Encabezamiento, redactado según el esquema tradicional: Aquí comienza felizmente el comentario explicado de Santo Tomás de Aquino sobre los libros de La Consolación de la Filosofía de Boecio. 3) Libro sin ninguna numeración de folios (tiene 165 folios el texto impreso). 4) Impresión nítida y de calidad. 5) Proliferación de abreviaturas que dificultan la lectura corrida. 6) Espacios de mayúsculas capitales, sin imprimir, al comienzo de los parágrafos. Nadie iluminó esas letras capitales; aunque algún lector sí las trazó con tinta o las dibujó a su antojo. El impresor indica, con otro tipo de letra pequeña, qué mayúscula debe hacer el iluminador. 7) Papel de calidad y grueso calibre. 8) Márgenes muy amplios. 9) Signaturas. 10) Sin registro final, ni colofón.
Libro muy anotado, lleno de indicaciones, subrayados y glosas, producto de diferentes manos de lectores acuciosos, en de distintas épocas (las tintas y las grafías lo comprueban).
Glosas marginales de diversas manos y épocas. “Mano señaladora”: forma muy especial de señalar textos de interés.
Llama la atención la glosa interlineal (castellano o latín), en el texto de Boecio. No es otra cosa que la aclaración del texto, mediante sinónimos latinos o castellanos.
Curiosos e interesantes los textos (manuscritos, en castellano, muy antiguos y extensos) que escribieron en las guardas iniciales, contando historias relacionadas con la vida de Boecio y el rey Teodorico, quien lo encarceló y lo mandó matar.
Guarda delantera: anotaciones manuscritas sobre la vida de Boecio.
Valores adicionales: perteneció a la biblioteca del arzobispo Cristóbal de Torres, fundador de este Colegio Mayor; en el margen derecho del primer folio (signatura a 2) se lee la misma marca que hay en otros libros de esta biblioteca que le pertenecieron: Arçobispo de Sta. Fe.
Léalo
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