Críticas de la antropología moderna al proyecto etnológico colombiano
Camilo Espitia
Camilo Espitia
Sobre las nuevas metodologías de estudio de la otredad colombiana en la antropología moderna.
A pesar de que la antropología colombiana tuvo discusiones y enfrentamientos desde la década de 1970, la antropología moderna ha criticado sus metodologías y ha sentado las bases para la nueva investigación etnológica. En las discusiones modernas se afirma que la antropología que se venía ejerciendo seguía con un talante colonizador, en donde se buscaba normalizar y racionalizar la otredad. Era una antropología que buscaba encasillar las otras culturas en sus definiciones, colocando a investigador en una posición superior al objeto de estudio. En Colombia, esa gran otredad fue lo “indio”. La otredad era igual que lo “indio” y por eso se estudió al campesino, al afrodescendiente, al rural como si fuera parte de esa otredad indígena (Restrepo, 2012).
En este sentido, el antropólogo colombiano, según la antropología de la modernidad, se convirtió en un fabricante de otredades. Su trabajo dependía de crear diferencias culturales, definirlas y luego publicarlas en revistas académicas. Esa otredad siempre fue lo indio, así su objeto de estudio no fuera una población indígena. Fue una creación del etnógrafo siempre sediento de otredades. Por ello, la investigación de lo negro y lo campesino se legitimaba si se indianizaba, lo cual generó una reducción de su otredad (Restrepo, 2012). No fue sino hasta que se empezó a entender que, por la misma diferencia de cada cultura, es que no había una superior o una inferior.
Esa exotización, homogeneización y esa esencialización de las culturas pasó a ser una crítica para la antropología moderna la cual empezó a hacerse diferentes preguntas. Propuso estudiar los bordes, los cruces, los factores que se entrelazan en una sociedad que generaba su identidad. Era analizar factores no estudiados hasta ahora. Entre ellos, el dominante: el de los gobiernos. Así, surgió la pregunta, ¿cómo se construye la alteridad o acción social en relación con el Estado? (Restrepo, 2012). De esta forma la antropología moderna se proponía deconstruir la cultura y tener en cuenta otros factores, tales como los entes de control y poder que interpelan en las poblaciones. Entre estos entes se encuentra el mismo Estado o la globalización inminente a la que la humanidad se ha entregado. Así, la antropología crítica las anteriores metodologías de análisis y propone otras nuevas, en lo que se estudia lo híbrido, pues se entiende que las sociedades no son estáticas y que se deben estudiar sus diferentes vertientes para entenderla más allá de una cultura homogeneizante.
Hay tres métodos en los cuales se crítica la tradición disciplinaria de la antropología con las cuales Restrepo (2012) crítica la antropología tradicional en Colombia. La primera se denomina La carta robada, en donde se critica a los antropólogos por dejar de lado “hechos” que pudieron significar nuevas metodologías de análisis. La segunda se denomina Pruebas o evidencias, en donde se pone en duda una formulación teórica general mediante un contraejemplo para evidenciar los límites o falsar dicha teoría. Y finalmente, la tercera es la del fuera de juego, en donde se critica la ideologización que hubo en Colombia para crear y estudiar otredades fabricadas como la del indígena.
Así la antropología moderna crítica la homogeneización y el esencialismo que hubo mediante lo “indio” en Colombia y propone nuevas categorías de estudio que deconstruyen la cultura y analizan los factores cambiantes y transversales que hay en las sociedades. De esta forma se edifican las creencias, las prácticas, los rituales, las leyes, pero ahora, estudiadas desde entes como los Estados y la globalización.
Bibliografía
Restrepo, Eduardo. [2000] 2012. “Introducción”, en Antropologías transeúntes, compilado por Eduardo Restrepo y María Victoria Uribe, pp. 9-22. Bogotá: ICANH.