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Formación de docentes en la Amazonía y Orinoquía contribuirá a mejorar la educación en territorios vulnerables

Formación de docentes en la Amazonía y Orinoquía contribuirá a mejorar la educación en territorios vulnerables
• Una iniciativa llevada a cabo por el Ministerio de Educación Nacional (MEN), bajo el liderazgo de la Escuela de Ciencias Humanas con el apoyo de Educación Continua y Regionalización de nuestra Universidad, capacitó a más de 500 profesoras y profesores en estos territorios.

•    Los educadores se formaron en áreas como laboratorios pedagógicos, educación basada en territorios, metodologías activas y estrategias para un aprendizaje inclusivo y contextualizado, con el objetivo de fortalecer la calidad educativa en sus comunidades.

Redactado por: Geraldine Imbett

Más de 500 docentes de educación inicial, básica primaria y primer grado de básica secundaria, de colegios oficiales en áreas urbanas y rurales de la Amazonía y la Orinoquía, participaron en una iniciativa del Ministerio de Educación Nacional (MEN) junto con nuestra Universidad. El proyecto, liderado por la Escuela de Ciencias Humanas con el apoyo de Educación Continua y Regionalización de la institución, ofreció a los maestros y maestras herramientas de enseñanza en áreas clave como laboratorios pedagógicos, educación contextualizada en el territorio, metodologías activas y estrategias para un aprendizaje inclusivo.


El propósito central de este programa fue el fortalecimiento de la calidad educativa en comunidades con altos índices de vulnerabilidad, promoviendo el desarrollo de capacidades de investigación pedagógica y la construcción de un saber educativo colectivo con docentes. Nathalia Urbano Canal, profesora del programa de Sociología de la Escuela de Ciencias Humanas y líder del proyecto, destacó:

“Este proceso no solo fue una formación para los y las maestras de estas zonas del país. En realidad, fue también un aprendizaje para todos los que acompañamos y brindamos las herramientas. El conocimiento va en doble vía; los y las docentes tienen conocimientos de sus territorios que son esenciales para la formación de niños y niñas”.

Uno de los ejes más importantes de la formación fue la inclusión de conocimientos ancestrales y recursos naturales propios de la región, lo que, según los participantes, fue fundamental para motivar y conectar a los docentes con sus contextos. Cindy Ramírez, profesora del Putumayo, expresó: “Quiero ayudar a construir un currículo que respete y refleje la identidad de esta tierra. ¿Cómo integrar la riqueza cultural del Putumayo en lo que enseñamos? Nuestra tierra no es solo un lugar, es nuestra madre, es nuestra historia. Cuando enseñas a los niños de aquí, no solo impartes conocimiento, también les ayudas a recordar lo que ya está en su sangre y en sus raíces”. 

Asimismo, Yaritza Lagarejo, docente de Guainía, enfatizó la importancia de la educación inicial: “Esta formación fue vital porque la educación inicial es fundamental. Los niños desarrollan habilidades esenciales como la atención, la memoria, el razonamiento lógico y la resolución de problemas. Además, este tipo de educación pone en el centro a los niños y niñas, promoviendo su desarrollo integral, reconociendo sus particularidades e intereses, y fomentando habilidades mediante el juego, la literatura, las expresiones artísticas y la exploración del entorno”.

Metodología centrada en el ser humano

El diseño de los cursos se basó en la metodología de Design Thinking o pensamiento de diseño, un enfoque que promueve soluciones creativas y centradas en las necesidades humanas. Este método incluyó apuestas metodológicas como:

  • Enfoque centrado en los estudiantes: las estrategias y soluciones diseñadas giran en torno a los niños y niñas, quienes son el centro y eje del proceso.
  • Innovación y adaptación en el aula: se impulsó la mejora continua a través de la interacción y el rediseño, permitiendo probar, evaluar y ajustar las ideas para maximizar su efectividad.
  • Tolerancia a la ambigüedad: los docentes se animaron a experimentar, enfrentar incertidumbres y aprender de posibles errores.
  • Colaboración y trabajo en equipo: se fomentó la interacción y el intercambio de ideas, entendiendo que la innovación florece en entornos colaborativos.
Resultados e impacto en las regiones 1. Integración de saberes locales: se incorporaron conocimientos ancestrales y prácticas culturales, motivando a los docentes a valorar y enseñar desde sus propias raíces. 2. Desarrollo de competencias para la vida: se promovieron habilidades transversales como el trabajo en equipo, la creatividad, el pensamiento crítico y la resolución de problemas. 3. Sostenibilidad de las iniciativas: se diseñaron prácticas educativas que puedan escalarse y mantenerse en cada institución educativa, facilitando su continuidad y arraigo en la comunidad.

“Este esfuerzo colectivo marca un paso significativo hacia la transformación de la educación en la Amazonía y la Orinoquía, integrando las voces de los territorios y cerrando brechas de aprendizaje para garantizar un desarrollo integral y contextualizado para las nuevas generaciones”, agregó la profesora Nathalia Urbano.