Los resultados de estas pruebas facilitan el seguimiento de los logros y las brechas en dichas competencias desde los programas académicos, las Instituciones de Educación Superior (IES) y el sistema educativo en general. Estos resultados permiten identificar qué puntos deben fortalecerse y, a partir de allí, los tomadores de decisiones pueden plantear las acciones que deben desplegarse durante el proceso formativo para alcanzar lo esperado.
En esta vía, sin ser ajena a lo desarrollado por otras IES del país, en la Universidad del Rosario se han implementado diferentes acciones, que están en el marco del sistema de evaluación de aprendizajes y que buscan el máximo desarrollo posible en competencias genéricas: lectoescritoras, numéricas, ciudadanas y en segunda lengua, en todos los estudiantes de pregrado. La estrategia contempla un seguimiento cercano de aquello que se espera en los perfiles de egreso de los estudiantes Rosaristas, empezando por las condiciones de ingreso de los estudiantes y el despliegue académico de sus trayectorias formativas, y la analítica de los resultados históricos de los programas y la Universidad en Saber-Pro, a la luz de los resultados nacionales y de otras instituciones pares, logrando identificar fortalezas propias del sello académico institucional y aspectos a trabajar en cada estudiante.
Precisamente, la estrategia implica en primera instancia, una reorientación de algunas acciones existentes que buscan explícitamente desarrollar estas competencias. En esta línea es esencial el trabajo del Centro de Lectura y Escritura en Español (Celee), de la Escuela de Ingeniería, Ciencia y Tecnología con la formación en Matemáticas en sus salas de acompañamiento académico Nash y Knuth; del English Area con la oferta y el fortalecimiento del dominio idiomático; y con la Facultad de Jurisprudencia junto a la Escuela de Ciencias Humanas, con la formación en ética y ciudadanía.
Otra línea de trabajo se ha adelantado en la realización de análisis diferenciales con el fin de impulsar actualizaciones curriculares en los planes de estudio, de modo que se fortalezcan las competencias de forma directa en asignaturas específicas, garantizando así que los estudiantes a lo largo del ciclo formativo estén en un permanente desarrollo de estas habilidades transversales.
Asimismo, se han incorporado acuerdos que buscan que los estudiantes que están próximos a graduarse y a presentar las pruebas Saber-Pro, conozcan con detalle la dinámica de la evaluación y sus particularidades, y enfrenten la aplicación de las pruebas con las herramientas, la motivación y la responsabilidad necesarias. En esta vía, la Universidad ha dispuesto diversos recursos formativos que no solo contextualizan a los estudiantes en distintos métodos evaluativos, sino que renuevan y fortalecen las competencias evaluadas.
Ahora bien, los efectos de estas acciones se reflejan en los desempeños de los estudiantes obtenidos en las pruebas Saber, entre otros resultados, como los de valor agregado que muestran cómo la diversidad en las habilidades de los estudiantes al ingreso de su formación se reduce durante la trayectoria académica, trascendiendo sobre el éxito estudiantil. Algunos de estos efectos se están observando en el corto plazo, mientras que aquellos derivados de las reorientaciones y los ajustes curriculares requieren de plazos mayores para mostrar su impacto.
Recientemente, el ICFES presentó una nota en sus redes informativas con los resultados generales de la prueba Saber Pro 2023. Allí se puede evidenciar una mejora sustancial en el promedio global de la Universidad, que pasó de 174 puntos en 2022 a 179 en 2023. En este último año, se observa además una mayor diferencia positiva frente al promedio nacional, que se ha mantenido en 145 puntos en los últimos dos años. Este no es un logro menor, teniendo en cuenta que cada año presentan la prueba cerca de 1600 estudiantes rosaristas de más de 25 programas, lo que implica que mover el promedio uno o dos puntos evidencia que un gran número de nuestros estudiantes obtuvieron muy buenos resultados.
Según Guillermo García, Jefe de Evaluación para el Éxito Estudiantil “esta mejora en los resultados es fruto del despliegue de acciones, basadas en análisis detallados de los datos académicos y sociodemográficos de nuestros estudiantes. Los reportes que el ICFES entrega a las IES y al país son un insumo base para incluir en los análisis institucionales y orientar decisiones de mejora pertinentes y oportunas”.
Una vez contemos con los datos detallados de los resultados, realizaremos los análisis pertinentes para establecer los efectos puntuales de las acciones implementadas, que, sin lugar a dudas, propenden por una oferta académica con los mayores estándares de calidad formativa, excelencia que siempre ha sido característica de nuestra Universidad.
Por su parte, Luz Angela Díaz, Directora de Evaluación, Permanencia y Éxito Estudiantil menciona que “lo más importante en la universidad es la formación virtuosa del estudiante Rosarista posibilitando diversas opciones académicas que impulsan el desarrollo de sus competencias generales y el descubrimiento de talentos particulares que les permitirán un egreso diferencial efectivo en un entorno laboral, en la formación posgradual o el emprendimiento”.