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Emociones con perspectiva de género

Emociones
A propósito del día internacional de la mujer, hablemos de las emociones con perspectiva de género

A propósito del día internacional de la mujer, hablemos de las emociones con perspectiva de género

El ocho de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, también conocido como Día Internacional de la Mujer, este día fue institucionalizado por las Naciones Unidas, como reconocimiento a la lucha de las mujeres por participar en igualdad dentro de la sociedad y es además una invitación a reflexionar sobre la permanencia de condiciones de inequidad en el acceso a los derechos.

Siguiendo esta invitación se hace fundamental problematizar los estereotipos y roles de género que están a la base de creencias y argumentos que justifican y generan desigualdades como, las restricciones legales que impiden a 2.700 millones de mujeres acceder a las mismas opciones laborales que a los hombres, la baja participación política de las mujeres, alejándolas de los espacios de decisión en algunos países, con menos del 25% de representación parlamentaria durante el 2019 y las cifras alarmantes de  violencia basada en generó donde una de cada tres mujeres sigue siendo victimizada. [1]

El ejercicio de problematizar implica analizar la cotidianidad desde una perspectiva de género y cuestionar cualidades identitarias de hombres y mujeres que se nos han presentado como estructuras inamovibles.
Siendo la formación emocional el sentido de URemotion, en el marco del ocho de marzo queremos compartir una reflexión sobre las emociones desde la perspectiva de género; Que permita identificar, el impacto de los roles y estereotipos de género socialmente construidos, en la forma como hombre y mujeres vivimos y expresamos las emociones.

En este punto es importante clarificar que la perspectiva de género “desarma un modo hegemónico de concebir lo humano y nos lleva a aceptar diferencias y a cuestionar derivaciones jerárquicas” [2]es decir a entender a mujeres y hombres como seres humanos con diferencias que no justifican la subordinación o la idea de superioridad de uno sobre otro y por el contrario aboga por el derecho de todas las personas a disfrutar de la vida en igualdad de condiciones.

Analizar las emociones desde una perspectiva de género comprende una reflexión sobre cuáles son los contextos en los que se construyen significados alrededor de lo femenino y lo masculino, que restringen las posibilidades de desarrollo y generan malestares, o que por el contrario generan condiciones para experimentar satisfacción.[3]

Es una postura que nos debe invitar a cuestionar un “deber ser” que condiciona nuestra experiencia emocional. Precisamente Paladino y Goristiaga[4] aseveran que los discursos hegemónicos sobre lo femenino, lo masculino y sus atribuciones emocionales, influyen de una manera fundamental en la estructuración de la subjetividad y están repletos de significados sociales y políticos.

Desde que se registra un bebe, además del nombre se le caracteriza con un sexo, femenino o masculino, en adelante, desde la elección de su ropa hasta la forma de educar, tendrá que ver con los roles de género construidos culturalmente a partir de las diferencias biológicas. Dichos roles están cargados de adjetivos que se asumen como características identitarias, al mismo tiempo que delinean límites y alcances individuales y colectivos en las diferentes esferas sociales.[5]

En el mundo de las emociones niñas y niños son socializados como lo afirma Gracia (2016), de manera indirecta, para privilegiar unas emociones en desmedro de otras, a través de la penalización en la expresión de ciertas emociones y la validación de otras. Cotidianamente encontramos ejemplos de esta penalización en los medios de comunicación, que en el caso de las mujeres suelen condenar o criticar expresiones de ira, pero reproducen personajes femeninos que lloran desconsoladas series o películas enteras.

Esto genera en las mujeres según García [6] que muchas veces cuando la situación les debería generar enfado, se sientan o expresen tristeza, lo que ocasiona que ante circunstancias donde la emoción de la ira es necesaria como factor protector para poner límites, la mujer se paralice y sea más vulnerable, tal es el caso del acoso sexual en el transporte público donde algunas mujeres experimentan dificultad para tramitar la situación, deviniendo en un sentimiento de culpa, agudizado por otro tipo de creencias con relación a la sexualidad y al cuerpo.

Por el contrario, a los hombres se les privilegia el enfado mientras se les prohíben emociones como la tristeza y el miedo.  No es difícil pensar en todas las implicaciones que debe tener, que a los hombres les cueste más vivir la tristeza y la suelan camuflar con el enfado. Seguro se ven afectadas las funciones que tiene la tristeza, como comunicarles a los otros que se necesita de ayuda o tramitar las perdidas.

El primer paso para deconstruir las creencias hegemónicas con respecto al género y darles paso a formas de ser y estar en el mundo más satisfactorias, es identificar y cuestionar creencias que consideramos inamovibles sobre ser hombre y ser mujer, a continuación, una seria de afirmaciones tomadas de una escala para identificar estereotipos de género en estudiantes universitarios mexicanos durante el 2016:  

FEMINIDAD/MASCULINIDAD

  • Las mujeres representan el amor y la debilidad
  • Ser hombre es mejor que ser mujer
  • Si el hombre tiene suficientes ingresos la mujer no debe trabajar
  • Para los hombres es prioritario en la vida tener una casa y un carro

COMPETENCIAS Y CAPACIDADES

  • El hombre debe ser siempre el jefe del hogar
  • Los hombres representan la inteligencia y la protección
  • Las mujeres son más aptas para las carreras que requieren proveer cuidado, atención y servicio (psicología, enfermería, educación, etc.)
  • Las mujeres no pueden desempeñar las mismas labores que los hombres.
  • Los hombres son más aptos para las carreras que requieren de una destreza mental (matemáticas, ingenierías, etc.)

SEXUALIDAD

  • Los hombres son infieles por naturaleza
  • Por naturaleza, los hombres necesitan las relaciones sexuales más que las mujeres

EXPRESIONES DE EMOTIVIDAD/AGRESIVIDAD

  • El hombre no debe mostrar sus debilidades ni sentimientos
  • Emocionalmente las mujeres poseen mayor fortaleza que los hombres
  • Un padre no debe dar caricias y cariño a sus hijos
  • Los hombres son más agresivos que las mujeres

Todos estos estereotipos marcan nuestra forma de relacionarnos con las personas, con el contexto y con nuestro ser, cuando los cuestionamos abrimos un espacio de libertad para ser y sobre todo para sentir más allá del deber ser.

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[1]Naciones Unidas (2019) día internacional de la mujer 8 de marzo. Recuperado de  https://www.un.org/es/observances/womens-day
 
[2] Ravazzola, C. (Septiembre de 2010). El Género en las Conversaciones para Prevención y Atención de Abusos y Violencias. Recuperado el 15 de Abril de 2012, de REDPIAFF: http://redpiaff.blogspot.com/2010/09/drogadiccion-y-generoel-genero-en-las.html
 
[3]Szasz, I. (2000). La investigación sobre la sexualidad y el debate sobre los derechos reproductivos en Mexico. En J. Gómez de León , & C. Rabell, Cien años de cambio demográfico en México . Mexico: Fondo de Cultura Economica, México.
[4] Celia Paladino & Damián Gorostiaga (2015) Expresividad Emocional y Estereotipos de Género. (Proyecto de Investigación Cátedras Psicología Evolutiva y Psicología General) Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
 
[5] Rozo Zapata L (2018) Deconstrucción de Relatos Sobre Sexualidad Femenina: Aproximación a una Intervención Sistémica con Perspectiva de Género (Trabajo de grado de maestría) Universidad Central, Bogotá Colombia.
 
[6] Gracias Casado B. (sep 2016). Una mirada con perspectiva de género de las emociones en Emociones y salud.  Recuperado: http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/3242/Documento_completo.%20pdf?sequence