Música y Guerra: influencias de nuestras generaciones
Jorge Tole Echeverry
Jorge Tole Echeverry
En tiempos de la cuarentena contemporánea, es muy interesante detenerse un momento a pensar en aquellos duros momentos que tuvieron que atravesar nuestros antepasados y compatriotas, hace apenas poco mas de una centuria y a lo largo de todo el siglo XX.
Toques de queda, cuarentenas, aislamientos y similares fueron más que comunes por distintas circunstancias en aquellos tiempos. Sin embargo, sin duda, la razón más recurrente fueron las distintas guerras que se vivieron en el mundo en aquella época.
Dos guerras mundiales, la guerra fría, gran cantidad de guerras bilaterales, multilaterales e innumerables guerras civiles marcaron el paso de dicho siglo y, por lo tanto, como siempre, toda la evolución (o involución) de nuestra especie en esos tiempos estuvo directamente relacionada con ello.
En ese contexto vivieron y crecieron varias generaciones. Algunas de ellas cuentan ya con muy pocos miembros; otras cuentan con la mayor cantidad de adultos de la actualidad: y otras, como la mía, crecimos rodeados de guerras heredadas, cargadas de traumas y odios que no son propios, pero que persisten, porque más que el dinero o los bienes, son quizá lo que más fácil pasa de generación en generación.
En ese mismo contexto se vio lo mejor y lo peor de nuestra especie. Por supuesto, las artes y la cultura no fueron ajenas a ello. Particularmente, la música como forma de expresión estuvo siempre presente en donde quiera que hubo un conflicto, víctimas y victimarios. Tal como lo ha sido desde los inicios de nuestra especie, la música acompañó a todas las partes involucradas en las guerras, bien sea como forma de sanar heridas, intentar prevenir el odio o, incluso, como propaganda bélica y nacionalista. La música como herramienta puede ser tan hermosa, como peligrosa, como nos lo ha demostrado la historia.
La invitación con este escrito es analizar cómo la guerra ha sido musa para compositores musicales de muy diversos orígenes. Más allá de las tradicionales bandas marciales, los legendarios cánticos de guerras de las batallas que han pasado a la historia, o la famosa canción en la que Mambrú es el protagonista y cuenta con un final trágico, el enfoque propuesto es la reacción artística a los rezagos de las más importantes guerras recientes de los últimos tiempos, acercándonos hacia el final, luego de un contexto extranjero meramente enunciativo, a Latinoamérica y a Colombia en particular. Se invita escuchar la música citada a medida que se va leyendo el texto. Veamos.
En el mundo
Nombrado premio Nóbel de literatura en 2016, Bob Dylan ha sido tan admirado como controversial en distintos ámbitos de las artes. En nuestro tema de análisis, hay una canción insignia, que ha sido gran inspiración para muchas protestas artísticas y sociales en contra de la guerra, a saber, Master of War. Una fuerte crítica a quienes han controlado y aun controlan las guerras detrás de los escritorios, las corbatas y las mansiones; les pregunta si el dinero que han ganado ha valido la pena y si lograrían comprar el perdón con él. Invita a un reflexión herida y un poco rencorosa de lo que puede haber detrás de las guerras.
Dylan fue una fuente de inspiración de grandes bandas clásicas como los Rolling Stones, y los Beatles. Estos últimos lanzaron canciones como Blackbird, Revolution, entre otras, con mensajes de alguna forma relacionados con las consecuencias de las guerras, principalmente la Guerra Fría. Sin embargo, no fue sino luego de su participación en dicha banda que John Lennon decidió dar un giro a su proceso creativo, con el fin de centrarlo principalmente en un mensaje de paz. Canciones como Give Peace a Chance o Imagine, son un claro ejemplo de esto.
Otra banda británica legendaria que tiene algo que aportar a nuestro tema de estudio es Queen. Muchos han visto y disfrutado de su—ahora mas famoso que nunca—concierto en Live Aid de 1985. Más aun, en ese mismo concierto, ya de noche y luego de su presentación principal, Freddy Mercury y Brian May salieron nuevamente al escenario del estadio Wembley a cantar Is This The World We Created?, canción que destaca la destrucción que ha creado la codicia del ser humano, que si bien no hace referencia directa a la guerra, sí habla de las consecuencias que esta ha traído y sigue trayendo al mundo.
De nuevo en nuestro lado del mundo, Guns N´ Roses tiene una fuerte crítica a las guerras de todo el mundo en Civil War. Citan al principio de su canción una frase que afirma que tenemos problemas de comunicación. Durante los versos destaca los destrozos de las guerras y cómo ha sido así siempre, pero que la historia finalmente oculta las mentiras, cuando en realidad los ricos se alimentan y los pobres mueren, siendo violados por completo sus derechos humanos.
En Latinoamérica
Nuestro idioma, por supuesto, no se ha quedado atrás. Relacionado con las consecuencias de la guerra, existen muchas referencias musicales. Quizá una de las más importantes, por su belleza y acierto en sus versos para la época en que surgió es Como la Cigarra, un poema hecho canción, de autoría de María Elena Walsh, poetisa argentina, quien sin querer hizo equipo con Mercedes Sosa y varios artistas latinoamericanos más, para dar vida a pequeño himno de esperanza en medio de la oscuridad.
Esa misma esperanza es la que se pudo encontrar en el movimiento de la nueva trova en Cuba. Silvio Rodríguez (y muchos otros) con varias canciones marcó una cultura de protesta cultural. Cita Con Ángeles es un claro rechazo a la guerra en general y es una muestra de cómo los seres humanos hemos llegado a un punto en que quizá ni los ángeles podrán ayudarnos.
En años un poco mas recientes, con un tinte político muy marcado y con un discurso pacifista como insignia, Residente(René) ha emergido dentro de un género urbano para entregar mensajes mucho más profundos que los que las canciones más comerciales dan generalmente. Guerra surge casi como un ejercicio explícito de catarsis, en el que se rechaza la guerra y los contrastes que genera y cómo los abrazos son motivo de temor para quienes la propician. Ver el videoclip que refleja maravillosamente el mensaje de la canción, es más que recomendado.
En Colombia
Colombia con sus numerosas guerras civiles, su época de violencia, además de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, ha heredado cicatrices permanentes. Han sido los campesinos los que más han sufrido esta guerra. Desde los sitios más apartados del país se han visto envueltos en conflictos que muchas veces nada tienen que ver con ellos o con sus ideales, lo cual refleja de manera extraordinaria Óscar Humberto Gómez Gómez en su canción Campesino embejucado. Un campesino que está harto de que le pregunten cuáles son sus ideales políticos y que se eso el valor que tiene como persona y ser humano, cuando en realidad trabaja para sacar adelante a su familia, sin importar qué hacen o dejen de hacer los “doctores” que lo gobiernan desde la capital.
Otro ejemplo de esto es el hermoso bambuco de Eugenio Arellano: Hay Que Sacar Al Diablo, el cual busca reivindicar lo mejor de Colombia en medio de los desastres de sus guerras.Explosiones de inteligencia y que pare la guerra con la canción, en un país lleno de talento y de un inmenso potencial, es lo que se pide en esta canción, la cual, en su magistral composición afirma, con toda razón, que “solo el bambuco tiene permiso, de hacer llorar el alma de la emoción”.
Desde una orilla distinta de la música, pero con una inspiración similar, Juanes ha escrito en varias de sus canciones el reflejo que ha dejado la guerra en Colombia. Fíjate Bien y Odio Por Amor son cantos dedicados directamente a parar la guerra y todos sus “hijos de la nada”. Este mismo artista antioqueño también ha compuesto sobre el amor en los tiempos de guerra. Volverte a ver es una hermosa historia contada por un militar que va la guerra y lo único que añora es poder volver a ver a su amor, quien es su principal motivación para hacer todo lo posible por esquivar las balas y sobrevivir.
Tal como Juanes con Ekhymosis, otro artista colombiano que tuvo sus orígenes en una banda un poco mas rockera que su carrera como solista es Andrés Cepeda. La rebeldía propia de la adolescencia llevó a su grupo, Poligamia, a hacer un recuento crítico de los acontecimientos que marcaron en gran medida a su generación y, en general, a la historia de nuestro país, en Mi Generación. También con orígenes es dicha banda y luego de su participación en ésta, Cesar López se ha caracterizado por cantar para lograr la paz. Con su escopetarra canta una Canción Para el Perdón “para sanar las heridas que la vida trae” y para “cambiar lo que vendrá”.
Finalmente, dentro del amor en los tiempos de guerra, hay muchos ejemplos de canciones de colombianos con talentos infinitos. Uno bello ejemplo es Lento Deprisa de Andrés Mendiola, en donde destaca que su tierra, en medido de la guerra, no quiere quedarse sola, pero que a pesar de eso en ella te pintan una sonrisa y se puede componer vallenatos, justo cuando el alma llora.
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Como lo podemos notar, quizá somos mayoría a quienes nos gustaría ver un mundo en paz. La naturaleza nos demuestra que no estamos por encima de ella y que como especie debemos trabajar unidos para sobrevivir. La música nos demuestra que estamos para cosas bellísimas y que las vidas que se han perdido a causa de la guerra nos han dejado un mensaje a través de ella, en el que el perdón y la reconciliación son el camino por el que realmente debemos transitar.