Fue en 1653 cuando el dominico Fray Cristóbal de Torres consolidó uno de sus más grandes proyectos como lo fue la fundación de una institución que tuviera por objetivo el formar jóvenes que aportaran con su saber a la República. Por más de tres siglos y medio, esta casa rosarista ha procurado brindarle al país seres humanos reconocidos por sus cualidades humanísticas y por su sólida formación académica.

No cabe duda de que uno de los tesoros más preciados para nuestra comunidad es la revista Nova et Vetera. En 1905, el entonces rector magnífico, Monseñor Rafael María Carrasquilla, ideó una publicación para exaltar las letras que se produjeran en el Claustro rosarista; sin embargo, más allá de esto, la revista se posiciona como un verdadero testimonio del transcurrir del tiempo de nuestra Universidad. Sus páginas han guardado un sinnúmero de ideas que se han forjado desde el Colegio Mayor y que se han enunciado desde diversos puntos de vista.

Alejandro Cheyne

Si algo ha perdurado en estos 368 años es la premisa de que la comunidad universitaria debe construirse desde la diferencia, que debe reconocer la importancia del diálogo como herramienta para aportar a Colombia nuevas perspectivas. Fieles a esa máxima, la Universidad del Rosario ha apostado por recorrer varias regiones del país con el objetivo de fomentar espacios de encuentro que enriquezcan el diálogo sobre el futuro nacional. Nuestro compromiso es servir al país brindándole personas comprometidas con su sociedad y que sean capaces de integrar las perspectivas de todos los colombianos sin distingos de región, pero sí identificando desafíos particulares que pueden ser sorteados con una apuesta educativa de calidad.

No nos cansamos de repetir que el buen rosarismo debe apostar por el servicio al bien común. Ese será nuestro horizonte. Y para brindar este servicio con propósito, celebramos darle continuidad a publicaciones como esta donde se busca transmitir a los lectores preguntas sugerentes sobre la situación nacional en temáticas sociales, culturales, entre otras. Esta celebración de vida rosarista, de la mano con su revista, nos invita a reconocer los esfuerzos que nuestros antecesores han procurado para engrandecer a la nación.

Iglesia de la Bordadita Bogotá URosario

Nuestra Universidad, a través de estas páginas, demuestra que sigue respondiendo a los desafíos sociales que trae consigo la cotidianidad, que se ha acoplado a las innovaciones tecnológicas sin dejar de lado el aprecio por su tradición histórica. Seguimos conjugando entonces el Nova entendida como la capacidad de aprehender las herramientas tecnológicas que nos ofrece nuestra cotidianidad; y el Vetera, es decir, el reconocimiento del pasado como concepto fundamental para comprender nuestro presente.

Confiamos en que sean largos los años en los que sigamos brindando al país nuestro legado a través de estas letras y también formando proyectos de vida enfocados al servicio de la sociedad. Por todo lo anterior, celebramos, con gran orgullo, estos 368 años. El Colegio Mayor siempre tendrá sus puertas abiertas para fomentar un diálogo académico que aporte a la construcción de una sociedad en la que quepamos todos.