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Primer curso de Matemáticas para alumnos militares, en 1837

Remisión de libros al Colegio del Rosario, 23-6-1838. AHUR, caja 30 f. 94.

Completamos en esta entrada la historia de la Escuela Militar asociada al Colegio del Rosario.

En una entrada anterior, presentamos algunos documentos sobre la enseñanza de las Matemáticas para alumnos militares, en el Colegio del Rosario. Los documentos, de 1837, se referían a preparativos para dicha enseñanza y el último, de julio de 1839, daba razón de los exámenes de Matemáticas, bajo la dirección del señor Blas Bruzual.

La Ley primera, de 29 de abril de 1836, disponía la creación de estudios militares en la Universidad Central. Lo mandado no se verifica de inmediato, pues apenas el tres de agosto de 1837 un oficio del secretario del Despacho de Guerra y Marina nos informa que el rector del Colegio del Rosario solicitaba se pusiera allí la Escuela Militar. Para ello, ofrecía enseñar gratuitamente las cátedras de Constitución, Geografía e Historia, que constituían el currículo del primer año de los alumnos militares. Vale la pena citar los detalles que aducía en su favor el rector:

Una escelente coleccion de mapas vivos i mudos, i un juego de esferas para la instruccion (...), además proporcionar al catedrático de matemáticas puras el uso de buenos instrumentos de jeometría práctica.

En vista de lo cual el funcionario resolvía aceptar la oferta, estableciendo la Escuela en el Rosario, conforme a lo previsto en el decreto ejecutivo de 28 de junio de 1837[1]. Este dato nuevo[2] es trascendental para entender la puesta en funcionamiento de la Escuela Militar, pues el ofrecimiento del rector y la respuesta del funcionario indican que todo estaba dispuesto para iniciar labores en el año lectivo 1837-38, que iniciaría el primero de octubre.

Estos datos sirven, además, para corregir la datación de un examen de Matemáticas existente en el Fondo Pineda, de la Biblioteca Nacional: el catálogo del propio Fondo lo ubicaba en 1835;[3] Deisy Camargo, en su tesis, lo ponía en 1836. El impreso, que no tiene fecha, puede atribuirse al curso 1837-38. Se trata, entonces, del primer curso impartido en la Escuela Militar por el señor Blas Bruzual e inmediatamente anterior al comentado en nuestro blog.

Un dato adicional confirma lo dicho y plantea una nueva pregunta: el Plan de estudios de Filosofía, aprobado por la Dirección General de Instrucción Pública, establece lo siguiente:

Primér año: Lojica, gramatica jenerál, morál i metafisica; debiendo al mismo tiempo asistir los cursantes á la clase de matematicas de la escuela militár[4].

Confirma, pues, la existencia de la Escuela Militar; sin embargo, ninguno de los casi cuarenta cursantes de primero de Filosofía presentó examen final en la clase del señor Bruzual. Veamos, ahora, qué disponía el Plan para el primer año de Filosofía:

Primer curso. Principios jenerales: aritmetica propiamente dicha: aljebra i aritmetica superior, estendiendose las leciones hasta la teoria jeneral de las ecuaciones: jeometria practica i teorica: trigonometria rectilinea: diseño de planos i perfiles.

Los temas presentados en el examen analizado (Fondo Pineda, s. f.) corresponden al primer curso, si bien no aparece el adjetivo “especulativa”.

Examen final de la clase de Matemáticas, año 1837-38. Biblioteca Nacional, Fondo Pineda, 948, pieza 19.
Examen final de la clase de Matemáticas, año 1837-38. Biblioteca Nacional, Fondo Pineda, 948, pieza 19.

 

El informe de la jornada académica apareció en la Gaceta de la Nueva Granada[5], a mediados de 1838:

ESCUELA MILITAR EN LA UNIVERSIDAD CENTRAL

El gobernador de esta provincia, con fecha 28 del próximo pasado julio, ha participado al gobierno que el 17 del mismo tuvo lugar el examen de la clase de instrucción militar, y que los alumnos que la componen obtuvieron las clasificaciones siguientes. El alumno pensionista Ricardo Olaechea, sobresaliente número 1°; el de igual clase Liborio Durán, sobresaliente número 2°, el de la misma clase, Pedro Gutiérrez, bueno número 1°, y el alumno no pensionista Eusebio Ricaurte, bueno número 2°; habiéndose contraído el examen al álgebra elemental y una parte de la complemental, y a la geometría especulativa, que es el maximum de las materias que se pueden enseñar en el primer año de estudios.

Veamos, ahora, lo planeado para el segundo curso:

Trigonometria esferica, funciones series, calculo diferencial i calculo integrál, jeodesia i astronomia: aplicaciones al terreno[6].

De nuevo hay coincidencia entre lo presentado en el examen y los temas del segundo curso. Si bien no aparece “Topografía”, podría relacionarse con la frase del plan “aplicaciones al terreno”.

De la misma manera, la Gaceta publicó el Resultado del certamen presentado por los alumnos de la clase militar de la Universidad Central. En la capilla Castrense, solo presentaron examen de segundo año Ricardo Olaechea y Pedro Gutiérrez, con asistencia de altas autoridades y catedráticos de Filosofía de los colegios, por espacio de más de dos horas. Olaechea obtuvo cuatro votos sobresalientes más uno bueno; Gutiérrez, dos sobresalientes más tres buenos. El Dr. Cuervo, rector de la Universidad, declaró aprobados los dos alumnos[7].

 

Remisión de libros al Colegio del Rosario, 23-6-1838. AHUR, caja 30 f. 94.
Remisión de libros al Colegio del Rosario, 23-6-1838. AHUR, caja 30 f. 94.

 

Textos para la enseñanza de las Matemáticas.

En la entrada pasada, registrábamos una remesa de libros para la naciente Escuela Militar:

Considérations sur l’art de la guerre, por Rogniat

La geometría, de Legendre, traducción castellana.

Con fecha veintitrés de junio de 1838 [AHUR, caja 30 f. 94], se remitieron “dos ejemplares del curso de matemáticas escrito por Vallejo”. Se refiere al Tratado elemental de Matemáticas, por José Mariano Vallejo (1779-1846)[8]. En el documento, acusó recibo y firmó el catedrático, señor Bruzual.

No conocemos, por ahora, exámenes públicos del tercer año de Matemáticas, pero otro documento de 1840, en que se solicita del rector del Rosario promover el ingreso de sus estudiantes a la clase de Instrucción militar, indica la condición languideciente de la Escuela[9].

 


[2] No lo conocieron autoras que consultamos para la primera entrada del blog:  María Clara Guillén (2003) y Deisy Camargo (2008).

[3] La clase de matemáticas de instrucción militar bajo la dirección de su catedrático el sr. Blas Bruzual ofrece un exámen público. F. Pineda 948, pza. 19. Bogotá: Imp. de L. Lleras, [1835?].

[4] AHUR, caja 29 ff. 310-11. En segundo año, debían estudiar Agricultura, “comprendiendo como parte muy importante de esta ciencia la veterinaria”.

[5] Gaceta de la Nueva Granada, n. 360, 5-8-1838. Reproducido a su vez en Obra educativa de Santander. V. 3: 1835-1837. Compilación Luis Horacio López Domínguez. Bogotá: Fundación Francisco de Paula Santander, 1990.

[6] Comunicación del Dr. Rufino Cuervo al rector del Rosario, 11-10-1837. AHUR, caja 29 ff. 311A-314.

[7] Gaceta de la Nueva Granada, n. 413: 11-8-1839. Liborio Durán no presento examen. Lo hizo, en cambio, en el certamen de Filosofía del Colegio de San Bartolomé, bajo la dirección de Isidro Arroyo, en julio de 1835. AHUR, caja 27 f. 124v.

[8] “(...) un autor muy conocido por su labor divulgativa en el ámbito de la didáctica de las matemáticas

y por su papel en los intentos de reformas educativas que promueven los liberales durante la primera mitad del XIX. Vallejo fue inspector de Instrucción Pública y director General de Estudios, además de miembro

muy destacado del Ateneo, de la Academia de Ciencias Naturales y de muchas corporaciones culturales y científicas, tanto nacionales como extranjeras. Calvo Fernández, V., Anaya-Reig, N. “La aportación de José Mariano Vallejo a la enseñanza de la lectura en la España del siglo XIX”. Rev. complut. educ. 30(4) 2019: 951-963.

[9] La comunicación del rector de la Universidad Central tiene fecha 8-6-1840 [AHUR, caja 32 f. 226]. Téngase en cuenta que ya había iniciado la Guerra de los Supremos, donde participó Bruzual.