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El legado de Caldas, el egresado Rosarista

Andrés M. Pérez-Acosta, PhD

El legado de Caldas, el egresado Rosarista

 andres.perez@urosario.edu.co


RESPETADOS MIEMBROS DE LA MESA DIRECTIVA DE ESTA CEREMONIA DE GRADOS DE LA ESCUELA DE MEDICINA Y CIENCIAS DE LA SALUD;

ESTIMADAS GRADUADANDAS Y ESTIMADOS GRADUANDOS DE LAS CARRERAS DE FISIOTERAPIA, FONOAUDIOLOGÍA, TERAPIA OCUPACIONAL, PSICOLOGÍA Y MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DEL ROSARIO;

SEÑORAS Y SEÑORES,

Hace 200 años, el 29 de octubre de 1816, Francisco José de Caldas y Tenorio era conducido desde este Claustro a la plazuela de San Francisco para ser ejecutado por traición a España. Cuando bajaba por la escalinata principal del Rosario, dibujó en la pared un símbolo, tradicionalmente conocido como la O larga y negra, partida. El martirio del Sabio Caldas se unió a la cadena de acontecimientos que rápidamente condujeron a la independencia definitiva de Colombia.

La O larga y negra partida fue interpretada inicialmente como un símbolo de muerte, una señal del destino fatal. Posteriormente, se identificó este símbolo con la letra griega Theta, inicial de la palabra Thánatos, que significa muerte, lo cual sería coherente con la explicación inicial. Sin embargo, una visión alternativa del símbolo ha sido defendida por el abogado rosarista Francisco Bermúdez Guerra[i], quien plantea que el propósito de Caldas fue dibujar un viejo símbolo alquímico que representa el espíritu que trasciende la materia. Bermúdez afirma “…Caldas dejó este símbolo de naturaleza alquímica en las escaleras del Rosario, tratando de insinuar que posiblemente podrían matar su cuerpo pero no su espíritu, y precisamente el espíritu de Caldas, su espíritu de afán por el conocimiento y por la investigación es el que ha inspirado a tantos rosaristas que se han formado en el claustro tricentenario.”

Personalmente me uno a esta interpretación, que defiende un símbolo de vida y no un símbolo de muerte. Incluso la considero ideal en este momento, como el marco de mi mensaje a los nuevos graduandos rosaristas, en esta misma Alma Mater que acogió a Caldas cuando efectuó sus estudios de Derecho.

Cuando Uds., nuevas egresadas y nuevos egresados, bajen por la escalera principal luego de esta ceremonia, tendrán la oportunidad de apreciar el símbolo que nos dejó ese rosarista universal que fue el Sabio Caldas. ¿Qué puede significar hoy ese símbolo alquímico? ¿Qué mensaje podría dejar a los rosaristas del siglo XXI aquel científico, militar, geógrafo, botánico, astrónomo, abogado y periodista neogranadino?

Por la honrosa distinción que me ha concedido la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de ser orador de esta ceremonia de grados, en esta Aula Máxima cargada de historia, me permitiré llevar el espíritu caldasiano a cuatro recomendaciones concretas para las graduandas y los graduandos de hoy.

UNO. Continúen sus estudios. Ni cinco años ni toda una vida serán suficientes para recoger todo el avance de sus disciplinas y profesiones. No dudo del valor que ofrece la formación que cada una y cada uno de Uds. recibió en su pregrado. Pero insisto en esta recomendación a pesar de que la legislación colombiana les permite a Uds. ejercer su profesión con el título que reciben hoy. No obstante, continúen su capacitación, tanto la formal de posgrado como la no formal de educación continuada. Nútranse de los nuevos conocimientos y competencias asociados a sus áreas o las de otras que los complementen.

DOS. Ejerzan su profesión con base en la evidencia. Esto implica asumir una actitud científica en las evaluaciones de diagnóstico, protocolos de intervención y seguimientos de efectividad. Si bien Uds. recibieron entrenamiento supervisado en diferentes campos, no caigan en la trampa de asumir su validez y confiabilidad permanentes. Averigüen acerca de nuevos procedimientos investigados para evaluar e intervenir en sus diferentes campos. Cuando logren eso, por favor infórmennos a quienes fuimos sus profesores aquí en el Rosario para alimentar la formación de nuestros estudiantes.

TRES. Participen activamente en sus gremios. Las asociaciones profesionales no se sostienen mágicamente. Requieren permanentemente de los aportes y esfuerzos de cada una y cada uno de Uds. No se contenten solamente con ser afiliados o asociados. Sean líderes de sus gremios, promuevan cambios constructivos, lleven nuevos proyectos y, por supuesto, fortalezcan y vigilen el ejercicio ético de la profesión. Superen la tentación de atascarse mediocremente en la crítica de aquellas y aquellos colegas que invierten parte de su tiempo en la actividad gremial. Este esfuerzo también hace parte de la construcción de nuestra nación y de comunidades profesionales que trascienden las fronteras del país.

CUATRO. Mantengan contacto con su Universidad. Un buen egresado vuelve con regularidad al Rosario y permanece en comunicación con sus ex compañeros. Algunos egresados nos están acompañando y nos sucederán en las labores de docencia, investigación y extensión en el Colegio Mayor. Y para los egresados de la Quinta de Mutis, existe ya la ORE, Oficina para la Relación con los Egresados, orientada por el Dr. Rafael Riveros, con una visión muy clara de la promoción integral del egresado, incluyendo las oportunidades laborales, eventos de encuentro y consolidación de redes nacionales e internacionales de egresados.

Finalmente, vuelvo a nuestro Sabio Mártir precisamente para contemplarlo como un egresado rosarista. Caldas fue un ejemplo de todos aquellos aspectos que mencioné. Un hombre de una constante inquietud intelectual, no se detuvo en sus estudios de Derecho. Se convirtió posteriormente en científico, inventor y en divulgador, por su propia cuenta. También fue catedrático del Colegio Mayor y fue uno de los más importantes colaboradores de la Expedición Botánica, el mayor proyecto científico de la época de la colonia, dirigido por otro gran sabio rosarista: José Celestino Mutis. Por último, su gremio no fue el de los botánicos o el de los o el de los abogados o el de los astrónomos o el de los periodistas. Fue el de los colombianos, la nueva República independiente, que ayudó a fundar y por la cual entregó su vida.

Cierro felicitando a cada una y cada uno de los nuevos profesionales de fisioterapia, fonoaudiología, terapia ocupacional y psicología, que se gradúa con orgullo después de un importante esfuerzo personal de varios años, que no sería posible sin el apoyo de una compleja red de familiares, amigos, profesores, funcionarios y autoridades. Invito a todos los asistentes a contemplar la O larga y negra partida mientras bajan la escalera principal del Claustro. Con el espíritu vivo de Caldas, salgamos del Rosario a construir una mejor República de Colombia, aquella que fue su legado y que ya completa más de dos siglos de existencia. MUCHAS GRACIAS.

 


[i] http://fbghistoria.blogspot.com.co/2010/09/el-misterioso-simbolo-del-sa… andres.perez@urosario.edu.co