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Cómo acabar de una vez por todas con la cultura

Ismael Iriarte Ramírez

Woody-Allen-De-Georges-Biard, CC BY SA 3.0

Aunque bien podría estar relacionado con la tendencia amnésica y autodestructiva que hace carrera en nuestros días, el sugestivo encabezado de estas líneas se refiere a la serie de artículos del cineasta y actor estadounidense Woody Allen, publicados originalmente en The New Yorker y The Evergreen Review y agrupados y editados en 1971 bajo el título original Getting Even.

 

Cinco décadas después, esta obra recopilatoria sigue más vigente que nunca y da cuenta, no solo de la agudeza y las materias de reflexión del autor neoyorquino, sino que también sirve como punto de partida para analizar las funciones que cumple el humor en la sociedad.

Autores como Friedrich Schlegel consideran el humor como un sofisticado ejercicio intelectual, como: “la única actitud posible para reflexionar desapasionadamente sobre el arte y sobre la vida” (Berbel 4). Esta posición se aparta de la tendencia a conferir a este género un estatus menor en la cultura, e incluso a la tradición de la antigüedad y la edad media, en la que en algunas sociedades profesaban una aversión natural frente a la risa, lo que es ilustrado con sobrados méritos por de Umberto Eco en El nombre de la rosa, novela en la que Guillermo de Baskerville y su protegido Adso son testigos de la estricta prohibición que en esta materia pesa sobre la abadía benedictina en la que se escenifican los hechos.

Tal vez uno de los principales aportes del humor es la posibilidad de un acercamiento menos pasional a la historia, lo que queda en evidencia en Cómo acabar de una vez por todas con la cultura en la que sin pudor se deconstruyen acontecimientos históricos como el ascenso del Nacismo y la violencia generada por la mafia, que se presentan como hechos disparatados, con giros y motivaciones hilarantes, en una práctica herética que puede llegar a generar resistencia por parte del público. Esta aproximación se logra a partir de una “hibridación de la realidad y la ficción” que reduce la historia a parodias y si se quiere a caricaturas de las versiones oficiales que hemos conocido (Bort 1259).

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Como acabar de una vez con la cultura - Woody Allen

Esta vocación desacralizadora no se limita a la historia, ya que de forma similar se abordan otros temas considerados como trascendentales, tal es el caso de la búsqueda de sentido de la vida y la inminencia de la muerte, este último caso representado por Allen de forma rocambolesca, en un relato en el que la parca se ve desbordada una y otra vez por su taimada víctima, que sin mayores problemas se convierte en victimario. Mención aparte merece uno de los temas recurrentes en la obra del cineasta: la preocupación sobre la existencia de Dios que en el apartado final de Cómo acabar de una vez por todas con la cultura se recrea a través de una narración policial, en la que un oscuro detective deberá encontrar a Dios, al tiempo que en su camino deberá enfrentarse con los engaños de una misteriosa rubia y las corrientes filosóficas y de pensamiento que pueden llegar a ser más peligrosas que el crimen organizado (García 352).

Artistas e intelectuales tampoco se encuentran a buen resguardo frente a la cáustica mirada de Woody Allen, que con frecuencia arremete sin miramientos contra un sistema del que él mismo forma parte (Berbel 4). En el texto analizado varias páginas son dedicadas a desmitificar la figura de los nombres más ilustres del pensamiento occidental de los últimos siglos, lo mismo sucede con los artistas cuya vida y obra se reviste de una desoladora vacuidad, mientras que una suerte similar corren los críticos y cronistas que sucumben ante la implacable lupa del autor.

No escapa a la mirada de los más agudos lectores que esta incorregible bufonería esconde una autentica preocupación por el estado de cosas de nuestra sociedad y la indolente naturaleza cíclica de la historia que hace que la humanidad cometa una y otra vez los mismos errores en busca del sentido último de la existencia, que con frecuencia conduce a la nada, que, dicho sea de paso, tampoco sale bien librada en estos relatos. Concluyo estas líneas resaltando una vez más la vigencia de Cómo acabar de una vez por todas con la cultura, cuya lectura reedita la intención del autor de escapar a los paradigmas, lo que inevitablemente y con total seguridad sin mayor intervención del azar, lo convierten en una figura paradigmática.

Referencias
Allen, Woody. Cómo acabar de una vez por todas con la cultura. Tusquets, 1980.
Berbel López, Àngel. "Reflexiones existenciales a través del humor de Woody Allen." (2016).
Bort Gual, Iván, Shaila García Catalán, and Marta Martín Núñez. "Nuevas tendencias e hibridaciones de los discursos audiovisuales en la cultura digital contemporánea." (2011).
García, García-Abad, and M. ª Teresa. "Bufonería y cinetextualidad en la obra de Woody Allen: literatura y cine." (2018).