The Purge “La vida es una guerra de todos contra todos y la moral es una conveniencia superficial”
Loren Alejandra Bustos
Loren Alejandra Bustos
La famosa película de James DeMonaco: The purge, expone una historia envolvedora y escandalosa la que muchos valoramos como absurda e inadecuada, pero lo cierto, es que esta historia sirve como ejemplo para dar una explicación a lo extraordinario de la naturaleza humana, según la doctrina de Thomas Hobbes publicada hacía el año 1651, en un genuino compendio que hoy es la cima de la filosofía política occidental: el leviatán. Este artículo de opinión, hace un análisis de esta historia con respecto a esta doctrina hobbesiana revisando también contra argumentos a la misma.
Imagínese por un momento, el sonido de las alarmas a la media noche de un día común. El gobierno de su pais, anuncia en todas las señales de radio y televisión, el inicio de una purga que está por comenzar. Todos los delitos y crímenes de lesa humanidad se vuelven de repente legales una vez acabe el sonido de la alarma, serán 12 horas en las que como lobos todos saldremos a cazar, con total libertad de volver realidad nuestros más retorcidos pensamientos, o por lo menos con la intención de sobrevivir. Sería como si por una noche, pudiéramos adentrar nuestra realidad a un juego parecido a la Deep Web: sin cesura, sin reglas, sin estimaciones.
Ya no podrá sentirse a salvo ni siquiera dentro de su casa. ¿Cómo saber si su pariente más cercano, querrá jugar a la purga esa noche? ni el benignísimo Dios estaría a salvo.
Sería como el día de la purga en los Estados Unidos de América en la distinguida película de James DeMonaco: The Purge. película que expone una historia envolvedora y escandalosa; historia a la que muchos aspiramos que sea de carácter utópico y que valoramos como absurda e inadecuada. Pero lo cierto, es que esta historia no esta tan lejos de darle una explicación a lo extraordinario de la naturaleza humana y tampoco se encuentra remota de la visión de la que escribía Thomas Hobbes hacia el año 1651, en un genuino compendio que hoy es la cima de la filosofía política occidental: El leviatán.
Thomas Hobbes escribió sobre la visión descarnada de la naturaleza humana. Según la cual, existe un estado de la naturaleza de los seres humanos en el que viven con una absurda libertad, este estado de naturaleza viene acompañado de un afán indispensable por el poder, y al ser todos iguales por naturaleza, la igualdad de los hombres crea un temor, una desconfianza, una situación en la que se desprende la guerra de todos contra todos. Pues no consiste solo en protegerse a sí mismo, sino también, en ir por el poder del otro, ya que la constante satisfacción de los deseos es lo que nos mantiene en un estado de felicidad. Así pues, al no haber ley común ni impedimentos a la acción individual todos actúan como sea en beneficio propio.
Hobbes planteaba la creación de un pacto social, del que se desprende el estado, como la solución para la estabilidad y la paz duradera; que en últimas son las funciones primordiales del este; por lo que los hombres renuncian y le transfieren sus derechos al Leviatán a cambio de seguridad.
Y en efecto, existe un estado regulador en la historia anteriormente narrada. Pero a partir de una idea hipotética: ¿qué pasaría si el Estado ya no garantizara por 12 horas la estabilidad y la seguridad en favor de sus propios intereses?, ¿volveríamos al estado natural del que se desprende la guerra de todos contra todos según la visión Hobessiana? e ¿incluso la moral de los más creyentes y fervorosos, de los que entre sus preceptos están no matar, no robar y no cometer actos impuros, desaparecería y mutaría en una conducta hostil y desencarnada como Hobbes describía?
Sin duda, la competencia por sobrevivir y la satisfacción de algunos por querer depurar, serian signos suficientes para hacer que se destruyan uno a otro. La moral se convertiría en una conveniencia superficial, pues en base a la desconfianza que genera el ambiente de la purga, no sobrevivirían los valores morales: ni la piedad, ni la solidaridad, ni el compromiso. El curso de las cosas podría cambiar de repente y el interés individual por la supervivencia, sobrepasaría todas las estimaciones morales.
Ahora bien, Todorov en su obra “Frente al límite” publicada en 1993, criticaba la versión de la doctrina de Hobbes argumentando que “la guerra de todos contra todos tenía que ser impuesta por la fuerza, pues los seres humanos son llevados a comunicarse entre ellos, a ayudarse, a distinguir el bien del mal”. Desde luego, hasta en la película se ven indicios de personajes a los que de repente les surge una reacción moral y van en la ayuda de personas como una especie de temerario e incluso confederaciones que se unen para matar a los más fuertes. Puede pasar durante el curso de las cosas, porque, por ejemplo: el simple hecho de meditar a solas, sobre aniquilar a una persona o no, quiere decir que, aunque corto y limitado, aún existe un indicio de la distinción entre el bien y el mal.
Finalmente, la guerra de todos contra todos, es una doctrina Hobbesiana que sirve como base, aun, para entender lo extraordinario de la naturaleza humana y que, en efecto, bajo una situación impuesta a la fuerza, se desencadenaría una guerra de todos contra todos en donde las acciones hostiles y la poca moral serían las principales características partiendo de que el interés individual por la supervivencia sobrepasaría todas las estimaciones.
¡Benditos sean los nuevos padres de la patria! Reza el fin de la alarma que da comienzo a la depuración. Una vez más, comprobaríamos que no hay poder alguno que se compare al Leviatán, pues aun en oposición, la noche de depuración sería una prueba más de que su voluntad -sin excepción- nos sujeta a todos mediante sus leyes.