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Álvaro Pablo Ortiz: homenaje a la memoria de un gran rosarista

Sergio Mahecha Jaimes

Profesor Álvaro Pablo Ortiz en el Aula Máxima de la Universidad del Rosario

En la Comunidad Rosarista es común resaltar con orgullo nuestra tradición histórica al ser moldeadora de nuestra identidad. Sin embargo, la preservación de esta memoria se ha debido a varios personajes que, con profundo cariño por esta institución, próxima a cumplir 370 años, dedicaron su vida a acrecentar, divulgar y dignificar la historia del Claustro.

Hoy queremos reconocer en este número de nuestra revista institucional Nova et Vetera, la vida y obra del profesor Álvaro Pablo Ortiz, quien dedicó buena parte de su trayectoria académica a la Universidad del Rosario, y rendirle un sentido homenaje a su memoria.

No cabe duda de que la partida del profesor Ortiz el pasado 16 de marzo supone para nuestra institución una pérdida significativa. Amante de la historia rosarista, siempre estuvo dispuesto a construir y transmitir desde el diálogo un fervor por el Colegio Mayor. Su aula de clase se expandía hacia cada rincón del claustro y con gran maestría aprehendió el verdadero significado de la enseñanza al compartir de forma desinteresada con sus interlocutores todo tipo de saberes.

En este número publicamos varias memorias de algunos de sus familiares, amigos y estudiantes. Cada anécdota u homenaje a su obra tiene el objetivo de transmitir al lector una pequeña pero sentida semblanza de un gran rosarista. Sin lugar a dudas, no lograremos abarcar la totalidad de la trayectoria del profesor Ortiz en este espacio. Sin embargo, se ha procurado resaltar en cada uno de los artículos la humanidad de este historiador vista desde las personas que tuvieron la oportunidad de compartir con él. Además, las fotografías que acompañan a los textos, tomadas por su hija, Verónica Ortiz, enriquecen la semblanza de este padre, amigo, académico y profesor. Cada historia posee una riqueza particular que da cuenta de su huella y enseñanzas.

Tenemos la certeza de que los artículos aquí presentados se erigen como un sentido homenaje a un hombre que llevó en su corazón a esta Universidad y aportó a la construcción de nuestra historia colombiana. Su nombre merece ocupar un lugar importante en los anales de nuestra institución. Confiamos en que su existencia será preservada por esta revista que, desde 1905, ha guardado para las generaciones futuras la memoria de aquellas personas y hechos que han aportado, de forma generosa, al engrandecimiento de nuestro claustro.

 

Gracias, profesor Álvaro Pablo.