La noticia del estado de salud de Bruce Willis, puso en la mira de la opinión pública las alteraciones del lenguaje de origen neurológico. Y es que el famoso actor y productor estadounidense se retira de la industria cinematográfica por un diagnóstico reciente de afasia.
“La afasia no es una enfermedad, como muchos erróneamente han señalado tras el evento de interés periodístico internacional que suscitó la situación del afamado actor Bruce Willis. La afasia es una alteración del lenguaje debido a distintas afecciones del cerebro, que puede comprometer tanto la comprensión como la expresión del lenguaje oral y escrito”, explica Janeth Hernández Jaramillo, profesora del Programa de Fonoaudiología de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario.
Indica la fonoaudióloga que no hay un solo tipo de afasia. Su clasificación depende de las partes del cerebro comprometidas y de la naturaleza o causa de la lesión neuronal. La mayoría de las veces, la afasia es causada por un evento repentino, como un accidente cerebrovascular o una lesión cerebral traumática.
“La afasia afecta a miles de personas, en tanto puede estar asociada a las enfermedades cerebrovasculares, que representan la segunda causa de muerte en el nivel mundial y la tercera en Colombia; tal como ocurre también con el trauma craneoencefálico, que en países occidentales desarrollados tiene una incidencia de 250 a 300 casos por 100.000 habitantes”, dijo Janeth Hernández.
Desde problemas sutiles para evocar las palabras, hasta incapacidad casi total para hablar
La afasia no afecta la capacidad cognitiva, pero si la habilidad para transmitir los pensamientos e ideas o para comprender aquello que otras personas expresan. Existe también un tipo diferente de afasia, llamado afasia primaria progresiva, que puede ser consecuencia de una enfermedad cerebral degenerativa, como la demencia, y acompañarse de dificultades para encontrar palabras, recordar y realizar tareas cognitivas mediadas por el lenguaje. La afasia puede ir desde problemas sutiles para evocar las palabras, hasta una incapacidad casi total para hablar, afirma la fonoaudióloga de la Universidad del Rosario.
“No obstante, la funcionalidad y la calidad de vida de las personas con afasia mejora, gracias a la intervención de los fonoaudiólogos. Existen tratamientos y apoyos -como los sistemas de comunicación aumentativa y alternativa- que ayudan a las personas con afasia a lograr el nivel más alto de funcionamiento comunicativo e independencia para participar en las actividades de la vida diaria que implican comunicarse e interactuar socialmente”, comenta Janeth Hernández.
Indica la académica que los fonoaudiólogos también hacen posible la eliminación de barreras contextuales para facilitar la comunicación y la participación social de quienes presentan afasia; incluidas modificaciones ambientales, tales como formatos adaptados para apoyar la comprensión de los materiales escritos y transformaciones en los imaginarios y representaciones sociales sobre las personas en condición de discapacidad asociada a las afasias.
