UN PROBLEMA EN AUMENTO
En proporción, entre el 30 y el 70 por ciento de los habitantes de las ciudades principales e intermedias del país viven en barrios de origen informal, siendo las urbes que actualmente presentan más rápido crecimiento poblacional Montería, Sincelejo, Villavicencio y Cúcuta.
El fenómeno de desplazamiento forzado y la migración del campo a la ciudad tuvo bastante fuerza entre los años setenta y ochenta en Bogotá, y en las ciudades principales. Pero, se puede decir que, en la actualidad, la situación se ha estabilizado y, como consecuencia, esas ciudades están trabajando constantemente en mejorar la infraestructura, vías, servicios públicos, educación y salud, asimilando esos asentamientos. Para otras ciudades intermedias, la historia hasta ahora está comenzando. De tal manera que, todo lo que se puede aprender entre urbes es muy importante para mejorar respuestas y no repetir errores.
A pesar de ser un gran problema para las administraciones locales, estas urbanizaciones ilegales hacen parte del desarrollo de las metrópolis. “Las ciudades latinas tienen dos realidades paralelas: mercados formales e informales que funcionan al mismo tiempo y se complementan entre sí. La manera desequilibrada en que manejamos la planeación de la ciudad es una de las causas de que haya desarrollo informal y existe una interacción permanente entre las dos realidades”, asegura Acosta al respecto.
SOLUCIONES DESDE LAS CIUDADES
Colombia es un ejemplo interesante a la hora de ofrecer soluciones para evitar el asentamiento ilegal y atender las necesidades de estas poblaciones. En el caso de Medellín, por ejemplo, se han hecho innovaciones al mejorar las condiciones en los barrios conectando los asentamientos de periferia con la ciudad, como sucedió con los Proyectos Urbanos Integrales (pui), en donde se hicieron enormes inversiones como el Metrocable, que es un sistema de transporte urbano en teleféricos.
En el caso de Bogotá, se venía experimentando con las herramientas que otorga la Ley 388 a los municipios, con el fin de gestionar los suelos para vivienda de interés prioritario (vip) con la intervención de Metrovivienda —empresa industrial y comercial de la Alcaldía Mayor de Bogotá que promueve la construcción y adquisición de vivienda de interés social—, como agencia pública para ser promotor de suelo urbanizado y ofertarlo a los constructores privados para construir vivienda asequible para los más pobres. Lo hizo, además, generando competencia entre ellos, promoviendo así mejor arquitectura de las viviendas dentro de los topes establecidos por el Gobierno para ello.
En la dimensión del apoyo técnico, organizaciones como el Banco Interamericano de Desarrollo buscan aprender de los casos de éxito locales para llevarlos a otros países que apenas están empezando a lidiar con desafíos similares, por lo que financian las investigaciones que aquí se realizan. De esta manera, la Universidad del Rosario, con esta investigación, se mueve en la línea de transferencia de conocimiento para otras latitudes.