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Ciencia y Tecnología

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El desafío de los medios: interactuar o morir

¿Están preparados los medios de comunicación tradicionales para asimilar los desafíos que les plantean los usuarios en esta nueva era? ¿Cuál es el rol de las audiencias en este juego? En la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario se han propuesto comprender los medios digitales de Colombia, México y Ecuador.

  Fotos: Alberto Sierra / 123RF

Por Víctor Solano
 

Requiemm. El periodista, tal como lo hemos cono­cido, está por morir. La profesión del periodista o “el oficio más hermoso del mundo”, como lo llamó Albert Camus, sufre en este momento una de las más grandes transformaciones, entre otras razones, por cuenta de lo que hoy esperan las au­diencias.

El conjunto de desafíos que tienen los medios tradicionales de comunicación hoy en día es innegable. Desde los altos costos de producción que implican imprimir miles de ejemplares de un periódico, pasando por unas audiencias que saltan sin guardar la mínima fidelidad de un medio a otro o una emergente y creciente tendencia de noticias falsas dispa­radas por intereses oscuros, hasta la necesidad de muchos con­sumidores de obtener la información en cualquier momento, sin importar el lugar o el dispositivo.

Eso ha hecho que la interactividad del usuario —algo que pasaba inadvertido con desdén por los medios, hasta hace unos pocos años, porque solo les importaba publicar o trans­mitir sin tener muy claro qué sería lo que harían los consumi­dores con esos contenidos— hoy sea centro de total interés para las grandes empresas de medios y, por supuesto, para la academia.

El investigador español Daniel Barredo —desde el Grupo de Investigación en Ética, Trabajo y Responsabilidad de la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Ro­sario— se ha metido de cabeza en tratar de entender muchos de estos juegos. En este pro­pósito lleva 13 meses, pero le faltan aún otros 23 meses para concluir una primera etapa de su investigación La interactividad en el perio­dismo digital latinoamericano. Un análisis de los principales cibermedios de Colombia, México y Ecuador, con la que espera descifrar los me­canismos de interacción de los cibermedios. Para ello, se tomó una muestra de los princi­pales medios digitales y se les puso indicado­res de estándares internacionales. Así las co­sas, su trabajo pretende determinar el modelo para dinamizar la participación de la ciudada­nía en la esfera pública en el entorno digital.
              
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SI SIGUES HACIENDO LO MISMO, NO ESPERES RESULTADOS DIFERENTES
Un primer gran hallazgo es que los medios si­guen anteponiendo las rutinas de los medios tradicionales. En otras palabras, el lastre de hacer hoy lo que siempre ha funcio­nado persigue a los medios y a los periodistas para seguir ejerciendo el perio­dismo  que aprendieron hace años y que hoy se confronta con una realidad más desafiante en la que la figura del periodista se cae del pedestal en el que estuvo por décadas, ya que las au­diencias quieren cosas diferentes de los medios.

“Si los medios siguen haciendo lo mismo, los usuarios po­drían demandar e informarse a través de otros medios. La inte­racción es uno de los elementos claves”, agrega Barredo.
 
¿Los periodistas están preparados para eso? No, esa es una de las primeras observaciones de Barredo. O, por lo menos, no todos. El investigador, que ha venido analizando medios nativos digitales y correlatos digitales de los medios convencionales, explica que “hasta ahora ha sido un análisis de contenido. Se están aplicando entrevistas a profundidad con los periodistas. Luego aplicaremos instrumentos con estu­diantes universitarios”, añade.

Pero, ¿están participando las audiencias en la co-creación de los contenidos que publican los medios? En lo que va de la investigación, se ha identificado que el 13 por ciento de los me­dios colombianos tiene indicadores de contenidos generados por las audiencias; mientras que en países como México es del 5 por ciento y en Ecuador del 7 por ciento.
 

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Daniel Barredo, del Grupo de Investigación en Ética, Trabajo y Responsabilidad de la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario, advierte que si los medios siguen haciendo lo mismo, los usuarios podrían informarse a través de otros medios. La interacción es uno de los elementos claves.


Esta tendencia podría ir aumentando, ya que para las au­diencias es atractivo verse reflejadas y para los medios hay un clarísimo beneficio: los contenidos generados por las audien­cias son de menor costo. Sin embargo, dice Barredo, las audien­cias aún tienen dificultad para comunicarse con los medios y los espacios para que las audiencias hablen entre sí son pocos.
 
En este nuevo escenario, “el periodista no es el centro de la conversación, ahora hay muchos centros de atención”, agrega el investigador. En esa disputa por la atención, las plataformas sociales (como Facebook y Twitter, entre otras) han sabido ca­pitalizar las comunidades de usuarios porque reproducen en­tornos parecidos a los familiares y a los de los amigos.

No obstante, los medios siguen siendo el espacio para la legitimidad social, más que las redes sociales. Los medios convencionales estarían soportándose en unas ventajas here­dadas por años, según la investigación. En ese contexto, los medios más confiables son los impresos, pero los más consumidos son las redes sociales. Paradojas de nuestros tiempos.

De todas formas, los medios convenciona­les no tienen una confianza aplastante. Hay desapego de los jóvenes por los medios tradi­cionales y ya encuentran los contenidos que les interesan por medio de muchas fuentes de información, temas como el ocio y, dentro de este, los videojuegos, por ejemplo.
 

 

Aunque el texto sigue siendo el más consu­mido, las audiencias están buscando nuevos formatos que vayan más por lo audiovisual o lo visual. Aparecen las entrevistas corales, las tuit-entrevistas como géneros híbridos y el periodista como moderador.
 
Finalmente, aunque los medios están bus­cando la convergencia entre entretenimien­to e información, hoy las audiencias tienen más oportunidades para contrastar la infor­mación. En todo caso, los medios tienen la tarea enorme de poner su talento humano a la altura de los desafíos para integrar atribu­tos como usabilidad, actualización e interac­tividad junto con el siempre indispensable sello de calidad.