Si al estar frente a una obra de arte, un escenario natural, un monumento arquitectónico o escuchando una pieza musical siente desorientación, taquicardia, mareo, temblor, depresión, excitación, desmayo o alucinaciones, está frente a una abrumadora y muy rara condición neuropsiquiátrica conocida como síndrome de Stendhal, síndrome estético o síndrome del viajero, que le puede ocasionar problemas de salud.
Dentro de la historia de la medicina, este es un tema novedoso, pues el término fue acuñado en 1989 cuando la psiquiatra italiana Graziella Magherini registró el síndrome, basándose en 106 casos de pacientes extranjeros atendidos con esos síntomas clínicos en un hospital de Florencia, Italia. La psiquiatra le dio el nombre en honor al escritor romántico del siglo xix Henri-Marie Beyle, conocido por su seudónimo 'Stendhal', quien describió por primera vez su experiencia frente a este fenómeno en 1817, cuando visitaba la Basílica de la Santa Cruz, en esa misma ciudad.
En Colombia este es un tema tan novedoso que no hay registros de estos curiosos casos, no está codificado en el esquema de salud y, mucho menos, hay un estudio de prevalencia global de la enfermedad. Es así como el Grupo de Investigación en Neurociencia (NeURos), de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, es el primero en Colombia que publica y pone en evidencia este tema.
“Nuestro objetivo es mostrar y analizar el vínculo entre belleza, arte e historia y lo que ocurre en el cerebro en torno a esto”, explica el neurólogo Leonardo Palacios Sánchez, uno de los fundadores del grupo NeURos, líder de la línea de investigación Humanidades y Neurociencia y coautor del artículo Síndrome de Stendhal: una revisión clínica e histórica.
El cerebro como herramienta de comunicación
“Aunque no lo crea, esta es una enfermedad que por no ser tan frecuente y desconocida para muchos médicos puede confundirlos en su diagnóstico y, por supuesto, en su tratamiento”, indica Palacios. Por su particularidad, podríamos pensar que en algún momento hemos tenido este síndrome y no nos hemos dado cuenta, pero el médico, investigador y coautor del artículo, Juan Sebastián Botero Meneses, aclara que una cosa es emocionarnos positiva o negativamente ante una magna obra de arte, y otra es pasar el límite de las emociones con respuestas fisiológicas, como consecuencia a un estímulo estético.
El síndrome de Stendhal es una afección caracterizada por la combinación de diferentes síntomas, tanto físicos como mentales, en presencia de una obra de arte. Para entenderlo, el profesor Botero explica que esos síntomas físicos son la alteración involuntaria de una parte del sistema nervioso autónomo que regula las funciones básicas del cuerpo, como son la presión arterial, respiración, frecuencia cardiaca y pulso. Esa alteración se llama disautonomía y, como consecuencia de eso, se presentan desmayos, infartos, ahogo, convulsiones, arritmias, accidente cerebrovascular o depresión, entre otros padecimientos.