La Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, como “conjunto de alumnos y maestros que comparten estilo, método y conclusiones” (Quintero, 2015) busca generar con su comunidad académica capacidades orientadas al aprendizaje y a la acción transformativa desde diferentes campos del conocimiento, con posibilidades de comprensión y actuación en un mundo global.
Sus currículos entonces están centrados en el estudiante y vinculados con contextos internacionales, que permiten ser parte de las tendencias mundiales en las formaciones disciplinares e influir en entornos complejos.