La App engancha a los estudiantes, pues fue desarrollada pensando en ellos, habla su mismo lenguaje; por lo tanto, se sienten escuchados y hay sinceridad en sus respuestas, asegura el matemático Rafael Méndez.
App como herramienta de seguimiento
“AutOObserver UR es una App que engancha con los estudiantes, pues fue desarrollada pensando en ellos, habla su mismo lenguaje; por lo tanto, se sienten escuchados y hay sinceridad en sus respuestas”, asegura Méndez. “La aplicación es la concreción de todas estas iniciativas pedagógicas”, manifiesta Lopera.
El éxito de un método innovador como este consiste en que el estudiante reflexione sobre cómo se relaciona con su propio aprendizaje; por eso, esta herramienta móvil les permite a los estudiantes revisar tres características particulares para entender qué es la autorregulación; esas características son: aprender a observarse, hacer una autoevaluación sobre sus acciones y tomar decisiones al respecto.
Su uso es muy sencillo: el estudiante selecciona algunos ítems que tienen que ver con su aprendizaje, sus motivaciones y sus acciones. Por ejemplo, escoge aspectos sobre la manera en la que organiza el trabajo individual o grupal. Al final del día la aplicación le pregunta al estudiante: “¿Cómo estuvo hoy la preparación de material para tu trabajo grupal?”, el alumno tiene que calificar la actividad de 1 a 5 y completar el por qué con una observación cualitativa. Finalmente, la aplicación le da consejos basados en los resultados que obtuvo, entonces le dice: “Deberías buscar más apoyo en cierto tema o buscar más material, leer este artículo, etc.”.
Según la directora del Programa de Fortalecimiento, elementos como el cuidado y las buenas prácticas de la higiene del sueño (hábitos y horarios), de la alimentación y del ejercicio son muy importantes para el buen desempeño académico de los estudiantes. Se escucha como una gran hazaña y con orgullo que durante los parciales no duermen durante cinco días, eso significa 'soy un héroe'. El consejo de la App es: “Si no duermes no vas a aprender mejor. Organiza mejor tu trabajo en el día”.
El estudiante siempre puede revisar su historial de autoobservaciones y la aplicación le da unas líneas de tiempo sobre la evolución de esa puntuación; de esta manera, visualiza su proceso. El objetivo no es darle al alumno una simple opción de registro, sino una posibilidad de evaluarse y tomar acciones, con unos criterios más amables, en un lenguaje sencillo y brindándoles consejos cercanos.
Esta es una herramienta de gran ayuda pues, en palabras de la investigadora Lopera, “estamos teniendo muchachos universitarios muy jóvenes entre 18 y 20 años con problemas de taquicardias, preinfartos, gastritis aguda, colon irritable, insomnio, estrés y depresión, vinculados con las exigencias de la vida universitaria. Con buenas prácticas, no tienen por qué arriesgar su salud”.
Hay que dejar hablar a los datos
Para Méndez, los datos recolectados son fundamentales para reflexionar sobre cómo los estudiantes están aprendiendo a aprender, ya que la manera en la que ellos se midan es importante para generar nuevas herramientas que les permitan a profesores y estudiantes diseñar mejores prácticas en el aprender a aprender.
La información que suministran profesores y estudiantes en la App es confidencial y anónima, y solo se usa con fines investigativos, bajo los parámetros legales de manejo de datos.
De acuerdo con los investigadores, este es un campo de investigación nuevo en América Latina. En el mundo no existe una propuesta tecnológica en torno a los estudios, no hay una aplicación igual en ninguna institución educativa vinculada a unos diálogos entre profesores y estudiantes; por esta razón ya hay solicitudes por parte de algunas instituciones para su implementación. En este momento la aplicación está en proceso de registro de marca y patente.
Respecto a los aportes del estudio, el matemático Rafael Méndez comenta que, con este proceso de investigación, que lleva dos años, quieren cambiar dinámicas en estudiantes a partir de la autoobservación y de las oportunidades de mejora en la manera de enseñar. Por su parte, Jenniffer Lopera puntualiza que el registro no es suficiente y la retroalimentación que le da la aplicación al estudiante genera reflexión, autonomía y propicia el aprendizaje.