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Cultura

Hablando de vos...: nota sobre palabras de uso cotidiano

07 de octubre 2022

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Este documento de 1642 nos muestra un uso formal (notarial) del tratamiento: “(...) y visto por su merçed del señor visitador, agradesio”. AHUR, Visita a las cofradías.
Hay youtubers para todo, incluyendo interesantes cuestiones que tienen que ver con la historia del idioma. Linguriosa es el alias de Elena Herraiz, traductora y profesora de español que se dedica a la divulgación de temas lingüísticos en redes sociales. Uno de sus videos trata del voseo, es decir, el uso particular de formas del pronombre y del verbo para referirse al interlocutor[1]. El asunto es el siguiente: al interlocutor le corresponde la segunda persona, tanto en pronombre como en verbo (tú dices); o bien, en contexto formal, la variante usted + tercera persona verbal (usted dice). Esta alternativa ya comienza a plantear un problema gramatical, al referirse al interlocutor, que naturalmente es la segunda persona, con formas verbales de tercera. Pero ese no es el asunto aquí, aunque sí nos sirve para entrar a detallar el voseo.
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Real Academia Española. Diccionario de autoridades. Madrid: 1739.


Para entender el problema, debe ponérsele en contexto histórico, como bien lo hace Linguriosa (enlace video). El pronombre vos es tan antiguo que viene del latín, donde se empleaba para la segunda persona plural (vosotros). Ocurrió al final del Imperio romano un fenómeno curioso, el de los plurales mayestáticos (referente a majestades): los pronombres nos y vos (de primera y segunda plural, respectivamente) comenzaron a usarse en sentido singular[2]. Este uso bien puede ser el antecedente de lo que ocurría en español medieval (siglo XII), el de plurales con valor singular. Hecho que llevó, naturalmente, a que se marcaran adicionalmente las formas del plural, sirviéndose del adjetivo otros como sufijo, de donde resultaron los actuales nosotros – vosotros, con sus correspondientes femeninos. Otro aspecto que se debe tener en cuenta aquí es el del significado de formalidad o familiaridad en el uso de pronombres. En la distinción operaban los términos vos (máximo respeto) y (cercanía, familiaridad). Ocurrió que la forma de mayor respeto fue destiñéndose y acercándose a su contraria, oscureciéndose la oposición y forzando a que se restableciera la diferencia mediante una nueva fórmula de tratamiento, vuestra merced (que, dicho sea de paso, es el antecedente de usted), hacia el siglo XVI[3]. Este hecho, conocido como la pérdida de la diferenciación, hizo que vos se perdiera en España y otros dominios hispanohablantes. En América se conservó, según Linguriosa, en aquellas regiones alejadas de las metrópolis y con menor contacto con el uso peninsular, de mayor prestigio. El voseo sería, entonces, cierto arcaísmo de la lengua americana.

La conjugación del voseo es tan variada como Hispanoamérica, pero tiende a usar formas derivadas de la segunda plural (vos sabés - vosotros sabéis). Este hecho ayuda a entender otro fenómeno curioso: el uso de con formas verbales, en pasado, que parecen de plural (tú pedistes – vosotros pedisteis). Lo mejor, en todo caso, es el enfoque de estos problemas no como censura de lo malo o erróneo, sino como estudio de fenómenos que ocurren en una lengua milenaria de millones de hablantes.
 
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Real Academia Española. Diccionario de autoridades. Madrid: 1739. Nótese que aquí se señala el voseo como de poco uso.

Hablando de sumercé...
En el estudio que dedica a las fórmulas de tratamiento, Nicolás del Castillo documenta el uso americano de vuestra merced, al principio con hibridismo o vacilación en las formas verbales de segunda y de tercera. Fernández de Oviedo dice: "Señor, ayer supe que Vuestra merced vive en la grand cibdad de Méjico, e que os llamáis Joan Cano". En todo caso, vuestra merced se impone como forma de respeto y mediante complejas evoluciones fonéticas, vendrá a parar en vusted (forma conservada en sectores campesinos) y en el actual usted[4]. Según Rufino José Cuervo, en el habla bogotana de la segunda mitad del siglo XIX, los pronombres y vosotros “han desaparecido de la lengua familiar y solo tienen cabida en lo literario”, es decir, imperaban usted y vos como tratamiento de la segunda persona; ustedes, en el correspondiente plural.

Su merced surge hacia el siglo XVI como fórmula honorífica para referirse a la tercera persona. En su composición entran un posesivo y un sustantivo abstracto, indicativo de cualidad (tipo su/vuestra excelencia)[5]. Cuando usted deja de significar formalidad y distancia, toma su lugar, es decir, el de referencia a la segunda persona.

En su clasificación dialectal de Colombia, José Joaquín Montes[6] proponía una superzona interiorana o andina; dentro de ella, una zona centro-oriental y allí una subzona cundiboyacense, caracterizada precisamente por el uso de sumerced en el tratamiento de inferiores a superiores. La situación parece haberse invertido desde entonces (1982), superándose el sentido asimétrico de dicho tratamiento y señalándose una revitalización en su uso, así como una mayor extensión geográfica[7]. Prueba de dicha vitalidad es la anecdótica prohibición de su uso, que intentó el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, en un protocolo de atención al cliente de 2011[8]. Creatividad, en cambio, que la Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E) eligiera dicha palabra para nombrar el Sistema de Información de la región central.

A la hora de elegir el pronombre que usamos con el interlocutor, entra en juego una serie de consideraciones de todo tipo: ¿cuál prefiere usted?
 
 
[1] Recomendamos el detallado artículo sobre voseo del Diccionario panhispánico de dudas.
[2] Se usó vos para dirigirse al emperador de Roma, teniendo en cuenta que había otro en Constantinopla y formaban, entonces, un plural. Por lo mismo, el emperador al hablar debía usar el nos. Cepeda, C. (2014). Usted, tú, sumercé y vos: formas pronominales de tratamiento en el español de Bogotá (Colombia). Tesis de Maestría. Universidad Nacional Autónoma de México.
[3] En América, “se opera el ascenso de vuestra merced y el consiguiente desplazamiento y desvalorización del vos”, durante el siglo XVI y la primera mitad del XVII. Cf. Castillo, N. (1982). Testimonios del uso de «vuestra merced», «vos» y «tú» en América (1500-1650). Thesaurus. Boletín del Instituto Caro y Cuervo, 37(3), 602-44. Como bien anota el autor, vos para la segunda persona se conservó en la prosa oratoria en tiempos de Rafael Núñez. Mucho después, Gaitán apostrofaba así al presidente Ospina, en la Oración por la paz, de 1948: “Señor Presidente: serenamente, tranquilamente, (...) os pedimos que ejerzáis vuestro mandato, el mismo que os ha dado el pueblo, en favor de la tranquilidad pública. Todo depende de vos”.
[4] Cuervo no registraba usted como forma de respeto: “Si se ha comenzado á tratar de vos á una persona, es por reconocerla constituida en dignidad, ó porque lo solemne de la ocasión no permite el familiar y cotidiano usted ni el afectuoso ”. Cuervo, R. (1907). Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano. París: Roger y Chernoviz.
[5] El proceso de gramaticalización de su merced está en Cepeda, C. (2014); Castillo, N. (1982).
[6] Montes, J. (1982). El español de Colombia. Propuesta de clasificación dialectal. Thesaurus. Boletín del Instituto Caro y Cuervo, 37(1), 23-92.
[7] Guerrero, J. (2011). Una reflexión sobre las formas de tratamiento: “sumercé, venga le digo”.  Interacción, 10, 55-61. Sobre el uso bogotano, Cepeda señala el predominio de usted sobre tú por varios factores, entre ellos el “factor social sexo”. Cepeda, C. (2017). ¿Tú o usted? Estigmatización del tuteo en Bogotá. Anuario de Letras. Lingüística y Filología, 5(2), 33-65.
[8] Citado por Cepeda, C. (2014). Prohibido decir sumercé en algunas empresas de Boyacá. En línea.